lunes, 25 de noviembre de 2019

El País Vasco imita el modelo lingüístico de Cataluña


EL PAÍS VASCO IMITA EL MODELO LINGÛÍSTICO DE CATALUÑA

          Importantes acontecimientos recientes, como la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla en el caso de los ERE -que ha condenado a la cúpula histórica del PSOE andaluz- o la decisión de Pedro Sánchez de negociar con ERC su investidura a la Presidencia del Gobierno, han hecho que pase un tanto desapercibida la publicación por el Gobierno vasco del Decreto 179/2019 sobre normalización del uso institucional y administrativo de las lenguas oficiales en las instituciones y locales de Euskadi.

Antecedentes

          El País Vasco y Cataluña son como vasos comunicantes que se retroalimentan en su denodado desafío al Estado español. Son como Zipi y Zape, que hacen sus travesuras cada uno por separado, pero acaban juntándose y actuando con una solidaridad fraternal. Al PNV le ha tocado desempeñar en los últimos años el papel de rostro amable del nacionalismo supuestamente moderado, frente el alocado frenesí en el que ha caído el nacional-separatismo catalán. Al  igual que hizo en su día el “Molt Deshonorable” Jordi Pujol, Íñiigo Urkullu ha asegurado la gobernabilidad de España, inclinando la balanza a babor o a estribor según soplaran los vientos de la conveniencia política y pasando al agradecido Presidente del Gobierno central de turno la correspondiente factura con el pago en especie de transferencia de competencias y  concesión de privilegios. UIrkullu permitió que sobreviviera el Gobierno de Mariano Rajoy, cediéndole los votos de los siete diputados peneuvistas para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y, en horas 24, le dio una puñalada por la espalda –“Tu quoque, Ignigus?-, apoyó  la moción de censura-Frankestein y facilitó el acceso de Sánchez a la Moncloa., Eso sí, comiendo a dos carrillos y recibiendo del PP y del PSOE el pago de su s facturas por los servicios prestados a la gobernabilidad.del Estado. “¡Chapeau!”. Maquiavelo se habría sentido orgulloso de su discípulo, que ha dejado en mantillas al “astuto” Artur Mas.  No sería de extrañar que el PSOE le propusiera al diario ¡ABC” que lo nombrara “Español del año”, a cambio de un imprescindible préstamo de votos para la investidura de Sánchez.

En el anterior Gobierno del PP, su Delegado en el País Vasco, Carlos Urquijo, había breado a Euskadi a golpe de recursos ante  al Tribunal Constitucional por  las continuas tropelías del Gobierno y de los municipios vascos en el ámbito lingüístico. Así, el recurso contra el envío  por el Ayuntamiento de Mendexa de sus comunicaciones a la Delegación en vascuence, propició el dictado de una sentencia  que obligaba a las entidades vascas a mandar sus comunicaciones en los dos idiomas oficiales. El PNV protestó y Rajoy –sensible a sus protestas y necesitado de sus votos- destituyó a Urquijo e inició una fugaz luna de miel con Urkullu. De aquella época provino el “Gentlemen/ gentlewomen Agreement”.entre la entonces Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa María, y el portavoz peneuvista en el Congreso, Josu Erkoreka, por el que el PP frenaría sus ansias recurrentes a cambio de una mayor lealtad  institucional por parte del Gobierno vasco. Ahora, éste ha decidido dar garantías a su política lingüística mediante el citado Decreto, para no depender de las buenas gracias de los partidos del Gobierno central. Como ha declarado el propio Erkoreka -en la actualidad Consejero de Gobernación y portavoz de Ajuria Enea-, uno de los objetivo del Decreto era precisamente evitar estos recursos y blindar el uso del euskera en las distintas administraciones vascas. “Esto ocurre hoy en día sin toda la cobertura jurídica efectiva, que sí las empieza a dar la ley y ahora con claridad con el Decreto”.                                                
           
Decreto 179/2019 del Gobierno Vasco
           
            Según el Consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiría, el objetivo principal del Decreto es impulsar el uso del euskera para que se convierta en lengua de trabajo interna y de servicio al ciudadano en el ámbito local. Según afirma el propio Decreto en su exposición de motivos, el objetivo de la normalización es crear las condiciones que permitan llegar a la plena igualdad entre los dos idiomas oficiales en Euskadi -que en la actualidad no se da- y facilitar y fomentar el empleo oral y escrito de ambas lenguas, tanto en la vida pública como en la privada. Esto no es el todo cierto, puesto que lo que hace la nueva disposición es dar prioridad, cuando no exclusividad, al vascuence sobre el castellano. Lo hace, sin embargo de forma habilidosa, resaltando en cada artículo los derechos de los hispanoparlantes a usar su lengua, que es co-oficial, pero se le ve el plumero cuando insiste una y otra vez en que el euskera será la lengua ”de uso normal y general” de las entidades locales, a cuyos efectos podrán hacer de ella un progresivo y creciente uso en sus actividades internas y en su proyección externa (art-13) ¿Les recuerdan algo las disposiciones similares incluidas en las leyes catalanas, que han llevado a la práctica exclusión del castellano de las escuelas y de la vida pública en Cataluña? Para curarse en salud, el Decreto se ampara en lo dispuesto en la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias de que la adopción de medidas especiales en favor del euskera para conseguir la igualdad no serán consideradas como actos de discriminación contra los hablantes de castellano. Pese a su reiterado mantra de conseguir la igualdad entre las dos lenguas oficiales, no hay en todo el Decreto una sola disposición que favorezca el uso del español.

            Los elementos de identidad corporativa se re redactarán al menos en euskera y los rótulos e indicaciones sólo en dicho idioma, si no dan lugar a confusión o van acompañados de un pictograma aclarativo (art.16). La lengua de uso normal y general en las comunicaciones internas podrá ser el euskera (art-17) y los documentos oficiales también podrán ser redactados en vascuence y se facilitará una traducción a los que desconozcan el idioma (art.18). Las sesiones de los órganos colegiados  podrán  desarrollarse en euskera. si bien los que lo desconozcan podrán expresarse en castellano, y las entidades municipales adoptarán las medidas necesarias para su funcionamiento en este idioma (art.19). El personal que haya acreditado conocimiento suficiente de euskera lo utilizara como lengua de trabajo y las entidades tomarán las medidas necesarias para que su personal obtenga los conocimientos lingüísticos precisos en cursos de euskaldunización impartidos en euskera (art.20). Se hará un uso racional de las traducciones de documentos, que deberán evitarse para las personas que comprendan el vascuence (art.21).

            El acceso inicial a la web de las ayuntamientos será a la página en euskera (art., 23). Las entidades determinarán la lengua de tramitación de sus procedimientos administrativos, en los que el euskera será la lengua de uso normal y general (art.24). El personal que atienda al público deberá tener  capacidad lingüística  para dirigirse a él en euskera, lengua que utilizará en primera instancia, y los mensajes se harán en primer lugar en esa idioma (art.27). En los sistemas de actuación administrativa automatizada, el euskera será el primera lengua de respuesta y primera opción de consulta (art.31). Las publicaciones informativas y divulgativas deberán redactarse o emitirse al menos en euskera, idioma que se podrá utilizar en las publicaciones periódicas (art.33). Las escrituras públicas deberán redactarse al menos en euskera (art.34) y la lengua de uso normal y general utilizada en las actividades públicas o privadas de los municipios podrá ser  principalmente el euskera (art.35).

            La utilización obligatoria del vascuence se extiende a las empresas adjudicatarias de servicios públicos y a los beneficiarios de ayudas o subvenciones, que deberán contar con personal capacitado y procurar que sus relaciones con los ciudadanos se mantengan en dicho idioma (art.36). Las entidades podrán determinar que los estudios y proyectos se redacten por lo menos en euskera, idioma al que se dará preferencia en las publicaciones (art.38). Ello permitirá, por ejemplo, que un ayuntamiento decida que el beneficiario de un kiosko de la ONCE tenga que dirigirse en vascuence a sus clientes. Los actos públicos y las comparecencias ante los medios de comunicación se llevarán a cabo por lo menos en euskera (art.41) y las señalizaciones y los rótulos se realizarán al menos en ese idioma (art.48).

            La utilización de la fórmula posibilista presagia, no un intento de lograr la la paridad en el uso de las dos lenguas oficiales, sino la intención de que prevalezca el euskera sobre el castellano, cuando no lo excluya, como se ha hecho de facto en Cataluña. Por la escasa implantación del vascuence en el País Vasco, su Gobierno tuvo que establecer cuatro opciones para la enseñanza en las escuelas públicas y en los colegios concertados, pero existe el riesgo de que acabe por caer en la tentación del monolingüismo practicado por la Comunidad hermana. El nuevo Decreto es un paso más en esa dirección.

            El PP considera que el Decreto es un ataque a las libertades fundamentales y los derechos básicos de los ciudadanos, y es contrario a la Constitución y al Estatuto de Autonomía. Su presidente en la Comunidad, Alfonso Alonso, ha declarado que pretende imponer el uso del euskera dentro de la Administración y fuera de ella  en sus relaciones con los ciudadanos, algo que no tiene derecho a hacer. Según Alonso, el PNV no tiene mucho apego por la libertad de los ciudadanos que no tiene a su dictado, pero le sorprende y desconcierta que el PSE secunde su postura. El partido está estudiando el planteamiento de un recurso ante el Tribunal Constitucional, pues es harto improbable que el Delegado del Gobierno en la Comunidad siga el ejemplo de su antecesor Urquijo.

Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra

            Los términos del Decreto están en clara contradicción con la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que ha anulado varios artículos del  Decreto foral de 2017 que regulaba el uso del euskera en las administraciones públicas, El texto consideraba el conocimiento de este idioma como mérito para acceder a cualquier puesto de trabajo en las zona no vascófonas y en los servicios centrales de la Administración foral cuando el ingreso se realizara por concurso-oposición.. Ha anulado asimismo los artículos que imponían el bilingüismo en las comunicaciones y notificaciones a los ciudadanos y en las rotulaciones, impresos, anuncios y folletos informativos, e invalidado la obligatoriedad de utilizar en forma bilingüe  la señalización viaria de la red de carreteras de titularidad pública o los rótulos indicativos de oficinas, dependencias, despachos, materiales, uniformes y vehículos, así como en los encabezamientos y membretes de los impresos y documentos, los sellos oficiales y cualesquiera otros documentos de identificación y señalización de los servicios centrales. Ha revocado también la obligación de que las disposiciones, avisos, folletos informativos, material gráfico de campañas publicitarias, anuncios y publicidad de toda clase u otros escritos similares que los servicios centrales dirijan al conjunto de la población se redacten de forma bilingüe.

            El TSJN ha estimado que el sistema lingüístico de las actuaciones de los servicios centrales “no permite alterar el régimen de derechos que establece la Ley Foral del Euskera para cada zona lingüística, toda vez que la lengua es un derecho de los ciudadanos y no de la Administración”, y tiene una configuración legal distinta para cada zona, Ha aseverado que “los preceptos anulados imponen una obligación bilingüe por el mero hecho de venir emanados de los servicios centrales y estar dirigidos al conjunto de la población”.

Navarra Suma pidió que se suspendiera la aplicación del Decreto hasta que no se hiciera públicala sentencia del TSJN, pero el Parlamento Foral rechazó esa propuesta el pasado 19 de septiembre con el apoyo del PSN, pese a que este partido había apoyado la presentación del recurso cuando estaba en la oposición, pero que -ahora que está en el poder- rechaza como contrapartida al apoyo del PNV y a la abstención de Bildu, que han permitido a Martía Chivite acceder a la presidencia del Gobierno foral, pese a tener casi la mitad de escaños que Navarra Suma.

Como señaló una editorial el diario “El Mundo” del pasado mes de junio, el giro del PSN abriéndose a alianzas con Bildu  suponía un salto cualitativo en la procaz relación que el PSOE ha establecido con los nacionalismos. Resultaba políticamente impresentable que un partido de Estado como el PSOE se apoyara en los herederos de ETA, e incomprensible que aceptara sin pestañear colaborar con partidos que propugnaban la plurinacionalidad y la asimetría fiscal. El caso de Navarra era especialmente preocupante porque normalizaba como actor político ordinario al partido procedente del tronco filoterrorista de Batasuna y daba alas al soberanismo vasco, cuya prioridad consiste en incorporar Navarra a Euskadi. “La entente del PSOE con el nacionalismo de la peor ralea constituye una de las mayores amenazas para la España constitucional”.

La situación se ha agravado aún más en nuestros días cuando Sánchez parece dispuesto a entregar lo que haga falta –incluida la desintegración de España- con tal de permanecer en la Moncloa. El comportamiento del PSOE actual no lo conoce “ni la madre que lo parió”, por utilizar la terminología de Alfonso Guerra. Desde el Gobierno –País Vasco y Navarra- o desde la Oposición –Cataluña-, ha entregado su alma al nacionalismo separatista. El PSE, el PSN y, sobre todo, el PSC son elementos coadyuvantes del intento nacionalista de desintegración de España.

Madrid, 24 de noviembre de 2019



           

                                                                                                             



No hay comentarios:

Publicar un comentario