EL AUTOBUS ODIADOR ACOSADO POR LOS TESTAFERROS DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Recientemente se han producido dos hechos bastantes distintos que han sido examinados conjuntamente por los medios de comunicación, aunque se hayan hecho de ellos valoraciones diferentes e incluso contradictorias: la campaña de la asociación "Hazte Oír" con un autobús que portaba una pancarta con referencia a los genitales de los niños, y el disfraz blasfemo de Jesús y de la Virgen del "Drag Queen" de los Carnavales de Las Palmas.
Campaña de "Hazte Oír"
A finales de Marzo circuló por Madrid un autobús decorado con el siguiente lema: "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo". Dicho lema no es original de "Hazte Oír", pues la asociación ha parafraseado el adoptado por la Fundación "Chysallis Euskal Herria", que elo mes anterior había empapelado las marquesinas de las paradas de autob8uses de las tres capitales vascas y de Pamplona el metro de Bilbao con un reproiducción de dos niños y dos niñas desnudos mostrando sus genitales sobre el títu´lo:"Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo. La mayoría sufre cada día porque la humanidad desconoce esta realidad". La campaña publicitaria -financiada por un empresario neoyorkino de ascendencia navarra- resultó controvertida en las dos Comunidades norteñas afectadas, pero apenas tuvo repercusión en el resto de España. El Centro Jurídico Tomás Moro presentó una denuncia ante un Juez de Menores por un acto criminal contra la inocencia, que atentaba contra la ciencia, y acusó a Chrysallis de fomentar entre los menores determinadas conductas sexuales que no eran acordes con su edad, con total impunidad ante la pasividad de los poderes públicos.
La asociación católica "Hazte Oír" ha querido contrarrestar esta campaña de publicidad engañosa y llamar la atención sobre la adopción de varias leyes inspiradas en la ideología de género en diversas Comunidades, con las de Galicia, Cataluña, Murcia, Extremadura y, especialmente, Madrid -Ley de Identidad y de Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación, del pasado año-. La caravana se complementaba con la publicación de un libro titulado "¿Sabes lo que quieren enseñar a tu hijo en el colegio?: Las leyes del adoctrinamiento sexual", ampliamente difundido en las escuelas.
Reacción desorbitada de las autoridades, partidos y medios de comunicación
La Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la Presidenta de la Comunidd de Madrid, Cristina Cifuentes, y la Delegada del Gobierno en la Comunidad, Concepción Dancausa, denunciaron de oficio el hecho ante un Juzgado madrileño por si "Hazte Oír" hubiera cometido un delito de incitación al odio. La reacción de Carmena era de esperar, pero no tanto la de las otras dos jerifaltes, destacados miembros del PP, partido que afirma inspirarse en los principios de la ética cristiana. Cifuentes calificó de "absurda" la campaña, que únicamente buscaba "provocar y ofender, además de forma importante, a una parte de la población". Según anunció la diputada socialista Carla Antonelli -transexual y activista del colectivo LGTB-, el PSOE presentará en el Congreso una proposición no de ley para que se tomen medidas contra una campaña que "claramente incita al odio hacia niñas y niños transexuales".
El Fiscal del Juzgado nº 42 de Madrid se pronunció sobre la posible comisión del delito de provocación de discriminación, odio o violencia contra grupos por razones de ideología, sexo u orientación sexual, previsto en el artículo 510-1 del Código Penal. Añadió que existía el riesgo de "alteración de la paz pública y de creación de un sentimiento de inseguridad o temor entre las personas por razón de su identidad u orientación sexual", e instó al Juez a que mantuviera la inmovilización del autobús, que había sido retenido, manu militari y sin autorización judicial, por el Atuntamiento madrileño. El Catedrático de Derecho Penal José Manuel Parecdes comentó que, para que se produjera un delito de esta índole, habría que probar que sus autores incitaban a comportamientos discriminatorios y que -con el lema difundido por el vehículo-no creía que se pudiera probar esta incitación al odio. El Juez fue de la misma opinión y dictó un acto en el que afirmaba que la campaña no estaba "fomentando, promoviendo o incitando, directa o indirectamente, el odio, la hostilidad, la discriminaión o la violencia contra un grupo por razón de la orientación o identidad sexual". Tampoco estaba humillando a sus componentes, pero podría suponer "menosprecio", por lo que decisión mantener la inmovilización del autobús como medida cautelar, hasta que no se retirara el mensaje sobre la transexualidad, ya que iba dirigida a personas con una orientación sexual distinta y lesionaba su dignidad. El Presidente de "Hazte Oír", Ignacio Arsuaga, declará ante el Juez que el mensaje transmitido podría ser provocador, pero en manera alguna conllevaba un rechazo o un insulto a los transexuales o a los homosexuales". La asociación ha fletado otra auto-caravana con el siguiente lema:"¿Los niños tienen pena¿. ¿Las niñas tienen vulva", y ha añadido la siguiente exhortación dirigida a los padres:"No permitas que manipulen a tus hijos ern el colegio. Infórmate con el libro que no quieren que leas".
La reacción de la mayor parte de los partidos políticos y de los medios de comunicación ha sido sumamente crítica con la iniciativa de la asociación. Así, un editorial del normalmente ponderado dirario "El Mundo" la ha calificado de "mensaje tránsfobo(¿?), que pretende contrarrestar las campañas oficiales que propugnan la igualdad de derechos de todos al margen de de su orientación o identidad sexual, de "provocador, radical y homófobo", y de discriminatorio para los transexuales. Me parece una descsalificación exagerada e injusta. Que onste que no estoy de acuerdo con la actuación de "Hazte Oír", no tanto por cuestiones de fondo como de forma. Ha incurrido en el mismo lenguaje vulgar de Chrisallis y -puestos a lanzar un mensaje basado en un realidad biológica indiscutible- podría haberse ahorrado las dos últimas frases del mismo, que han sido las que han dado fundamente a las críticas de buena fe. La reafirmación de unos "facts of life" sobre os órganos genitales de los niños, que -según ha afirmado el Director Adjunto del diario, Rafael Moyano,, en un artículo más ecuánime que la editorial- es una obviedad que no merece semejante reacción de descalificación y condena, ni mucho menos su tipificación como un delito de incitación al odio. Para Jaime Maor, hay mucha hipocresía, porque las mismas frases criticadas, aunque en sentido contrario, se propagaron sin mayor problema por todo el País Vasco y Navarra, y ahora la gente se rasga las vestiduras. Ello es debido -en su opinión- a la tendencia dictatorial de la ideología de g´`enero que se está intentando implantar de acuerdo a unos criterios que están mermando la libertad de la mayoría.
Opiniones sobre la transexualidad
El poderoso lobby LGT -lesbianas, gays, transexuales y bixesuales-pretende imponer a la Sociedad la ideología de género para redefinir a naturaleza humana. En un esclarecedor artículo tirulados "Verdades y mentiras sobre la transexualidad", Juan Robles ha afirmado que sólo hay dos formas de ser persona -hombre y mujer- y, mal que le pese a Simone de Beauvoir, no existe un tercer sexo. La transexualidad refiere a una patología congénita, pero no a la existencia de de un tercer sexo. Según Henry Benjamin -el doctor que utilizó por primera vez el término "transexualidad"- la persona de sexo ambiguo debería ser tratada y corregisa de acuerdo con la identidad de género predominante -varón o hembra-, pero, con el tiempo, el término médico se ha ido distorsionando en manos del colectivo LGTB hasta adquirir un sinificado social, cultural y político, que poco o nada tiene que ver con aquellos casos patológicos, por otro lado sumamente excepcionales. Como ha afirmado el American College of Pediatrics de Estados Unidos, "la norma del diseño humano es ser concebido como hombre o como mujer". La sexualidad humana es un rasgo biológico de objetivo binario, porque su finalidad más elemental no es otra que la reproducción y el crecimiento de la especie. No nacen niños con vulva y niñas con pene. Cuestión distinta es que posteriormente los interesados se operen los genitales. Cada nacido tiene los órganos reproductores propios de su sexo, que podrían ser más pequeños de lo normal, estar atrofiados o hallarse ocultos. Las desviaciones de la norma sexual binaria son raras, infrecuentes y estadísticamente irrelevantes. Pueden llegar a 1 caso de cada 99.000. La incidencia de los casos de hermafroditismo -personas que son cormosomáticamente mujeres, pero fenotípicamente hombres- es de 1 cada 20.000.
Las intervenciones quirúrgicas no son cara cambiar el sexo, sino para confirmar el sexo predominante, que era originariamente ambiguo. El sexo es un concepto sumamente amplio que abarca no sólo lo hormonal sino también lo psicológico. El género -la conciencia y sentimiento de uno mismo como mujer o como hombre- no es un concepto biológico sino psicológico y sociológico. Ciertas personas dicen identificarse con el otro sexo, pero ése no es un problema genético sino psicológico. Siguen siendo hembras o varones porque nadie nace con género, sino con sexo biológico. Ellos tienen pena y ellas vulva, y sus problemas no se resuelven con un tratamiento hormonal o pasando por el quirófanos. Según el College anteriormente citado, el 98% de los varones y el 86% de las hembras que durante su infancia tuvieron dudas sobre su género terminaron por aceptar su sexo biológico, El Colegio hizo en 2016 una declaración que desacreditaba la ideología de género y recogía datos médicos y científicos que mostraban que transgenerar a los menores era perjudicial perjudicial para ellos. En opinión de Nicolas Jouvé, las campañas de la ideología de género recurren a casos patológicos sumamnte raros para justificar la idea de que se puede elegir el sexo a voluntad y para manipular a los menores y a sus padres.
Charlotte Goia -la primera mujer en España a la que el Tribunal Supremo reconoció en 2015 el derecho a cambiar de identidad sexual- ha afirmado, en relación con la frase de marras de "autobús que no miente", que era una constatación de lo normal y que lo anormal hubiera sido lo contrario. La palabra transexual era una etiqueta ambigua pues sólo hay dos posibilidades en la biología humana demostrables científicamente: Se es hombre o muje. "No hay un término medio ni 5.000 identidades sexuales más, como quieren hacernos creer". En su estudio sobre "Sexualidad y género", el profesor Lawrence Meyer ha afirmado categóricamente: "La hipótesis de que la identidad de género es propiedad innata y fija de los seres humanos, independiente de su sexo biológico -que una persona pueda ser un hombre atrapado en un cuerpo de mujer o una mujer atrapada en un cuerpo de hombre- carece de fundamento científico". Soy un profano en biología y genética, pero estos asertos me parecen convincentes y coinciden c0n las conclusiones a las que había llegado en mi fuero interno recurriendo al mero sentido común.
Crítica de las leyes protectoras del colectivo LGTB
Benigno Blanco ha publicado un artículo sobre "Las leyes de privilegio LGTB. El ejemplo de Madrid". , en el que ha criticado las leyes protectoras del colectivo LGTB adoptadas en diez Comunidades, especialmente la de Madrid. Ha afirmado que dichas leyes han hecho suyas la ideología de género y sacrificado los derechos constitucionales de los que no las comparten. Todas las personas tienen los mismos derechos con independencia de su orientación sexual, pero -como en la granja de Orwell- a los LGTB se les reonocen más derechos que al resto de las personas, a las que se imponen correlativas obligaciones con respecto a aquéllos. . La conducta sexual -siempre que no perjudique a terceros- es un ámbito personal que no debe vincular a los demás en una sociedad libre. Imponer una visión concreta de la sexualidad es incompatible con el régimen de libertades en una democracia y menos aún si se trata del reconocimiento de una nueva categoría de supuestos derechos humanos para unos pocos a costa de los demás. Todas las personas tienen derecho a configurar su seaxualidad pero no se puede pretender que unas determinadas opciones sexuales sean objeto de exposición obligatoria en las escuelas en clave positiva, negando el derecho a decir lo contrario a quienes estimen que semejante comportaiento no es recomendable, ni mucho menos ideal. Sin embargo, se niega el derecho a la libre expresión de quienes no comparten la ideología de género. Cuaquier opinión discrepante sobre el valor moral de la conducta homosexual es considerada discriminatoria. El apoyo "ex lege" al colectivo LGTB y la asunción pòr las Comunidades de los símbolos y fiestas del "lobby gay" como oficiales en determinadas ocasiones y la consagración de su ideal como vinculante para la educación o la sanidad reflejan el asalto de una ideología particular al poder, que empieza a identificarse con aquélla. Para el colectivo, cada uno puede definir su propia identidad sexual, lo que determinara un status jurídico singular y distinto al de el resto de las personas a las que se impone dicho estatuto "velis nolis". El ex-Presidente del Foro de la Familia ha sido especialmente crítico con la Ley-Cifuentes que consagra la ideología de género y concede privilegios a los colectivos LGTB, que tendrán acceso prioritario a la financiación pública. La ley prevé la imposición de cuantiosas multas a quienes no estén de acuerdo con el pensamiento único sobre sexualidad y discrimina incluso a algunos miembros del colectivo que -aunque lo deseasen- no podrán acudir a profesionales que les ayuden a modificar su tendencia homosexual, los cuales podrían ser sancionados en caso de hacerlo. Incluso el Director General de Familia de la Comunidad de Madrid, Alberto San Juan, ha reconocido que algunos aspectos de la ley rozan la ilegalidad.
El Centro Jurídico Tomás Moro ha señalado que la ley impone a loos niños un modelo educativo concreto basado en la ideología de género, que ofrece una versión propia y única sobre la persona, la familia y la sexualidad, cincierte a los colegios en centros de adoctrinamiento en esta ideología y establece privilegios para una minoría de personas. Así, establece el 17 de Mayo como el Día Internacional contra la Homofobia, la Lesbofobia, la Bifobia y la Transexualidad, y autoriza izar ese día la bandera arco iris del colectivo en los edificios públicos. . Lo políticamente correcto se está tratando de imponer a lo mayoritariamente sentido por la sociedad. Según Hermann Terchst, bajo el eficaz disfraz de supuesto carácter humanitario y justiciero de luchar contra cualquier tipo de discriminación por orientación sexual y por la igualdad de derechos, las autoridades han impuesto la ideología de género, que supone un atentado contra la libertad de pensamiento, de expresión y de creencias religiosas. Ha llegado a decir que las leyes LGTB son la peor amenaza contra las libertades los derechos de los españoles.
Por mi parte, creo que los homosexuales y transexuales -al igual que los heterosexuales- son acreedores al máximo respeto que merecen como personas. Sus derechos han de ser respetados y protegidos, y no deben ser objeto de ningún tipo de discriminación. Ahora bien, se puede opinar libremente sobre su estilo de vida y discrepar de su conducta. El problema con el colectivo LGTB es que, una vez logrado el reconocimiento de sus derechos tras largos años de lucha, pretende ahora imponer su ideología de gènero y su visión de la sexualidad, así como sus "mores", a la inmensa mayoría de la sociedad que no forma parte de ese colectivo. Los padres tienen derecho a educar a sus hijos conforme a sus creencias religiosas y a sus convicciones éticas y los hijos tienen derecho a no ser adoctrinados sexualmente de conformidad con la ideología de género. Es totalmente inaceptable que se enseñes a los menores en las escuelas que la masturbación, el sexo oral, el "culiningus", las relaciones prematrimoniales homosexuales o heterosexuales, la exaltación del placer sexual o el aborto son prácticas normales y corrientes, aceptables para la sociedad.
Parodia sacr´lega de los Carnavales de Las Palmas
Es de sobra conocido el lamentable incidente ocurrido en los Carnavales de Las Palmas, en los que el candidato a "Drag Queen" -tras disfrazarse de Virgen María y mostrarse como Jesucristo en la cruz- ganó el título con el voto ampliamente mayoritario de los asistentes a la fiesta. Lo malo no fue tanto la actuación irreverente de una persona -que, para más INRI, aspiura a ser profesor de Religión-, sino el hecho de que fuera aplaudido, vitoreado y confirmado por una multitud de personas, que probablemente se considerarán católicos. Contrito y acongojado se lamentaba el Obispo de Canarias, Monseñor Francisco Cases, del esperpéntico acto:"Ha sido mi pueblo".
Los medios de comunicación no han dado mayor importancia al transgresor incidente, al considerar que era consecuencia de la libertad de Expresión. Asín, "El Mundo" comentó que no era más que "una parodia de mal gusto", justificada por la existencia de un "derecho a la irreverencia" (¿?). Para mí, como para muchos católicos y algunos no católicos, burlarse en público de Jesús y de María traspasa la permisividad carnavalesca y supone una grave ofensa no avalada por la libertad de expresión y un atentado a los sentimientos religiosos, que van contra el espíritu y la letra de la Constitución y del Código Penal. Amén de reconocer la libertad de creencia religiosa, el artículo 16-3 de la Carta Magna establece que "loos poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española". El artículo 525-1 del Código Penal sanciona con multa de hasta 12 meses a los que -para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa-hagan públicamente escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen públicamente a quienes los profesen.
Como reconoce el diario, hay derecho a expresarse libremente con el único límite de la ley. Pues bien, el "Drag Queen" ha violado la ley y debería ser sancionado en consecuencia. Sin embargo, se ha abierto la veda a la caza del creyente católico y se ha puesto de moda mofarse de la Iglesia y humillar a sus fieles, lo que además sale gratis porque los fiscales los jueces suelen ser muy tolerates cuando se ofende a la Iglasi Católica. ¿Qué habrían dicho los políticos y los medios de comunicación si Casillas se hubiese atrevido -que lo dudo- a mofarse del Profeta Mahoma y de las creencias del Islam?emo que el editorial del "El Mundo" no habría sido del mismo tenor. El periódico llega hasta el extremo de afirmar que lo exhibido en la pancarta del autobús maldito era más relevante que la parodia sacrílega del "Drag Queen". Los medios de comunicación, los políticos y -lo que es peor- algunos fiscales y jueces admiten la "presunción de culpabilidad". En la mera formulación de un hecho biológico incontestable ven una intención delictiva de incitación al odio contra loos transexuales. Pero, aun cuando tal fuere la intención de "Hazte Oír" -y ya es ir demasiado lejos en una presunción que pasa de "iuris tantum" a se de "jurídico y la legislación "-, no tendría relevncia jurírida. Aunque Wolfgang Goethe dijera que el pensamiento era el principio de la acción, un mal pensamiento de odio podría ser pecado, pero nunca delito.
Se puede organizar una procesión del "Coño Insumiso", asaltar semidesnuda una capilla, recitar en público un padrenuestro blasfemo, hacer un "happening" orinando sobre una hostias consagradas, o mofarse disfrazándose de Cristo y de la Virgen sin que se considere que se ha cometido un atentado contra los sentimientos religiosos de los católicos, pues son manifestaciones de la libérrimamente interpretada libertad de expresión. Pero, ¡Ay del insensato que ose pensar algo que pueda disgutar a la nueva religión de la LGTB!. Será condenado sin remedio a la "gehena"y arrojado a las tinieblas exteriores. Los testaferros de la ideología de género no pueden tolerar ni un segundo la abominable difusión de odio presuntamente realizada a través de un autobús maldito.
Madrid, 6 de Marzo de 2017
sábado, 22 de abril de 2017
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