viernes, 17 de mayo de 2024

Aunque el independentismo haya perdido la mayoría en el Parlament, el Gobierno sigue sometido a su chantaje

AUNQUE EL INDEPENDENTISMO HA PERDIDO LA MAYORÍA EN EL PARLAMENT, EL GOBIERNO SIGUE SOMETIDO A SU CHANTAJE El pasado 12 de mayo se celebraron en Cataluña las elecciones autonómicas, con una participación del 57.96%, 6.61 puntos más que en 2021. El 42.04% de abstenciones fue una de las cifras más elevada de su historia. Los comicios fueron ganados por el (+12)Puigdemont por Cataluña” 672.438 (21.64%) y 35 (+3), ERC 425.055 (13.68%) y 20 (-13), PP 340.769 (10.97%) y 15 , Vox 247.181 (7.95%) y 11 (=), En Común 180.595 (5.81%) y 6 (-2), la CUP 127.195 (4.09%) y 4 (-5), y Alianza Catalana 117.928 (3.79%) y 2 (+2). Quedaron fuera del Parlamento Ciudadanos, que solo consiguió 22.481 votos (-6) -y quedó por debajo del PACMA- y Aurora, el partido de Ponsatí. Campaña electoral Todos los sondeos daban como ganador al PSC de Salvador Illa y preveían un mano a mano entre ERC -liderada por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés- y Junts -bajo la batuta del prófugo Carles Puigdemont, que realizó su campaña desde la Cataluña-norte- para ver quién asumía el liderazgo del independentismo. El comienzo de la campaña se vio alterado por el desembarco de Pedro Sánchez, tras su maniobra de enviar una carta a la ciudadanía en la que se daba cinco días para reflexionar sobre sí valía la pena continuar fungiendo como presidente del Gobierno. Aclaradas sus hamletianas dudas, se plantó en Cataluña -donde dejó a Illa en un segundo plano- para hacer frente a Puigdemont. El enfrentamiento del cesarismo de los dos caudillos dio a los comicios un carácter plebiscitario sobre sus personas. “O César, o nada”. Puigdemont planteó su candidatura como una labor de restauración de su presidencia de la Generalitat y -para aumentar la presión sobre sus partidarios- afirmó que se retiraría de la política si no conseguía su restitución. Los independentistas se tomaron muy a mal la estratagema de Sánchez de “españolizar” las elecciones catalanas. Los líderes de los partidos nacionales también se personaron en Cataluña, ya que las elecciones trascendían la región y afectaban al futuro de España. Tal fue el caso de Alberto Núñez Feijóo y de Santiago Abascal, pese a que el candidato del PP era Alejandro Fernández y el de Vox Ignacio Garriga, aunque no el caso de Yolanda Díaz, que apenas se dejó ver en el teatro de operaciones. Tanto Aragonés como Illa trataron de desideologizar la campaña y se centraron en temas de gestión y de mejora de los servicios públicos, mientras que Sánchez y Puigdemont hicieron lo contrario. Aquél trasladó a Cataluña sus problemas personales y políticos, potenció el pánico a la derecha y a la ultraderecha -para él la misma cosa- y polarizó la situación instando a los electores a optar entre la democracia y el fango. Se encontraba en una situación contradictoria, pues, de un lado, necesitaba que el PSC lograra una clara victoria para poder apropiársela y consolidar la posición del PSOE con vistas a las elecciones europeas y, de otro, tenía que cuidar al máximo no molestar a sus socios independentistas de los que dependía para mantenerse en Moncloa. De aquí que combinara un discurso bifronte basado en la gestión -más propio de Illa- y en sus arengas en las que desarrollaba su teoría del fango y de los bulos de la derecha. Un agonizante Puigdemont fue resucitado por Sánchez gracias a la concesión de una amnistía “ad personam”y al pacto para negociar el futuro de Cataluña y de España bajo la vigilancia de un obscuro diplomático salvadoreño. Según Rafa Latorre, Puigdemont era un paria en Bruselas, un fantoche en una corte de plástico, pero le bastaron 7 escaños en el Congreso para que su pasado quedara limpio y su futuro prometedor, y -como ha señalado Javier Redondo- al prófugo le salió la carambola de topar con un presidente de Gobierno dispuesto a extender a todo el territorio nacional las dinámicas del procès con el fin de renovar su mandato y elevar un muro que evitara la alternancia en el poder. Ello ha permitido a Puigdemont recuperar el protagonismo perdido y mantener que había que culminar la independencia y retomar el camino donde lo dejó el 1-O. Para Raúl del Pozo, los dos se necesitan porque no son nadie el uno sin el otro. Ambos hicieron llamamientos a sus simpatizantes para que acudieran en masa a las urnas. Para Sánchez, “cuanto más amplia sea la victoria de Illa, más estabilidad y mayor fuerza tendrá para avanzar” y, para Puigdemont, “mejor ir a votar con duda que dudar de qué Cataluña tendremos con Illa”. La Generalitat no podía ser “dócil ni entregada a las prioridades de aquellos que tienen intereses fuera de Cataluña”. Presionado por su rival, Aragonés tuvo que abandonar su actitud pragmática y radicalizar su posición, exigiendo la celebración de un referéndum de libre determinación, la concesión a Cataluña de un régimen de soberanía fiscal y el blindaje de la inmersión lingüística. El PP también realizó una campaña dual, que oscilaba entre la firme oposición al nacionalismo de su candidato Fernández y el posibilismo ambiguo de Feijóo, que aún cree en la posibilidad de recuperar la colaboración con el catalanismo “moderado”. Su actitud se fue decantando hacia una postura más beligerante ante el temor de no lograr superar a Vox, y el propio Feijóo denunció los peligros de la inmigración ilegal , de la ”okupación” y de la inseguridad ciudadana. El tema de la inmigración -planteado principalmente por la candidata de Alianza Catalana, Silvia Orriols, fue uno de los más debatidos durante la campaña. Otra maniobra de transformismo electoral fue el acercamiento de Illa a la “sociovergencia”, identificándose como “uno de los nuestros” con personalidades como Tarradellas y Pujol -al que calificó de padre la primera gran transformación de Cataluña-, fotografiándose con Miquel Roca, prometiendo que nombraría director general de los Mossos a Josep Lluis Trapero, y acogiendo en el PSC a exconsejeros de Puigdemont o de Torra, como Santi Vila o Miquel Samper. Siguiendo un modelo “atrápalatodo”, Illa trataba de atraer a los neo-convergentes supuestamente moderados, a los desencantados del nacionalismo y a los constitucionalistas. Sin embargo, un grupo de intelectuales constitucionalistas -Freixes, Savater, Boadella, Carreras- y antiguos dirigentes socialistas -Redondo, Leguina, Molina, Pagazaurtundúa- publicaron un manifiesto “Por un voto constitucional sin engaños”, en el que descalificaban al PSC por apartarse de la senda constitucional y pactar con partidos secesionistas que querían acabar con el régimen de 1978, y hacía un llamamiento al electorado para que no se dejara engañar por los cantos de sirena de quienes -bajo la promesa de pasar página y sanar las heridas- apoyaban a los que intentaban acabar con nuestras libertades y volver al régimen del 1-O o a la declaración unilateral de independencia. Illa no podía venderse como un candidato constitucional que pretendía superar el independentismo. Reacciones a los resultados de las elecciones Los diarios y las emisoras han reflejado en sus titulares y editoriales su interpretación de los resultados de los comicios, según la orientación de los rotativos. "ABC”:”Illa vence, pero necesita aliados”. Cataluña castiga al independentismo. El PSC gana, pero necesitará a ERC. Puigdemont presume pese a cosechar JxC los peores resultados en más de 40 años. “ “El País”: “Cambio de ciclo en Cataluña”. El triunfo de Illa entierra el procés. PSC gana y sumaría con ERC y En Común. El soberanismo pierde la mayoría después de cuatro décadas. “El Mundo”: “Retroceso histórico del independentismo en Cataluña”. Illa logra una gran victoria, pero Puigdemont exige a Sánchez gobernar. PSC gana por primera vez las elecciones e intentará formar un tripartito con ERC y Sumar. Puigdemont no se rinde, pide unidad al separatismo y recuerda al PSOE que gobierna España gracias a él. “La Razón”: “Cataluña finiquita la vía independentista”. ¡Gacias Cataluña!. Derrota del independentismo. Illa consigue una clara victoria que acaba con las aspiraciones de Puigdemont. ERC se derrumba, aunque tendrá la llave para la investidura de Illa. “La Vanguardia”: “Un cambio significativo”. Illa gana con claridad, pero debe pactar con el independentismo. ERC se desmarca de un tripartito y dice que irá a la oposición. Pueigdemont pide a ERC que le apoye para explorar una alternativa. El bloque independentista se queda en 43.2% y solo 61 diputados. “El Periódico”: Victoria clara de Illa. PSC impide la mayoría independentista, pero queda a expensas de ERC o Junts. Puigdemont supera a Aragonés e insiste en volver al Gobierno. ERC anuncia su paso a la oposición. En Común retrocede y la CUP se hunde. “Ara”: Cambio de ciclo. Illa se impone y el independentismo se desfonda. El PSC gana claramente por primera vez. El avance de Junts no compensa las caídas de ERC y la CUP. El tripartito suma por la mínima, pero Aragonés lo descarta, “El Punt Avui”: El independentismo recula fruto de la fuerte baja de ERC y del votante desencantado que se ha acogido a la abstención. Puigdemont recupera el liderazgo independentista y pide a los republicanos que rehagan los puentes. Carlos Herrera ha puesto de manifiesto en la COPE el hartazgo de los votantes catalanes. Ha ganado Illa de forma incontestable en el manicomio catalán, aunque eso no suponga que vaya a gobernar. Cataluña ha dado la espalda al independentismo, que ha sufrido su peor registro de este siglo, al haber perdido 13 escaños. No se sabe qué Gobierno se va a formar, aunque un tripartito de izquierdas sería lo más lógico. También se podría formar un tripartito constitucionalista con PSC, PP y Vox , pero resulta inconcebible. No se firmará ningún pacto para gobernar hasta que se celebren las elecciones europeas. Según Carlos Alsina en Onda Cero, Cataluña ha dejado de ser independentista, al obtener mayoría los partidos que no defienden el independentismo. Illa ha ganado y confirmado que se abre una nueva etapa en Cataluña, pero ya ganó en la últimas elecciones y no pudo gobernar. Se han vuelto las tornas y de los 71 diputados independentistas y 64 constitucionalistas en 2021, se ha pasado a 71 diputados constitucionalistas y 64 independentistas, por lo que se ha cerrado la posibilidad de aventuras secesionistas. Hay que reconocer a Sánchez el éxito de que el independentismo haya dejado de ser mayoritario. El que más ha perdido ha sido el independentismo colaborador de ERC, que tiene, sin embargo la llave de la gobernabilidad. El PSC debe liderar esta nueva etapa, ya que Illa es el único candidato viable y -de no ser eso posible- habría que celebrar nuevas elecciones. Puigdemont pretende recuperar la presidencia de la Generalitat gracias al apoyo de las demás fuerzas independentistas y la abstención del PSC, y amenaza con hacer caer el Gobierno de Sánchez en caso contrario. Alsina se ha preguntado si éste obligaría a Illa a ceder el cetro al prófugo y ha concluido que no es probable, aunque sí posible, porque cabe esperar cualquier cosa del presidente con tal de mantenerse en el poder. Mi opinión sobre el resultado de los comicios es la siguiente: 1) La buena noticia es que, por primera vez desde 1984, los independentistas no han conseguido mayoría de escaños en el Parlament. La mala es que uno de los partidos de la mayoría -el PSC- es solo constitucionalista a ratos y, por lo general, se alinea con los nacionalistas, ya que acepta el derecho a decidir, la celebración de un referéndum en Cataluña, los indultos y la amnistía, la concesión de un régimen fiscal especial , la condonación de la deuda, la política lingüística discriminatoria contra el castellano, y las negociaciones espurias en el extranjero. 2) El ganador incontestable ha sido el PSC, aunque sigue dependiendo del independentismo para gobernar y está sometido a su chantaje. Podría haber obtenido mejores resultados de no haberse producido la intervención populista de Sánchez, pues antes de su desembarco en la campaña -Illa se opuso a la presencia de ministros en la Comunidad, pero no podía vetar al “capo”-, el candidato llevaba una considerable ventaja. 3) Otro de los vencedores ha sido el blanqueado Puigdemont –“Moltes gracias”, Pedro-, que ha ganado 3 escaños y se ha impuesto a su hermano separado. El fugado presentará su candidatura a la presidencia de la Generalitat amparándose en el argumento “pedrista” de “somos más”. La diferencia de escaños entre el PSC y Junts es similar a la existente en el Congreso entre el PP el PSOE y, sí en Madrid gobierna el partido que quedó en segundo lugar en las elecciones, ¿por qué no puede hacerlo en Barcelona el que está en una situación similar? Para ello sería preciso que Illa no presentara su candidatura y que el PSC se abstuviera. Puigdemont ha lanzado veladas amenazas de que, de no ser tal el caso, peligraría la estabilidad del Gobierno de Sánchez. 4) La gran derrotada ha sido la ERC -representante del independentismo pragmático y colaborador-, que ha perdido 180.000 votos y 13 escaños. Aragonés ha asumido la responsabilidad del fracaso, renunciado a recoger su acta de diputado y afirmado que se retira de la primera línea de la vida política. Ha dicho que los republicanos pasarán a la oposición y no apoyarán ni un Gobierno de Illa, ni otro que requiera acuerdo entre PSC y Junts. 5) Entre los ganadores figura el PP que ha subido 12 escaños y quintuplicado los que tenía, sin que Vox se haya visto afectado, ya que ha conservado sus 11 diputados e incluso ganado 30.433 votos. Estos resultados son meritorios porque -debido a la vigente Ley electoral que beneficia a las provincias menos pobladas en las que prevalecen los independentistas-, mientras que para conseguir un escaño Junts ha precisado 19.222 votos, PSC 20.663 y ERC 21.253, Vox ha necesitado 22.462 y el PP 22.718. Fernández ha declarado que Cataluña ha finiquitado el perocès en las urnas, pero mucho me temo que peque de optimismo, pues -aunque la situación haya mejorado- aún queda proceso para rato. Según Latorre, no se ha producido el fin del procès, sino una desmovilización del electorado independentista. Como ha comentado Feijoo, sigue vivo porque Sánchez lo necesita para subsistir en la Moncloa 6) Entre los perdedores hay que situar a la CUP, que ha perdido 5 de sus 9 escaños, y a En Común-Sumar, que ha perdido dos, sin que en este caso pueda echarle la culpa a Podemos. El partido menguante de Yolanda Díaz sigue disolviéndose como un azucarillo. La CUP pasa a ser una fuerza irrelevante, como también lo es la xenófoba Alianza Catalana, pese a a que haya conseguido dos escaños. 7) Otra ganadora ha sido la abstención, que ha ascendido al 42%, la tercera más alta en la historia democrática de Cataluña. Muchos independentistas están hasta la barretina de los falsos profetas que les han venido anunciando en vano el inminente acceso a la tierra prometida de la independencia. Perspectivas de Gobierno autonómico en Cataluña Aunque el PSC haya ganado las elecciones, no hay ninguna garantía de que Illa presida el futuro Gobierno de la Generalitat, porque -como ha señalado Francisco Rosell- la situación se ha complicado ya que -a diferencia de lo ocurrido en el País Vasco- los dos socios separatistas de Sánchez han quedado descontentos. Procede ahora formar la Mesa del Parlament y elegir a su presidente, que goza de amplios poderes, entre los que figura el de designar a quién pueda ser su candidato a la presidencia de la Generalitat. Dado que el constitucionalismo tiene mayoría en la Cámara, el PSC debería impedir que la presidiera un independentista. Illa ha sufrido en sus carnes las arbitrariedades de una presidenta sectaria -como Laura Borrás- que impidió que pudiera presentar su candidatura pese a haber ganado las elecciones en 2021. Illa ha declarado que ningún catalán quedaría fuera y que iniciaría contactos para la constitución de la Mesa con todos los grupos parlamentarios, salvo Vox y Alianza Catalana -primera injustificada exclusión-. Negociaría con el PP la formación de la Mesa y la del Gobierno, aunque después de haberlo hecho con ERC y Junts, porque aún hay clases. La fecha tope para la constitución del Parlament es el 10 de junio, un día después de las elecciones europeas, y no cabe esperar que se logre ningún tipo de acuerdo para formar Gobierno antes de esa fecha. Al ganador de los comicios le faltan 26 votos para lograr la mayoría absoluta, por lo que será necesaria que se forme un Gobierno de coalición ¿Qué combinaciones son posibles para lograrlo? 1.-Tripartito de izquierdas: La fórmula más lógica y viable es un tripartito transversal formado por PSC, En Común-Sumar y ERC, que lograría justo los 168 votos necesarios para la investidura de Illa. Resulta, sin embargo, poco probable que -tras el batacazo electoral sufrido, especialmente por colaborar con el Gobierno central- ERC esté por la labor. Antes de abandonar la primera línea de la política catalana, Aragonés ha dicho que su partido pasaría a la oposición, y no apoyaría un Gobierno presidido por Illa, ni operaciones que requirieran el acuerdo de PSC y Junts. No lo tiene fácil porque, si apoya al PSC, se le sublevará parte de su electorado y, si no lo hace, se produciría un bloqueo que llevaría a la celebración de unas nuevas elecciones, en las que podría caer aún más bajo, y está en la ardiente duda. Siguiendo el modelo de Pedro, Monseñor Junqueras ha escrito una epístola a la ciudadanía en la que afirmaba que estaba dispuesto a seguir al frente del partido, pero los elementos más radicalizados del mismo le han pedido que dimita. El Consejo Ejecutivo ha decidido mantener la directiva actual, pero Junqueras y Rovira dejarían sus puestos en un Congreso a celebrar en noviembre, y ERC se abstendría en la investidura de Illa y pasaría acto seguido a la oposición. Esta fórmula de “dimisión en diferido” permitiría que se diera salida al bou y se formara un Gobierno del PSC en solitario, aunque con los fantasmas de En Común. 2.-Bipartito PSC-Junts: Illa no excluyó durante la campaña la posibilidad de gobernar con JxC para dar a luz a la “sociovergencia” que tanto gusta al empresariado catalán, que blanqueó a Puigdemont al visitarlo en Francia una delegación de la patronal, presidida por Sánchez Llibre. El fugitivo, sin embargo, dio un “fin de non recevoir” y les contestó que solo volvería a Cataluña como presidente de la Generalitat, puesto del que fue ilegalmente privado. El otro Sánchez -que se ha apoderado de la victoria de Illa y la va a capitalizar con vistas a las elecciones europeas- no parece inclinado a renunciar a las primogenitura de su escudero catalán, pese a las amenazas del exiliado. 3.-Coalición independentista: Puigdemont ha exigido al PSOE que le permita formar un Gobierno soberanista de orientación catalana con el apoyo de 59 o 61 diputados, para lo que sería necesario que el PSC se abstuviera y permitiera su elección en segunda votación. El prófugo ha aplicado a Sánchez su propia medicina y le ha recordado su pacto de truhanes: Tú gobiernas en Madrid y yo en Barcelona, y “pacta sunt servanda”. Pero tras su éxito “por proxys”, Sánchez parece incurrir en uno de sus habituales cambios de opinión y ha decidido que Illa presente su candidatura. Como ha dicho la portavoz del PSC, Nuria Parlón, su partido no investirá a Puigdemont, aunque amenace con bloquear la gobernabilidad de España ¿Cederá Sánchez al chantaje de su socio? 4.-Coalición constitucionalista: La suma de los diputados del PSC, PP y Vox alcanza la mayoría de 168 votos, pero que Sánchez acepte esta forma de Gobierno no es concebible en la España del Muro. Una variante sería recurrir a la “fórmula Collboni”, con el apoyo del PP y la abstención de Vox, que podrían continuar en la oposición. Para llegar a esta solución sería preciso que el PSC les ofreciera alguna compensación, como la de permitir su acceso a la Mesa del Parlament, e incluso dar su presidencia al PP. 5.-Nuevas elecciones autonómicas: Si no se llegara a un acuerdo antes del 25 de junio, habría que repetir las elecciones en octubre. Aunque todos los partidos se han mostrado contrarios a ello, la repetición de las elecciones, podría beneficiar a Puigdemont, quien le ha tirado los tejos a ERC y le ha instado a recuperar la unidad del independentismo bajo su liderazgo. Podría actualizar la fórmula de “Junts pel MÍ” para unificar todas las fuerzas separatistas y tratar de recuperar la perdida mayoría en votos y escaños. 6.-Adelanto de elecciones generales: Sánchez tendría que convocar nuevas elecciones generales en el caso poco probable de éxito de una moción de censura apoyada por el PP, Vox y JxC, o por su libre decisión. Sánchez es capaz de sacar conejos de su chistera cuando ve en peligro su permanencia en Moncloa. Si Puigdemont le retirara su apoyo, podría dirigirse a la ciudadanía en un dramático alegato en el que mantuviera que -pese a haber derrotado al independentismo, restaurado la concordia en Cataluña y ganado las elecciones autonómicas- las fuerzas de la oposición no le permitían gobernar, en la esperanza de que el electorado empatizara con sus cuitas y le apoyara. Aunque no quepa excluir la celebración elecciones, lo más probable es que ERC acabe por permitir la formación de un Gobierno de Illa, lo que supondría un alto coste para la Nación, tanto política como económicamente. Sánchez reconocería la “realidad nacional” de Cataluña” a través una reforma del Estatuto en la línea acordada en 2005 -con la connivencia del Tribunal Constitucional de Conde Pumpido- y aceptaría la celebración en Cataluña de alguna forma maquillada de referéndum de libre determinación. Asimismo, tiraría de chequera y le concedería un régimen fiscal similar al vasco, le condonaría la deuda de €72.000 con el Estado y aumentaría la inversión. Dada la obsesión Sánchez por el poder, no cabe excluir que, con tal de no perderlo, obligue a Illa cederle la poltrona a Puigdemont, al ser el líder del PSC más sumiso al PSOE. Si se lo ordenara Sánchez, el disciplinado Illa diría -como José Luis López Vázquez en la película “Atraco a las 3”- “Heme aquí, un admirador, un amigo, un esclavo”. Pese a haber sido un pésimo ministro de Sanidad, Illa –“presidente en maceración”, según “La Vanguardia”- es humanamente la antítesis de Sánchez, pero políticamente está completamente sometido a él. Sin la sombra de su jefe -rehén del independentismo y sumiso a su chantaje-, Illa podría ser un buen presidente de la Generalitat, a pesar de las hipotecas del PSC con el nacionalismo. Según “El Mundo”, sigue estando condicionado por dos partidos que son contrarios a la igualdad entre los españoles y no han abandonado su fiebre identitaria. Para restablecer la concordia en Cataluña, será imprescindible un acuerdo entre los dos principales partidos de España con el fin de devolver la presencia del Estado en la Comunidad e imponer la igualdad de derechos y deberes de todos los españoles, dondequiera que residan. Madrid, 16 de mayo de 2024

miércoles, 8 de mayo de 2024

Epístola de Pedro a los Adefesios

EPÍSTOLA DE PEDRO A LOS ADEFESIOS Pedro Sánchez (PS) posee la rara habilidad de sorprender a todo el mundo por su imprevisibilidad y la irracionalidad de su conducta. Es un personaje que se caracteriza por su ambición, ansias de poder, narcisismo, egoísmo, falta de empatía y menosprecio de los demás -incluido su propio partido-, que se manifiesta en sus golpes de efecto, giros de guion, mentiras y cambios de opinión. Le encanta “épater” a la gente, como ha hecho con su última ocurrencia, la carta a la ciudadanía española, que Santiago González ha calificado con ironía de “Epístola de Pedro a los Ad-efesios”. La misiva no va dirigida a los españoles, sino los militantes y simpatizantes socialistas, para instarles a que muestren su incondicional apoyo al amado líder y a su abnegada esposa. La epístola tiene notables defectos de forma y de fondo. Si el presidente del Gobierno quería transmitir a sus ciudadanos un mensaje tan importante como es la posibilidad de renunciar a su mandato, lo natural sería que lo hiciera en las Cortes que lo eligieron, donde reside la soberanía nacional. Una solución alternativa habría ido hacerlo a través de la RTVE oficial de España, pero nunca a través de una entidad privada cómo “X”, que no está al alcance de todos los españoles. Siguiendo su autismo político, PS tomó, al parecer, su decisión de acuerdo solo con su consorte Begoña Gómez (BG), sin consultar a los miembros de su Gobierno y ni siquiera informarles. Cuando leí la dolorida misiva del apenado presidente pensé que no merecía la pena comentarla por ser tan pueril y narcisista. Era increíble que una que persona inteligente expusiera a la ciudadanía semejantes simplezas de forma institucional. Según PS, que un magistrado admitiera a trámite una injusta acusación a su consorte fue la gota que colmó el vaso de su indignación, porque él estaba enamorado de su mujer. Habrá que creerlo, aunque no haya hecho nada para defender su honor, y se haya limitado a atacar a la derecha y a la ultraderecha -a las que citó en ocho ocasiones- y a culpar nominalmente a Feijóo y a Abascal, “colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias”. Feijóo le había pedido explicaciones en el Congreso y -tras su negativa a responder- planteó el caso ante la Oficina de Conflictos de Intereses, no contra BG, sino contra PS, por no haberse abstenido cuando el Consejo de Ministros concedió un rescate de unos 800 millones de euros a una empresa que había financiado las actividades de Gómez. Si estaba convencido de que la acusación era falsa, debería haberlo dicho y, si la consideraba calumniosas, haber presentado una querella contra el diario digital que la publicó, pero no hizo ni una cosa ni la otra. Se limitó a presentar una queja porque el titular de la noticia -“La UTE Begoña Gómez”- era inexacto, pero no refutó ni un ápice de la información. Por otra parte, la acción popular está abierta a cualquier persona física o jurídica, sin que la Ley de Enjuiciamiento Criminal excluya a organizaciones de ningún tipo. PS ha seguido la doctrina de Cándido Conde-Pumpido, quien afirmó que el Tribunal Constitucional no aceptaría ningún recurso planteado por Vox. Lo decisivo no era tanto qué se denunciaba como quién lo hacía y, si era una persona no grata, no se tramitaba. Como el 70% de los españoles, nunca creí que el presidente fuera a dimitir. PS echó en cara al PP y a Vox que hubieran instrumentalizado su mayoría en el Senado para establecer una Comisión de Investigación para “esclarecer los hechos relacionados con este asunto”, lo que no era cierto, porque su objetivo era investigar el fraude de las mascarillas o “caso Koldo”. Sánchez obvió decir que el PSOE había votado a favor de la creación de la Comisión y silenció que la “mayoría Frankenstein” del Congreso había instrumentalizado la creación de otra Comisión sobre el fraude de las mascarillas. Y para rematar, dio un bajonazo al afirmar que habían judicializado el asunto al presentar una demanda ante un juzgado de Madrid, que la admitió a trámite como era su obligación. Ni Feijóo ni Abascal son miembros de Manos Limpias y lo que ha hecho el juez ha sido abrir diligencias sin imputar a nadie. Si Sánchez, “a pesar de todo”, sigue creyendo en la justicia española, no tendría por qué preocuparse. Ha declarado que intereses derechistas y ultraderechistas esparcían fango para tapar sus escándalos de corrupción y habían “traspasado la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno”. Esto lo ha afirmado un político que, en su discurso de investidura en el Congreso, acusó de corrupto al hermano de Isabel Díaz Ayuso, que había sido exonerado por las fiscalías española y europea, y que repitió en varias ocasiones su falsa afirmación. Acusó a Ayuso de corrupción por ser la pareja de un ciudadano particular que había defraudado a Hacienda antes de conocerla, y a la esposa de Feijoo porque la Xunta de Galicia había financiado a la empresa en la que trabajaba, lo que era falso…”Díjole la sartén al cazo, apártate que me tiznas”. Volvió a afirmar por enésima vez que la derecha y la ultraderecha vertían fango sobre su amada esposa, lo que le había llevado a plantearse si merecía la pena continuar al frente del Gobierno, dado que él no tenía apego al cargo. Menos mal, porque si llegara a tenerlo, tendríamos a PS en la presidencia hasta el Día del Juicio. Dando muestra de irresponsabilidad, dijo la ciudadanía: “Ahí os quedáis, que yo no me voy cinco días de vacaciones pagadas para meditar en la paz de los jardines de la Moncloa sí merece la pena sacrificarme por Ustedes”. Jesucristo necesito 40 días de retiro en el desierto, pero al profeta del socialismo le ha bastado con cinco. El caso de Begoña Gómez El “caso BG” se ha hecho noticia a nivel mundial, hasta el punto de que Xavier Vidal-Folch lo ha comparado en "El País” con el “affaire Dreyfuss”. Ha habido esposas de presidentes de Gobierno que ejercieron una carrera profesional al margen de la actividad política de sus maridos. Carmen Romero -esposa de Felipe González- era profesora de instituto y fue diputada, y Ana Botella -esposa de José María Aznar- era técnica de administración civil y fue alcaldesa de Madrid. También Eva Cárdenas -pareja de Feijóo- era economista, trabajó en Inditex y preside su propia empresa. Tal no era el caso de BG, que ha desarrollado su carrera profesional al amparo de su marido. En 2018, el Instituto Empresa creó el African Center y la nombró directora y, en 2020, la Caixa y Reale Seguros crearon en la Universidad Complutense una cátedra sobre Transformación Social Competitiva, dela que BG fue nombrada codirectora, pese a no tener un doctorado y ni siquiera una licenciatura oficial homologada. Cabe preguntarse -como en la canción de Rudy la Scala- “¿por qué será? Para encontrar situaciones similares, hay que remontarse, fuera de Europa, a la Argentina de Perón -y sus esposas Evita e Isabel- y de Néstor/Cristina Kirchner, a la Filipinas de Ferdinand/Ymelda Marcos o a la Nicaragua de Daniel/Rosario Ortega y, dentro de Europa a los Ceaucescu. Los diarios digitales “El Confidencial” y “The Objective” han publicado información que afectaba a BG, que -aunque haya soliviantado a la pareja presidencial- no ha sido desmentida. 1) En septiembre de 2018, la empresa pública Red.es adjudicó un contrato de €750.000 a la empresa Inmark Europa de la que BG era socia. 2) En enero de 2020, Globalia y el African Center firmaron un Acuerdo por el que aquél financiaría a éste con €40.000 anuales. BG celebró varias reuniones con el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, y el conseguidor Victor de Aldama, para hablar de negocios. 3) El 3 de noviembre de 2020, el Gobierno concedió a Globalia un préstamo de 475 millones de euros para el rescate de “Air Europa”, y el 16 de marzo de 2021 otro de 320 millones, y Sánchez votó a favor de su concesión. 4) El 1 de julio de 2020, la UTE de Innova Next -empresa de Carlos Barrabé que financió la cátedra de la UCM- y Valley Digital Business School, consiguieron una subvenciones de 7.7 millones -pese a que otras tres compañías habían ofertado presupuestos inferiores-, y el 2 de julio de 2021 otra de 4.4 millones. BG firmó sendas cartas en las que apoyaba la petición de dichas subvenciones y se comprometió a colaborar en la ejecución de los contratos. 5) En 2022, el Ministerio de Transición Ecológica otorgó una ayuda de €96.397 a un proyecto contra la despoblación dirigido por BG. 6) Entre 2022 y 2023, BG centró sus actividades en la captación de fondos y en la estrategia para obtener fondos que concedía el Gobierno que presidía su marido..7) BG ha acompañado a su esposo en varios viajes oficiales a África y tuvo agenda propia. Son datos contrastados y no bulos. Además de la querella formulada por Manos Limpias, la Asociación “Hazte Oír” ha presentado otra querella contra BG por la posible comisión de un delito de tráfico de influencias -artículos 429 y 430 del Código Penal-. La Asociación ha alegado que Gómez se prevaleció de su condición de esposa del presidente del Gobierno para establecer relaciones comerciales y profesionales con diversas empresas, y que habría podido ofrecerse para influir ante su esposo a fin de que se concedieran subvenciones y ayudas públicas a algunas de estas empresas. Como comentó el director de “El Confidencial”, Nacho Cordero, aunque fuera normal que las empresas que concurrían a concursos públicos presentaran cartas de aval de personas o entidades, estéticamente no quedaba bien que la firmante de las mismas fuera la esposa del presidente del Gobierno que concedía dichas ayudas. Yo añado que también lo es éticamente, porque la mujer del César no solo debería de ser honrada, sino parecerlo. A juicio de Miriam González de Clegg, el caso de BG demostraba que disponer de normas éticas sobre la conducta de las esposas de los políticos no solo era bueno para la sociedad, sino que también protegía a ellos y a sus familias, y ha comentado con sorna que, si ella hubiera hecho lo que Gómez cuando su marido era viceprimer ministro, habría sido quemada en Trafalgar Square. PS ha culpado a las derechas de presionar a su mujer, pero debería culparse a sí mismo porque, de haber establecido un sistema con reglas claras sobre la cuestión, BG no habría tratado con las empresas que la financiaban. Sánchez no ha mostrado el menor interés en resolver el problema e incluso se ha negado a facilitar a la Oficina de Conflicto de Intereses del Grupo de Estados contra la Corrupción la información sobre los ingresos de su cónyuge que éste le había sido solicitado, so pretexto de la protección de datos personales, y pese a que el Grupo le había instado a que acabara con el oscurantismo, al ser su esposa titular de una empresa de captación de fondos públicos. Según Carlos Segovia, BG aceptó el patrocinio de Globalia a sus proyectos, lo que suponía como mínimo una gran imprudencia, aunque no hubiera quedado acreditado que mediara en la concesión de la ayuda estatal a la empresa. Esto lo tendrá que decidir el juez cuando realice las correspondientes diligencias, pero, en cualquier caso, no huele demasiado bien. La situación de BG resulta aún más llamativa si se compara con la de Ayuso. PS se ha rasgado las vestiduras por el inadmisible acoso a su esposa, pero ha seguido con aquélla una táctica mucho peor de la que se queja que se ha aplicado a su consorte. BG se dedicaba a la captación de fondos que concede el Gobierno de su marido y empresas que la financiaban han recibido subvenciones del mismo. La pareja de Isabel, Alberto González -que realizó un supuesto fraude a la Hacienda cuando todavía no era pareja de la presidenta- no ha recibido subvención alguna de la Comunidad de Madrid, y resulta delirante que se culpe a Ayuso de los delitos que haya podido cometer un particular con el que no tenía relación alguna cuando los cometió. PS, sus ministros y los diputados de la Asamblea de Madrid la han acusado de corrupta e incluso de asesina, y pedido reiteradamente su dimisión. Item más, la Fiscalía de la Audiencia Provincial -por orden de la Fiscalía General del Estado- hizo públicos datos confidenciales de las negociaciones entre el abogado de González y la Fiscalía, en violación de la Ley General Tributaria, y el fiscal general del Estado, Álvaro García, ha ordenado a dicha Fiscalía que se oponga la tramitación de la querella que González ha presentado por la flagrante violación de sus derechos. Los Tribunales deberán decidir tanto sobre si BG ha incurrido en ilícito penal, como si se han violado los derechos de González. “No te vayas todavía, no te vayas por favor” En su libro “Pedro Sánchez y el síndrome de Narciso: De la socialdemocracia al socialismo autócrata”, Luis Aramburu ha mantenido que PS cumple con 9 de los 10 parámetros definitorios del narcisismo. Amará mucho a su mujer y a su familia, pero, por encima de todo, se ama a sí mismo. Para Arcadi Espada, en el PSOE, el presidente es respetado, admirado y temido, pero no inspira sentimientos de amor del bueno. Él lo necesita y, con prepotencia, lo exige. Ésta es una de las razones por las que -según Rafa Latorre- se ha regalado a cuenta de todos los españoles cinco días de narcisismo para que le pidan que prolongue durante algún tiempo más su frentismo. “Nada resulta tan patético como el gesto del Narciso que dice que está pensando en irse para que le rueguen que se quede”. Los dirigentes socialistas han acudido en tromba a Ferraz para mostrarle quién lo adoraba más, aunque no tanto la parroquia, que apenas ha atendido al llamamiento del partido, pese al flete de más de100 autobuses, los bocadillos de rigor y la excursión gratis a Madrid. Puede que fuera porque no han querido imitar las romerías de los sindicatos verticales de la tan denostada época del franquismo, aunque sus dirigentes -Pepe Álvarez y Unai Sordo- han participado en una manifestación cultural junto a los supervivientes de la Cofradía de la Ceja. La presencia de menos de 12.000 entusiastas en la sede socialista y otros 5.000 más frente a las Cortes no parece que haya supuesto una clamorosa muestra de aprecio por el Ausente. Los que sí han estado al nivel que de ellos esperaba han sido los miembros del Comité Federal, liderados por la vicepresidenta Montero, que -golpeándose enfebrecida el pecho como una orangutana- exclamaba: “Unos señalan con mentiras y burlas, otros las difunden y, al final de esta cadena, los últimos, los más cobardes de todos, los que tiran la piedra y esconden la mano -como hace el señor Feijoo- intentan sacar tajada de la infamia para conseguir con otros medios lo que no pudieron conseguir en las urnas. No hay derecho a aceptar que, en la responsabilidad política que ocupamos, vaya implícita la penitencia de ver sufrir a quienes más quieres por lo que tú haces […] Begoña, compañera, estamos todas contigo”. Sin venir mucho a cuento, Óscar Puente recordó a su abuelo, quien en 1939 estuvo a punto de ser fusilado por “rojo”, María Chivite a los que recurrían a los insultos y al acoso, y Eneko Andueza a “los socialistas asesinados en las cunetas y en las tapias de los cementerios”, y a los que, como él, tenían que “mirar a diario los bajos de sus coches y despedirse de los suyos por si no volvían”. No se acordó de los muertos del PP y de las fuerzas de seguridad que -de haber conservado la vida- no habrían acudido a homenajear a quien había pactado con sus asesinos y los había hecho socios de su Gobierno. La prédica más original fue la de la vicepresidenta Teresa Rivera, que no plujo a todos los manifestantes: ”Nos pueden llamar perros, porque somos fieles y leales”. Se produjo tal exaltación del culto a la personalidad de PS que ni en Pyonyiang (República Popular de Corea). Al son de la canción de Rigoberta Bandini “Me gustaría ser el perro de mi perro”, socialistas de todo cuño confraternizaron y bailaron en la calle en una apoteosis final. Faltó por cantar las sevillanas “No te vayas todavía, no te vayas por favor, porque el escaño mío llora cuando dice adiós”, quizás porque María Jesús temiera a que le pudieran recordar la música de los ERE andaluces. He echado de menos la presencia de Pedro de la Mancha, que confesó que había llorado como un niño cuando leyó la lacrimógena misiva de su tocayo. En vez de escribir cualquier bobada sentimentaloide, debería filmar una versión actualizada de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, con la Montero de protagonista y como actriz secundaria la ministra de Igualdad, Ana Redondo, famosa por sus alaridos de“!Verguenza!” en el Congreso. A pesar del escaso entusiasmo mostrado a favor de la permanencia del amado líder, éste -que con bien poco se ha conformado- se ha sentido tocado en su corazón y, sacrificándose por la nación, ha dicho como el cómico argentino Joe Rigoli: “Yo sigo”. Resultado de la reflexión presidencial A las 11 de la mañana del día 29, PS hizo pública su esperada declaración institucional, en las que reveló las conclusiones a las que había llegado tras sus ejercicios espirituales: “He decidido seguir, con más fuerza si cabe, al frente de la presidencia del Gobierno de España. Esta decisión no supone un punto y seguido, sino un punto y aparte”. Carlos Alsina se ha preguntado si se trata de un punto y aparte o de un punto en boca, porque Sánchez se ha comprometido a regenerar la democracia y, cuando un autócrata promete hacer semejante cosa, los demócratas deben echarse a temblar, Si PS quiere dar un golpe de timón en la gobernación de nuestro país, lo correcto sería que consultara a los españoles en unas elecciones, pero no lo hará porque las urnas las carga el diablo y “de los escarmentados nacen los avisados”. PS -que tanto ha embarrado el país- ha afirmado que hay que impedir que el fango colonice impunemente la vida pública y luchar contra los movimientos reaccionarios que aspiran a imponer su agenda regresiva, mediante la desinformación, la falsedad, el odio y las amenazas, a través de un rechazo colectivo, sereno y democrático, más allá de las siglas y las ideologías, que él se compromete a liderar con firmeza. Sus palabras no pueden sonar más falsas porque no admite más ideología que la suya y ha levantado un muro frente a los que no están de acuerdo con él, a los que sitúa en la ”fachosfera” y a los que niega la posibilidad de gobernar, porque solo reconoce su propia legitimidad. Sus opositores no son adversarios políticos, sino enemigos existenciales a los que hay que eliminar. Se ha apropiado de la democracia, a la que identifica consigo mismo conforme a los dogmas populistas, ha vaciado de contenido al poder legislativo, y pretende dominar los dos únicos poderes que escapan a su completo control: el judicial y el mediático. El Gobierno se aprovecha de los medios de comunicación que controla, como RTVE. Así, su superestrella Silvia Intxaurrondo atacó a sus colegas en “La Hora de la 1”, afirmando que los periodistas estaban perdiendo la vergüenza y no se podía tragar el sapo del seudo periodismo de las falsedades y de los bulos. Después dio paso a la periodista podemita Laura Arroyo, quien instó a PS a que “tocara” al Poder Judicial e interviniera directamente los medios de comunicación que no eran tales y a los periodistas corruptos, para que dejaran de ejercer de cloacas mediáticas, porque sin ellos no existiría el “lawfare”. Ya pueden irse preparando los jueces y los periodistas no adictos al régimen para lo que se le va a venir encima con la “regeneración democrática” de Sánchez, que no será regeneración, ni será democrática. ¿Es España una democracia plena? PS ha afirmado en numerosas ocasiones que España era una democracia plena y un ejemplo de calidad democrática, aunque ahora lo ponga en duda, porque aprecia una mayúscula conjura derechista en la que jueces, partidos, medios de comunicación y asociaciones mafiosas se han concertado para no dejarlo gobernar. Por culpa de estas maniobras, el PSOE solo ha podido gobernar durante 27 años, mientras que el anti demócrata PP, lo ha hecho durante 15. España sigue siendo una democracia plena, pero el problema radica en que su presidente no es demócrata. Baste mencionar su oposición a dos de sus principios básicos: la alternancia en el poder y la independencia judicial. Desde el pacto del Tinell a los acuerdos con los partidos separatistas, el PSOE ha intentado impedir que el PP acceda al poder, negando el imperativo democrático de la alternancia de partidos en el Gobierno. PS ha alzado un muro y lanzado a las tinieblas exteriores a la mitad de la población española, porque la democracia solo está encarnada en él. No admite los contrapoderes, ni la crítica de la oposición, y las sesiones de control parlamentario son un lamentable espectáculo, en el que el presidente y sus ministros violan sin cesar el artículo 111 de la Constitución, que establece que el Gobierno y sus miembros están sometidos a las interpelaciones y preguntas que se le formulen en las Cámaras. No contestan a ninguna de ellas y se dedican a insultar a la oposición, ante el dontancredismo de la sectaria presidenta del Congreso Francina Armengol. El culmen del menosprecio de PS por la democracia ha sido la compra de los siete votos de JxC para mantenerse en el Gobierno, mediante el pago en especie de la concesión de una ilegal amnistía a los sediciosos catalanes. PS Ha hecho cuanto estaba en su mano para tratar de controlar al Poder Judicial: conversión de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía General en órganos del Gobierno, control del Tribunal Constitucional mediante la designación como jueces de antiguos ministros y altos cargos de su Gobierno, e intento de colonizar el Consejo General del Poder Judicial para poder controlar el Tribunal Supremo -última aldea rebelde en el territorio comanche de Sánchez-, mediante la privación de la potestad del Consejo de hacer nombramientos de magistrados y su negativa a cumplir la recomendación de la UE de que los miembros de procedencia judicial sean elegidos por los jueces. Como ha dicho en su apoyo el secretario general CC.OO, el jurista Sordo, es una bobada que los jueces elijan a los jueces. Quien sí es jurista -pese a que no se note-, Yolanda Díaz, ha afirmado que el artículo 122 de la Constitución obliga a renovar el CGPJ al PP, pero también al PSOE, aunque esta tarea no corresponda al Gobierno sino a las Cortes, que ni lo han intentado. PS ya trató substituir el quorum de 3/5 por el de mayoría simple para el nombramiento de sus miembros y ahora parece que va a volver a las andadas. Está por cubrir 1/3 de los magistrados del TS y, si se tiene en cuenta el precedente de la cúpula de la carrera fiscal -en la que la inmensa mayoría de los tenientes fiscales designados por Dolores Delgado y Álvaro García son miembros de la minoritaria Unión Progresista de Fiscales-, cabe prever lo que ocurrirá si el PSOE consigue controlar el CGPJ: Hasta los bedeles de la Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia podrán acceder al TS a pesar de su carácter minoritario, porque se habría agotado el número de jueces miembros disponibles. La situación actual fue magistralmente descrita en un editorial de “El País” titulado “El gran crispador”:“Todo gobernante, cuando se siente en apuros, acostumbra a presentarse como una víctima de alguna conspiración y a presentar a la oposición como el agente de la subversión. El guion es conocido. El presidente lo ha hecho suyo y, a este paso, dejará a España con una fractura política y social sin precedentes en la historia de la democracia”. El problema es que este clarividente dictamen fue redactado en 2003 y su destinatario no era PS, sino Aznar, y no creo que el portavoz oficioso del Gobierno esté dispuesto a reproducirlo “hic ac nunc”. La insólita “performance” de PS es una mezcla de esperpento y de telenovela venezolana. La inmensa mayoría la ha calificado de docudrama y de monumental farsa. “The Economist” ha llamado “Drama King” a Sánchez, que ha sido objeto del ludibrio internacional, y -como ya advirtió Josep Tarradellas- a un político le resulta difícil volver del ridículo. Incluso una periodista tan experimentada como Lucía Méndez -que creyó ingenuamente en la sinceridad de Sánchez- ha concluido defraudada que el presidente no se ha comportado con el rigor y la responsabilidad que exigía su alta magistratura, y se ha mostrado capaz de todo -incluso de utilizar a su familia- para fortalecer su posición política. Ha tenido en vilo al país y al mundo entero para que sus deudos salieran a la calle en procesión para pedirle entre lágrimas que no se fuera, y su actuación ha sido inexplicable. Cayetana Álvarez de Toledo ha comentado que PS se ha erigido en portavoz y líder del “lawfare”, y pretende criminalizar a jueces y a periodistas. Ha realizado una treta guerracivilista y, con su incitación al cainismo y al frentismo, fomenta la polarización y el enfrentamiento entre las dos Españas. Sánchez ha quedado hecho polvo tras el fracaso de su lacrimosa misiva, pero al menos puede decir con Francisco de Quevedo que es “polvo enamorado”. Al quinto día resucitó y -como ha comentado irónicamente Alsina- el resucitado San Pedro mártir regresó del jardín de los olivos para imponer su reino. Se apareció en Barcelona a sus desconsolados discípulos, que le han preguntado angustiados “ ¿eres tú ,Señor? ¿qué será de nosotros cuando tu no estés?”. Reconfortados con la aparición, han proclamado -por boca de María Magdalena Montero- que estaban prestos a morir para defender la democracia. Lo mismo afirmaron los líderes de los sindicatos durante la manifestación del 1 de mayo, que, más que una concentración sindical, ha sido una manifestación ministerial, en la que han empuñado la pancarta dos vicepresidentas y nueve ministros, al frente de una famélica legión de menos de 10.000 personas. Si la regeneración de la democracia solo se basa en esta escuálida concentración de parias de la tierra, le veo poco futuro a la gran misión que PS se ha impuesto. Sánchez podría haber hecho como el primer ministro de Escocia, Humza Yousaff , quien –tras meditar tan solo durante un fin de semana- llegó a la conclusión de que era mejor pasar el timón a otro y no comprometer sus valores y principios, pero, Sánchez -que carece de principios- es Pedro y, sobre su piedra personal ha levantado su Iglesia. Ha cruzado irresponsablemente todas las líneas rojas posibles en el campo de la política y de la ética y, con semejante bagaje, resulta imposible que pueda regenerar a España y, menos aún, regenerarse él. Madrid, 3 de mayo de 2024

Pese a la consigna de moda de "zorrear", no debemos hacerlo

PESE A LA CONSIGNA DE MODA DE “ZORREAR”, NO DEBEMOS HACERLO Del 7 al 11 de mayo se está celebrando en Malmoe el 68° Festival de la Canción de Eurovisión, en el que España está representado por la cantante Mary Bas, con la canción “Zorra”, de la que es autora. Resultados de España en el Festival de la Canción de Eurovisión España es una de los “cinco grandes” de Eurovisión, que tiene asegurado el pase directo a la fase final del concurso anual de canciones. El Festival fue creado en 1956 y España participó por primera vez en 1961, con gran éxito al principio, pues ganó el concurso dos años consecutivos -1968 y 1969-, con las cantantes Massiel y Salomé. Desde entonces no ha vuelto a ganar y se ha tenido que conformar con quedar en segundo lugar en cuatro ocasiones -1971, 1973, 1979 y 1995-, y en tercer lugar en otras dos -1986 y 2022-. Especial relevancia tuvo la espléndida canción del Grupo Mocedades “Eres tú”, una de las mejores que han pasado por el Festival. Durante mi período como embajador en Irlanda, tuve ocasión de asistir en persona al concurso de 1988 celebrado en Dublín, en el que representó a España el Grupo “La Década Prodigiosa”, que tuvo -a mi juicio- una meritoria actuación, aunque solo terminará clasificado en 11° lugar. Claro que sobre gustos no hay nada escrito. En los últimos 30 años, España ha tenido una actuación en el Festival manifiestamente mejorable y ocupado las últimas posiciones en la clasificación, salvo en 2022, en el que Chanel consiguió un honroso tercer puesto. Especialmente desastrosa fue la actuación en 2008 de Chiquilicuatre, que fue una auténtica caricatura, un menosprecio al Festival y una tomadura de pelo a sus auditores, lo que supuso un desprestigio para España. Algo similar puede pasar con la canción de hogaño, “Zorra”, con la diferencia de que la no-actuación de Chiquilicuatre -con su guitarra de juguete- fue ridícula pero inofensiva, mientras que la de Bas y sus fornidos bailarines es, además de ridícula, ofensiva. Hace años que dejé de seguir el festival por TV a causa de su continua degradación y el espectáculo dejó de ser de mi gusto. Selección de la canción que participa en el Festival El pasado mes defebrero, el dúo “Nebulossa”, formado por la cantante “pop” María Bas -de 55 años- y su esposo, el productor Marc Dasousa, ganó de forma inesperada el “Benidorm Fest”, en el que se seleccionaba la canción y el artista que deberían representar a España en el Festival de Malmoe. La letra de la canción ganadora es francamente provocadora al ensalzar la figura de la “zorra”, palabra peyorativa que, en una de sus acepciones, se equipara a la de “prostituta”. La canción no tiene desperdicio y, para que puedan comprobarlo, la reproduzco en su integridad: “Zorra, zorra, zorra Zorra, zorra, zorra Ya sé que soy solo una zorra, que mi pasado te devora. Ya sé yo que soy la oveja negra, la incomprendida, de piedra. Ya sé que no soy quien tú quieres (lo sé) entiendo que te desesperes (lo sé), pero esta es mi naturaleza. Cambiar por ti me da pereza. Estribillo: Estoy en un buen momento. Solo es cuestión de tiempo. Voy a salir a la calle a gritar lo que siento a los cuatro vientos. Si salgo sola, soy la zorra. Si me divierto, la más zorra. Si alargo y se me hace de día, soy más zorra todavía. Cuando consigo lo que quiero (zorra, zorra), jamás es porque lo merezco (zorra, zorra) y aunque me estoy comiendo el mundo no sé valorar ni un segundo. Estribillo Estoy en un buen momento (zorra, zorra), reconstruida por dentro (zorra, zorra) esa zorra que tanto temías se fue empoderando y ahora es una zorra de postal (zorra, zorra, zorra), a la que ya no le va mal, a la que todo le da igual. Lapídame, si ya total soy una zorra de postal. Yo soy una mujer real (zorra, zorra ,zorra) y si me pongo visceral (zorra, zorra, zorra), de zorra pasaría chacal, metido en un zarzal, soy una zorra de postal (zorra ,zorra, zorra). Estribillo Estoy en un buen momento (zorra, zorra, zorra) reconstruida por dentro (zorra, zorra, zorra). Esa zorra que tanto temías se fue empoderando y ahora es una zorra de postal”. Su valor literario está bajo mínimos y no puede haber en el texto más zorras por metro cuadrado, pues hasta 45 veces se pronuncia la palabra mágica y, cuando Bas cantaba el verso “si alargo y se me hace de día”, el público enardecido coreaba: “soy más zorra todavía”. La nueva diva, ensalzada hasta el punto de ser calificada como “nuestra Madonna”, ha afirmado que se trata del “himno a la emancipación de la mujer, que hace lo que quiere sin dar explicaciones a nadie”. Para algunos comentaristas, hay acordes de” Zorra" que fusilan canciones de Rigoberta Bandini -concretamente “ In Spain We Call It Soledad”-y, como su mismo nombre indica, ya las ”Vulpes” en los años 80 querían ser unas zorras, y lo mostraron con su canción “Me gusta ser una zorra”, que provocó la dimisión de Carlos Tena de su puesto en RTVE por difundir la canción en la cadena. “Nihil novo sub sole” –“no hay nada nuevo bajo el sol”- y, si no, que se lo pregunten a Pedro Sánchez, que es maestro en el arte del plagio. Según la Real Academia Española de la Lengua, es perfectamente posible que un término peyorativo obtenga matices positivos si la población decidiera cambiar su uso o su sentido, y Bas parece haber conseguido, tras unas pocas intervenciones televisivas, transformar un insulto en una expresión de moda, que has circulado cómodamente por todos los medios de comunicación. La cantante considera que ha logrado cambiar el aspecto negativo de la palabra ”zorra” y la gente ya la usa con total libertad y exclama sin complejos: ”Me siento zorra, súper zorra”. Tras alzarse con el micrófono bronce del Benidorm Fest, les dijo a sus seguidores: “Sois fabulosas y vamos a salir zorreando”. Para Eduardo Álvarez, la canción supone “empoderamiento femenino, liberación individual, canto a que cada cual se sienta como quiera, combate al edadismo: […] Todos somos zorras o hemos querido serlo”. Es un himno que trasciende con mucho lo musical y, toda vez que el jurado y el televoto habían perdonado a la vocalista de Nebulossa su falta de garganta y su notables limitaciones escénicas, cabía preguntarse si nos importaba más “zorrear” que intentar ganar. “Pues venga, zorreemos”. Reacciones a la canción A Sánchez parece haberle gustado la canción de marras y ha aprovechado gustoso la ocasión para practicar su deporte favorito de polarizar. Así, en una entrevista en la Sexta dijo que a la fachosfera no le gustaba “Zorra” porque prefería el ”Cara al sol”. Bueno, si me obligaran a elegir -y al margen de consideraciones ideológicas- no habría color entre el bodrio de Bas y un himno compuesto por poetas reconocidos como Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo, José María Alfaro, y Rafael Sánchez Mazas. A cada cual lo suyo. Para David Lema, en el muladar de la conversación pública, Sánchez ha conseguido situar a “Zorra” en zona de guerra civil, para enfrentar a los españolitos entre los que cantan el himno falangista -mitómanos empedernidos- y quienes recitan rompedorcísimos versos “woke”.El tiro, sin embargo, le ha salido por la culata, en opinión de Maite Rico, porque la canción ha soliviantado a connotadas feministas, incluso dentro de su propio partido. Así, el Movimiento Feminista de Madrid publicó el 5 de febrero un comunicado titulado “Empoderamiento zorruno y exaltación del feminismo”, en el que manifestaba su rotunda queja por la elección de la canción para el Festival de Eurovisión y solicitaba su retirada, porque la composición insultaba a las mujeres de manera machista. Era un despropósito la pretensión de presentar el agravio de repetir insistentemente la palabra “zorra ” como empoderamiento de la mujer, y la letra de la canción resultaba una afrenta a la razón y al Movimiento de los Derechos de las Mujeres, y encima calificarla de feminista. El Movimiento llegó a las siguientes conclusiones, con las que concuerdo plenamente: 1) El insulto de “zorra” era violencia verbal contra las mujeres, a cuyas víctimas de la violencia machista se las maltrataba a diario utilizando esa palabra; festejar un término que suponía una humillación para la mujer era una fórmula de victimización pública. 2) En la canción se repetía hasta en 45 ocasiones el insulto de “zorra” dirigido a la mujer, y el significado de esta palabra formaba parte del arsenal básico de su menosprecio; la repetición intensiva del insulto convertía toda la composición en un vehículo de la misoginia. 3) Alegar que la canción suponía el empoderamiento de las mujeres era insultar a la inteligencia, pues su resultado era la banalización social de la injuria; asumirse como zorras y normalizar un agravio no empoderaba a ninguna mujer, sino que, antes al contrario, allanaba el camino a que las adolescentes asumieran como normal la perversa mirada machista sobre ellas y proporcionaba una coartada a los comportamientos machistas. 4) La promoción de la canción por parte de RTVE suponía la normalización del insulto a las mujeres en la sociedad, incluido el público más joven, y difícilmente se podría reconvenir a los escolares cuando insultaran a sus compañeras al llamarlas zorras si les estábamos asegurando que a ellas les gustaba y que eso era feminismo. 5) Este insulto a la mujer era contrario a los principios y valores que debían guiar a unos entes públicos de comunicación como RTVE y la Unión Europea de Radiodifusión. El embellecimiento de la palabra “zorra” dirigida a una mujer con intención de insultarla es un flaco servicio a la causa del feminismo por quienes presumen de progresistas, como puso de manifiesto el atinado comunicado del Movimiento Feminista de Madrid. Es significativo el hecho que el diputado del PSOE en las Cortes de Castilla y León, Ángel Hernández, tuviera que dimitir de su cargo tras su detención por violencia de género contra su pareja. El diputado fue detenido por la policía cuando aporreaba la puerta de la casa de aquélla en Soria, mientras gritaba: “!Abre la puerta, zorra!’. Para los buenistas defensores de la canción, semejante improperio era solo un calificativo cariñoso que empoderaba a la agredida. Según una encuesta realizada por Sigma-2 a raíz de la selección de la canción “Zorra” para que representara a España en el Festival de Eurovisión de Malmoe, el 52.9% de los encuestados -frente al 34%- se mostraron contrarios a dicha elección, 60.7% -frente al 26.5%- creía que la canción no empoderaba a la mujer, y 59.3% -frente a 28.1%- estimaba que no defendía el feminismo. Creo que son datos bastante evidentes de la oposición de la mayoría de la sociedad española a la trivialización que de las mujeres se hace en la canción seleccionada, porque -en vez de empoderarlas- las desempoderan y las dejan desprotegidas ante la violencia de género. Jorge Bustos ha comparado el documental sobre la génesis de “We Are the World” con la final del Benidorm Fest, que ha desembocado en la selección de la canción ”Zorra”. Desmoralizaba el contraste del documental con la canción, “ese mundillo de egos irrelevantes en busca de atención inmerecida. De una causa real-el hambre- a otra impostada -el edadismo-, del Olimpo artístico al amateurismo vergonzante, de la toma de conciencia de los mejores a la egolatría de la vulgaridad, de un altruismo casi ingenuo al cinismo orgulloso, de la composición legendaria al plagio desorejado de las Vulpes, cuando la subversión sexual suponía atrevimiento”. Conclusiones El pasado verano publiqué un artículo en “Sevillainfo”, titulado “Zorras: Creciente sexualización de la sociedad y sus efectos sumamente nocivos en los adolescentes”, con motivo del lanzamiento en Antena 3 de la serie televisiva “Zorras”, en el que advertía de la excesiva sexualización de la sociedad y de su plasmación en series de la TV, que se emitían de manera normal en cadenas de información general en horarios de gran audiencia, que estaban al alcance incluso de menores de edad. En esta misma longitud de onda cabe situar la selección de la canción “Zorra” para que represente a España en el Festival de Eurovisión de Malmoe, que -como en el caso de la serie homónima- exalta una sexualidad equivocada y un regodeo en la vulgaridad y el mal gusto, que se pone de manifiesto en la presentación del espectáculo: una diva con voz cansina como consecuencia del paso de los años, escoltada por un par de robustos maromos, tatuados y travestidos con corsés y ropa interior femenina, lo que supone una actuación burda, soez, amoral y/o inmoral, ajena a cualquier canon de belleza estética o de principios éticos. Los expertos televisivos tratan de ennoblecer este paupérrímo espectáculo con comentarios grandilocuentes. Así, Daniel Borrego ha afirmado en “RTVE Música” que la canción nos invita a reflexionar entre la libertad y la autoexpresión. Los automarginados de la sociedad encuentran en “Zorra” refugio y libertad para ser ellos mismos. Nebulossa nos llevaba de la oscuridad a la luz y y consagraba la libertad, la autenticidad y el amor (¿?). Rico ha dicho entender a quienes les hace gracia la canción y a quienes abominan de ella, al rechazo feminista y a que a Nebulossa “se la bufe”, pero con lo que no podía estar de acuerdo era con los que intelectualizaban la canción, que no es transgresora ni empoderante, sino un artificio festivalero y oportunista sin mayor recorrido. “Que si ‘Zorra’ rompe moldes, que si es pluralidad y diversidad, que si da cultura, abre caminos y genera nuevas visiones… Como no sea la de los culos depilados de los dos tipos en corsé que acompañan a la cantante […] Que estarán muy bien, pero que no ameritan un análisis semántico”. Se trata de una canción zafia y vulgar que ofende a las mujeres y al buen gusto. Por mucho que me insten Mary Bas y sus corifeos, no voy a “zorrear”, sino que -antes al contrario- criticaré el oportunista “zorreo” y me opondré a él en la medida de mis modestas posibilidades, tanto por razones éticas como estéticas. Madrid, 8 de mayo de 2024