SENTENCIA DE LOS ERE: LA
JUSTICIA ES LENTA PERO SEGURA
Cuando
hoy leía con alivio y satisfacción la sentencia de la Audiencia Provincial de
Sevilla sobre el caso de los Expediente de Regulación de Empleo (ERE), me
acordé de una iglesita en el norte de Inglaterra en la que vi una antiquísima
chimenea de hierro en cuya tapadera había grabada una tortuga y las palabras: “lenta, pero segura”. La lenta tortuga
judicial ha llegado al fin en su parsimonioso caminar a la capital andaluza. Parafraseando al gran Federico García Lorca
podría decirse “voces de muerte –judicial, por supuesto- se oyeron cerca del
Guadalquivir”.
He seguido
paso a paso el prologado proceso de los ERE. Han tenido que transcurrir más de nueve años desde que “El Mundo”, tirando informativamente de
los hilos del caso Mercasevilla, sacó a la luz pública en 2010 los indicios de
una trama de corrupción institucional generalizada en la Junta de Andalucía. No
era más que la punta del iceberg de lo que devendría el “caso de los ERE”, el
mayor caso de corrupción en la historia de España, que reveló –como ha atestiguado
el entonces director del periódico en Andalucía, Francisco Rosell- que la Junta
“era un patio de Manipodio –no en
vano Miguel de Cervantes situada a sus pícaros Rinconete y Cortadillo a la vera
de la Giralda- en el que la corrupción no
era una malformación del sistema, sino el sistema mismo”.Ante la
defraudación consentida de más de 679 millones de euros, un periódico llevó a
la puerta del Juzgado unas indagaciones en las que el periódico y sus
profesionales “se dejaron girones no sólo
de papel, sino de piel”.
La heroína
de la historia –a la que quiero rendir homenaje en este artículo- fue Mercedes Alaya,
titular del Juzgado nº 6 de Sevilla, quien, contra vientos y mareas, se atrevió
a imputar al ex-Consejero de Empleo, Antonio Fernández, en un demoledor auto en
el que acusaba a la Junta de haber ideado un “fondo de reptiles” para “institucionalizar la arbitrariedad y la discrecionalidad en la
concesión de ayudas públicas, permitir un uso extraordinariamente abusivo en el
manejo de de fondos públicos y poder
regalar fraudulentamente ayudas a un
extensísimo grupo de personas físicas y
jurídicas, cuyos privilegios procedían de ser personas o entidades próximas a a
los cargos de la Junta de Andalucía y del PSOE andaluz”.
Era demasiado para una Junta que
gozaba de absoluta impunidad en su
cortijo andaluz, donde llevaba reinando desde hacía 39 años. De inmediato, puso
toda clase de obstáculos a la actuación judicial –negativa a entregar
documentos, expurgo de los mismos, acusación de retraso en la instrucción,
indefensión de los acusados…-. Llegó a personarse como acusación particular
para, desde dentro del proceso, seguir obstaculizando la tramitación del
proceso. Tras el procesamiento de Fernández, recurrió la imputación y asumió su
defensa, dándose la paradoja de que el fiscal se convertía en abogado. No le
bastó con eso, sino que inició una campaña insidiosa y calumniadora contra la juez, dirigida en lo político por
Alfonso Guerra y en lo jurídico por el Consejero de Justicia, Emilio de Llera
–fiscal de profesión para más inri-, en complicidad con las más altas instancias
judiciales. Así, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía,
Lorenzo del Río, maniobró para apartarla del caso y el Presidente del Tribunal
Supremo, Gonzalo Moliner, la amenazó con expedientarla.
La posición
de Alaya se vio fortalecida con el auto del instructor del TS, Alberto Jorge,
en el caso de los aforamientos de Manuel Chaves y de José Antonio Griñán, en el
que avaló la instrucción de la juez. No obstante, los despiadados ataques, incluso
personales, minaron su salud y sufrió una depresión y neuralgia de trigémino,
que la hicieron tirar la toalla. Recibió la “patada hacia arriba” y pasó a la
Audiencia Provincial, en donde trató de obtener una comisión de servicio para seguir
con la instrucción del caso, pero se la negaron. Rosell ha destacado la
entereza de una magistrada a la que las autoridades socialistas acusaron de subvertir
el Estado democrático en una tierra donde la que la corrupción “se encostró por la permisividad, cuando no
la connivencia de los obligados, por juramento y sueldo, a perseguirla”. A
riesgo de ostracismo social, Alaya no sólo enfrentó en clara inferioridad de medios a “una soledad incómoda, pero inevitable,
cuando se trata de decir la verdad al poder”.
Alaya fue sustituida por María
Núñez Bolaños, que pronto empezó a deshacer la la ímproba instrucción realizada
por su antecesora. Troceó la macro-causa para supuestamente agilizar la
actuación judicial, separando la `pieza más política de los mini-casos generados por cada una de las
ayudas concedidas irregularmente por la Junta, que el fiscal Juan Enrique Egocheaga
ha cifrado en unas 270. Núñez archivó algunos casos, permitió que otros prescribieran,
egó la realización de pruebas y ralentizó la investigación- Por ello ha sido
denunciada por la Fiscalía Anticorrupción ante el Consejo General del Poder
Judicial, que la está investigando.
Yo me temía
lo peor por la actuación de Núñez y por las presiones que la Audiencia
Provincial recibía desde la Junta y otras altas instancias o personalidades
políticas, e incluso judiciales, pero mi fe en la justicia –al fin y al cabo
soy hijo de juez y he mamado el respeto por ella- me ha permitido conservar la
esperanza, que ahora se ha visto recompensada con la ejemplar sentencia de la
Audiencia sevillana.
De los 21
acusados, sólo han sido absueltos los dos funcionarios implicados –el
Interventor General, Manuel Gómez, y el Jefe de los Servicios Jurídicos, mi
buen amigo Francisco del Río-, mientras que los otros 18 –todos ellos
políticos- han sido condenados por los delitos de prevaricación y malversación.
Entre ellos se encuentran dos antiguos Presidentes de la Junta –Chaves, que
además de Ministro fue Vicepresidente del Gobierno, y Griñán, que fue asimismo
Consejero de Economía y Hacienda y Ministro de Trabajo y de Sanidad-, seis
ex-Consejeros –incluida la antigua Ministra de Fomento y Consejera de Economía
y Hacienda, Magdalena Álvarez-, tres ex-Viceconsejeros y diez Directores
Generales. Las penas de prisión han correspondido a Antonio Fernández y Javier
Guerrero -7 años y 11 meses-, José Antonio Viera, Francisco Vallejo, Juan
Márquez y Agustín Barrera -7 años-, Miguel Ángel Serrano -6 años y 6 meses-, y
José Antonio Griñán, Carmen Martínez Aguayo y Jesús Rodríguez -6 años-. Todos
ellos –incluidos Chaves y el antiguo Secretario de Estado Gaspar Zarrias- han
sido condenados a inhabilitación especial de entre 9 y 19 años y medio.
Según la sentencia, la Junta de Andalucía
instauró un sistema para burlar los
controles de la Administración autonómica y repartir a su antojo ayudas por
valor de 679.432.180 euros a trabajadores y a empresas, prescindiendo de los
procedimientos de control legales establecidos con la complicidad de todos los
condenados, que eran conscientes de la ilegalidad de las ayudas. Las decisión
sobre las mismas no provenían sólo de la Consejería de Empleo sino del conjunto
del Gobierno, que aprobó numerosas modificaciones presupuestarias para hacer
transferencias ilegales y dar cobertura legal a un procedimiento que permitía manejar
el dinero público sin dar cuenta a nadie, partíendo del programa con el que el
PSOE se había presentado a las elecciones. La base jurídica para semejante
actuación se encontraba en el Acuerdo-marco concertado en 2001 entre el Consejero de
Empleo y el Presidente del Instituto de Fomento de Andalucía, que se celebró
sin haber recibido el preceptivo informe de los Servicios Jurídicos de la
Junta, no fue trasladado al Interventor General y nunca fue publicado. Este Acuerdo
permitió la creación de un incontrolado “fondo de reptiles”, del que se transmitían fondos al IFA y a la Agencia de
Innovación y Desarrollo de Andalucía, que actuaban como cajas pagadoras de las
ayudas socio-laborales concedidas al margen de la ley, a sabiendas de que no
podían obras como tales en los supuestos de subvenciones excepcionales. La ley
nunca permitió que, con cargo a las transferencias de financiación, se
concedieran subvenciones socio-laborales ni de ninguna otra clase.
Respecto al
argumento de la defensa de que los Presidentes no estaban al tanto de las ayuda,
la Audiencia no lo consideró creíble. Lo lógico era que la modificación del
procedimiento por el que se concedían las ayudas no sólo lo conociera el
Presidente del Gobierno andaluz, sino que lo tuviera que aprobar. Le parecía impensable que un cambio en las normas
de tal caldo pudiera ser decidido por los Consejeros de Empleo y de Hacienda
sin su consentimiento. Griñán ha sido condenado por su participación en la
elaboración de los presupuestos en los que se incluía la financiación de las
ayudas, por el conocimiento de la irregularidad del procedimiento y por el caso
omiso que hizo a las reiteradas advertencias del Interventor General sobre
tales irregularidades.
El PSOE ha alegado que no se había
producido una financiación del partido, porque éste no se había beneficiados de
tales subvenciones y ni Chaves ni Griñán, se habían enriquecido personalmente,
pero –como ha observado Carlos Mármol- no han sido juzgados por ninguno de
estos motivos. Su responsabilidad como gobernantes era sistémica, pues se
amparaban en un sistema perverso que hurtaba cualquier mecanismo de control el
reparto discrecional de dinero público a
sabiendas de su ilegalidad. Que ese
dinero no financiara directamente al PSOE y que sus dirigentes no se quedaran
con parte del botín no los convertía en inocentes. Fueron culpables de permitir y facilitar una estafa mayúscula
que permitía a empresarios y intermediarios afines al partido, ajenos a cualquier
interés social o público, lucrarse sin freno gracias a los despidos de
trabajadores, que financiaban indirectamente en cuanto contribuyentes su
exclusión del mercado laboral. Realizaron estas prácticas “al amparo de un abominable paternalismo que presentaba como solidaridad
progresista lo que no era más que un comercio de voluntades disfrazado bajo el
pretexto de sensibilidad social. El fraude adquirió una extensión superlativa,
hasta el `punto de que afecta a todos los estamentos de la Andalucía oficial”.
Con el contentamiento de su red clientelar, el PSOE se beneficiaba
indirectamente de esta reserva de votos conservada a buen recaudo, lo que le
permitió a mantenerse en el poder en Andalucía durante casi cuarenta años.
La sentencia no es firme, pues es
más que posible que los condenado recurran en casación al TS. No parece, sin
embargo, que éste vaya a casar el bien motivado fallo de la Audiencia, pues el
tema ya fue examinado por el Tribunal en relación con los suplicatorios de
Chaves, Griñán Vieira y Zarrías, y el Instructor de la Sala de lo Penal,
Alberto Jorge, calificó a los ERE de “sistema
ilegal establecido en la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, que se
centró en crear una partida específica para conceder las ayudas/subvenciones
con cargo a partidas a las que se ascribió el rótulo de transferencias de
financiación, bajo el que se ocultaban auténticas subvenciones, cuyo concepto y
función son ajenos al de transferencia de financiación”.
Hay que congratularse de que al
fin se haya hecho justicia en Andalucía aunque quepa poner un par de “peros”
que no empañan el logro de la sentencia: De un lado, que hayan tenido que pasar
más de nueve años para que el TS se haya pronunciado sobre la causa principal,
siendo de esperar que –una vez resuelta ésta- puedan dilucidarse a velocidad de
crucero los más de 200 casos que quedan por resolver. De otro, que, por razones
supuestamente técnicas, se haya retrasado la publicación de la sentencia –al
parecer ya redactada de antemano- hasta después de ls celebración de las pasadas
elecciones generales, cuyos resultados podrían haberse visto afectados por el
conocimiento por parte de los electores del contenido y motivación del fallo.
Los dirigentes del partido han
tratado de quitar importancia a una sentencia que ha supuesto un torpedo en la
línea de flotación del PSOE. Su Secretario General ha eludido hacer comentario
alguno sobre la misma para no asumir responsabilidades políticas por unos
hechos idénticos a los que que motivaron su moción de censura a Mariano Rajoy. Su
fiel escudero –el Ministro de Fomento y Secretario de Organización del PSOE,
José Luis Ábalos- ha salido a la palestra para señalar que se trataba de un
asunto regional -la concesión de ayudas socio-laborales por parte de la Junta
de Andalucía durante la pasada década-, que no afectaba al actual Gobierno ni a
la dirección del partido, sino sólo a la federación andaluza, que ya había
depurados sus responsabilidades políticas en las últimas elecciones
autonómicas. Sin embargo, Pedro Sánchez no puede pasar por alto que su partido
ha sufrido el más duro reproche penal de la democracia y que el contundente
fallo de la Audiencia sevillana no ha reprobado sólo a “los cuatro golfos” de
que hablaba Chaves, sino a la Junta socialista de Andalucía en su integridad
y a un sistema de poder basado en el cesarismo clientelar. A diferencia del “caso Gürtel” -que provocó la caída del
Gobierno de Rajoy tras el planteamiento de una moción de censura basada en el “obiter dictum” de un magistrado
prevaricador, que ha sido excluido del Tribunal por su flagrante falta de
neutralidad-, el fraude de los ERE apenas ha pasado factura al PSOE, que no perdió
la mayoría absoluta por su causa, sino por la nefasta política de Gobierno de
Sánchez en Cataluña. Prueba de ello, es que sigue siendo el partido más votado
en Andalucía e incluso aumentó ligeramente su representación en las elecciones
generales.
Más patética aún ha sido la
reacción –o, más bien, la falta de reacción- de Podemos ante la sentencia.
Pablo Iglesias, que abanderó la moción de censura contra el Gobierno del PP so
pretexto de que la democracia no podía
soportar delincuentes en el poder, ha mantenido un perfil plano, desvinculado
al actual PSOE del escándalo de los ERE y blindado su pacto de Gobierno con
Sánchez. Con su habitual desfachatez, ha afirmado que el bipartidismo había
traído corrupción y arrogancia, pero que España había cambiado y, con él en la
Vicepresidencia del Gobierno, no se tolerarían..
Una vez comprobada la incapacidad
del PSOE de influenciar el desarrollo del proceso de los ERE, la Presidenta
andaluza, Susana Díaz, retiró a la Junta como acusación particular y pidió el
archivo de la “pieza política” de la causa, porque no se había cometido ningún
delito, los ex-Presidentes no podían tener conocimiento de nada y, caso de que
se hubiera cometido alguna irregularidad, la responsabilidad recaería sobre los
escalones inferiores de la Administración. No pidió la responsabilidad civil
por los daños causados a la Junta, ni reclamó la devolución de lo que le había
sido ilegalmente sustraído, con lo que impidió que el Ministerio Fiscal pudiera
hacerlo y tuviera que limitarse a solicitar
el castigo penal de los culpables. Se reservó el derecho a plantear una demanda
civil una vez finalizado el juicio penal, si hubiere lugar. La Junta actual es
partidaria de ejercer dicha acción, pero no podrá hacerlo hasta que la
sentencia sea firme, una vez que el TS haya decidido sobre el posible recurso
de los condenados.
La corrupción sólo parece afectar
adversamente al PP, al que se le quedó cara de pasmado con la censura al
Gobierno de Rajoy. El pavoroso escándalo de los ERE tampoco ha perjudicado
hasta ahora en demasía al PSOE en Andalucía. Y tampoco ha afectado en lo más
mínimo a las diversas reencarnaciones de Convergencia Democrática de Cataluña
pese a protagonizar la corrupción más
antigua del país –del tres y pico por ciento- practicada desde 1980 por el “Molt Deshonorable” Jordi Pujol y
su del mafiosa familia. Espero que la tortuga de la justicia
culmine pronto su lento caminar más allá
del Ebro y extienda sus benéficos efectos sobre Cataluña.
Madrid, 20 de noviembre de 2019
BIENVENIDO AL GRAN LODGE ILLUMINATI, EN TODO EL MUNDO !!!
ResponderEliminarEsta es una invitación abierta para que formes parte del mayor conglomerado del mundo y llegues a la cima de tu carrera. Al comenzar el programa de reclutamiento de este año y nuestra fiesta anual de cosecha está casi a la mano. ¿Eres un hombre de negocios / mujer, político, cantante, estudiante, escritor, pastor, futbolista, etc. y quieres ser rico, poderoso y ser famoso en la vida? En caso afirmativo, puede lograr sus sueños al convertirse en miembro de la hermandad Illuminati y recibir un salario mensual de $ 500,000 USD. Estamos listos para cambiar su vida, podemos hacer sus sueños realidad, el gran distrito de los Illuminati le ofrece una oportunidad de hacer realidad los deseos de su corazón.
Una vez que sea miembro de ILLUMINATI, se convertirá en:
*Rico
*Poderoso
*Famoso
Con esto, todos tus sueños y deseos de corazón se pueden lograr por completo, por lo que te aconsejamos que te decidas y te unas a la Gran Hermandad Illuminati y te hagas rico y famoso en la vida de la población y también estés protegido de todos los males contra ti y tu familia. .
Si ha tomado una decisión y está listo para ser parte de la familia, contáctenos a través de WhatsApp: +1 315 203 9948 o nuestro correo electrónico oficial: {officialilluminati999@gmail.com}
También puede visitar nuestros sitios web para obtener más información: https://illuminatiofficial666world.webs.com
Este es un anuncio para el público en general, estamos interesados en
ResponderEliminarcomprando riñones y trabajando con diferentes donantes de riñones para poder salvar a nuestros pacientes, si está interesado en vender un riñón, contáctenos amablemente, para que podamos confirmar si es compatible para donar un riñón a nuestro paciente y le esperan grandes recompensas donante.Póngase en contacto con nosotros en nuestro correo electrónico:
jupitermedicalcentreinc@gmail.com o contáctenos en whatsapp: +1 (151) 52935520,