lunes, 21 de noviembre de 2016

PEDRO SÁNCHEZ, EL HAMSTER QUE GIRA ALOCADO EN SU JAULA


            Los resultados de la primera votación en la investidura de Mariano Rajoy (MR) -170 votos a favor de PP, Ciudadanos (CS) y Coalición Canaria y 180 en contra de los demás partidos- fueron previsibles y razonables, pero la reproducción de los mismos en la segunda votación, aunque previsibles, no fueron razonables. Como ninguno de los partidos abdicó de sus posiciones,se repitió el rechazo al candidato y se produjo un bloqueo que exaspera a los ciudadanos. Tras la crónica de una derrota anunciada –Pedro Sánchez (PS) “dixit”- el Rey ha dado una margen de tiempo para iniciar una nueva ronda de consultas a fin de designar un candidato hasta después de las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco del 25 de Septiembre para la reflexión y para la negociación entre los partidos políticos. Felipe VI les ha sacado “tarjeta amarilla” al apelar a la responsabilidad de sus líderes para “tomar mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos”, y recordarles las palabras en su último discurso navideño: ”La pluralidad política conlleva una fórmula de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso”.

Rechazo del  Congreso a la investidura de Rajoy

            Las reacciones de estos líderes –que no parecen darse por enterados del mensaje real- han sido poco alentadoras. Albert Rivera (AR) dio por finiquitado el pacto de investidura acordado con el PP. ¿Acaso han cambiado tanto las circunstancias que motivaron su adopción?. PS anunció que iniciaría conversaciones con todas los partidos políticos –incluido el PP, al que hasta ahora ha rechazado de forma sistemática y contundente, por lo que sí resultarían éstas “prescindibles” - para buscar una solución al atasco político, aunque no se postuló como candidato para liderar una alternativa de Gobierno. Hizo un ambiguo llamamiento a “las fuerzas que representaron el cambio el pasado 26-J” y reiteró que el PSOE estaría en la solución. Esto resulta obvio dado que tiene la llave para permitir un Gobierno en minoría del PP, intentar formar un Gobierno de izquierdas apoyado por los nacionalistas de derechas o forzar unas terceras elecciones. Ha rechazado la primera y tercera opción, y ha sido vago sobre la segunda, ya que ha “amagado” –vago llamamiento a la formación de un “Gobierno progresista”-, pero no “dado” –negativa a presentarse como candidato para liderar ese Gobierno alternativo-. Es un flagrante caso de reducción al absurdo, al que el estadista Sánchez deberá dar solución. MR ganó por dos veces las elecciones, firmó un acuerdo razonable con Ciudadanos (Cs) y ha ofrecido varias veces al PSOE  la formación de un Gobierno de coalición, la firma de un Acuerdo de Investidura o Pactos de Estado, pero PS ha rechazado cualesquiera de estas razonables propuestas, por lo que no es lógico y coherente que fuerce unas nuevas elecciones sin ofrecer una solución que está al alcance de su mano. PS se ha auto-erigido en “conseguidor” y “facilitador” de un eventual Gobierno, simulando que está realizando una labor mediadora, con el único propósito de que pase el tiempo. Su irresponsable actitud no  es más que una huida hacia adelante, una frívola “boutade” que encubre una maniobra para ganar tiempo. MR ha insistido en que el PP y el PSOE son “aliados imprescindibles en las políticas de Estado”,  recordado a PS que “el no Gobierno tiene costes que pagarán todos los españoles” y manifestado que seguirá intentando lograr la investidura si es propuesto de nuevo por el monarca. Pablo Iglesias (PI) –que ha estado bastante desdibujado desde el fiasco de las elecciones del 26-J- se sumó a la petición de formar un Gobierno de “las fuerzas del cambio” y se mostró propicio a que Podemos (Ps) participara en él. .

Actitud de Pedro Sánchez  y del PSOE

            PS se parece al hámster que, encerrado en su jaula-rueda, gira incesante y frenéticamente sobre sí mismo, sin poder salir de ella ni llegar a parte alguna. Según Teodoro León, el tacticismo se antepone a todo, incluso a la legalidad, y todos los conceptos están pervertidos por el ventajismo partidista, pero -como ha observado Luis María Ansón-  no han sido tanto los intereses partidistas los que han impedido la investidura de MR, como los personalismos desbordados de los que PS es el paradigma. En él sólo hay personalismo, y el PSOE y el pueblo español permanecen al margen de su política, pues sólo piensa en salvar su pellejo. Como el hámster, se ha dedicado a brujulear sin cesar con el fin de permanecer donde está. “Je suis, j’y reste”. Es consciente de que un falso movimiento puede llevar a la celebración de un Congreso extraordinario del Partido que probablemente decidiría su relevo, por lo que la parálisis –combinada con la apariencia de actuar- es lo que más le conviene. Así va ganando tiempo para evitar la batalla orgánica contra él. A juicio de Lucía Méndez, resulta increíble que un dirigente que ha llevado al PSOE a los peores resultados en su Historia, aparezca aparentemente reforzado frente a los críticos que callan y callarán. PS ha frenado la convocatoria de una reunión del Comité Federal sugerida por algunos barones para reflexionar sobre la conveniencia de pasar del NO a la abstención, anunciando el inicio de consultas con todos los partidos -especialmente con Ps y Cs - para intentar desalojar al PP del Gobierno. Preguntado por los periodistas sobre la posible convocatoria del citado Comité, respondió que la haría cuando hubiera “una alternativa al bloqueo político”, pasando conscientemente por alto que la forma más fácil para superar dicho bloqueo sería precisamente la celebración de un Comité Federal que pudiera decidir la abstención de la totalidad o parte de los diputados socialistas, que permitiera la formación de un Gobierno del PP en minoría.

            Juan Cruz le ha criticado en “El País” que se haya enrocado en el NO, sin ser consciente de  que, si en política si no se deja una puerta abierta al SÍ, podría salvar su dignidad, pero pondrá en riesgo otro factor imprescindible para vivir y para sobrevivir: la posibilidad tranquila de desdecirse. A su vez, Pedro Narváez ha fustigado en “La Razón” la estrategia suicida de PS de cerrarse en banda hasta llevar al PSOE a la desaparición. Gabriel Tortella lo ha califica ingeniosamente de “Pedro hortelano”, que ni come ni deja comer. El patriarca Felipe González ha señalado que si una fuerza política no tiene posibilidad de formar Gobierno, no debería  impedir que se forme, por lo que la vía de la abstención le parece razonable para desbloquear la situación. En un artículo sobre “PSOE: susto o muert”, publicado en “El Mundo”, Rosa Díez ha hecho una crítica despiadada de PS y afirmado que, si se repartieran medallas en las Olimpiadas de la Estupidez, se llevaría el oro. Reconoce, sin embargo, que el PSOE lo tiene complicado y que cualquier decisión que tome tendrá adversas consecuencias políticas y electorales, pero la cruda realidad es que, desde sus catastróficos resultados electorales del 20-D y del 26-J, sólo puede elegir –como en la anglosajona celebración de “Halloween”- entre “susto o muerte”.  Si PS reconoce el resultado electoral y desbloquea la formación de un Gobierno sin ir a unas terceras elecciones, será la muerte inmediata para él y el susto para el PSOE, que tendrá que rearmarse desde la oposición para intentar recuperar un discurso nacional y progresista que ha mucho tiempo perdió. Si se mantiene en sus trece y provoca unas terceras elecciones, será la muerte para el PSOE y el susto para él, que no conseguiría sino alargar su propia agonía. Concluye Díez su diatriba preguntándose si hay hoy en el PSOE suficiente masa crítica –o suficiente cuajo- para obligar a PS a poner el país por delante de su desahuciado futuro. PS pretende emular a Sansón y está dispuesto a hacer que se desplome  el templo sobre él  y queden destrozados por igual judíos –socialistas- y filisteos –no socialistas-.  ¿No habrá alguna Dalila –como la Sultana andaluza- que se atreva a cortarle el cabello a tiempo para evitar la catástrofe?. La respuesta dada por Pedro Narváez –que en cierta medida comparto- ha sido que la cobardía de los barones –y de las baronesas, añado yo- del PSOE es superior a su pánico. Según Javier Redondo, hay cuadros socialistas partidarios de dejar gobernar al PP, pero –con la honrosa excepción del Presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara- no se atreven a decirlo públicamente. No están dispuestos a debilitar al PSOE, ni a dar un paso en falso, pues temen las negativas consecuencias que para ellos podrían producirse en el próximo Congreso del Partido. La baza y asidero de PS son los militantes socialistas, ante los que –en caso de celebrarse unas terceras elecciones- se presentaría como el candidato que no dio su brazo a torcer y mantuvo la dignidad y los principios del PSOE.  

Altitud de Albert Rivera y de Ciudadanos

            AR ha dado una vez más muestra de su inmadurez y carácter veleidoso, pues es como una veleta que gira en una dirección o la contraria según sople el viento. Tras haber tenido el mérito de acordar un Pacto de Investidura, en el que forzó al PP a aceptar buena parte de las reivindicaciones y propuestas de Cs., lo tiró por la borda al dar por finiquitado el meritorio pacto tras el fracaso de MR en la investidura. ¿Acaso han cambiado en horas 24 las razones que motivaron el acuerdo o las circunstancias que lo propiciaron?. Antes al contrario, ahora más que nunca sería necesario el respaldo de Cs –que reconoce que la única opción viable es un Gobierno en minoría del PP- para presionar al PSOE para que se abstenga. Un tanto escarmentado, AR no quiere protagonizar un tercer fiasco y exige garantías, por lo que afirmó que Cs sólo prestará su apoyo a un candidato que tenga posibilidad de alcanzar los 176 votos necesarios para ser investido. ¡Elemental, querido Rivera!, pero si MR obtuviera semejante apoyo por la abstención del PSOE, los 32 escuálidos votos de Cs serían irrelevantes. Antes, durante y después de la votación en el Congreso, AR dio muestras deslealtad hacia  MR -del que dijo que no se fiaba- al instar al PSOE a abstenerse sobre el candidato al que apoyaba para que, una vez formado un Gobierno del PP, pudieran imponerle juntos sus políticas aliados con las fuerzas de la oposición. Pidió, y sigue pidiendo, a los militantes del PP que se rebelaran contra Rajoy y lo sustituyeran por otro candidato de su gusto. ¡Con tales amigos, MR no necesita enemigos!. Esta actitud de AR –amén de ser inaceptable por su injerencia en los asunto internos de un partido democrático- es contraproducente, pues consigue lo contrario a lo que persigue, pues refuerza el poder absoluto del líder,  que recibe el apoyo incondicional de todos los militantes del partido, incluidos los más críticos. La gran mayoría de ellos es partidaria de la máxima ignaciana de “en tiempos de adversidad, no hacer mudanza”. Cs, sin embargo, no ha sido sensible a los cantos de sirena de PS -que ha insinuado una vez más su “desideratum” de un Gobierno de las “fuerzas del cambio”, formado por PSOE, Ps y Cs-, al afirmar AR que no cabe un Gobierno de coalición con Ps de por medio. Queda la incógnita sobre el significado de las palabras de que haría todo lo que estuviera en sus manos para evitar la celebración de unas terceras elecciones.¿Supone esto que Cs podría facilitar con su abstención la formación de un Gobierno formado por PSOE y Ps?. No es previsible,  pero tampoco descartable, dados el temperamento mercurial y la variabilidad de Rivera.

Actitud de Pablo Iglesias y de Podemos

            PI ha vuelto al escenario político y se ha sumado a las nebulosas propuestas de PS sobre un Gobierno de las “fuerzas del cambio”. Ps se ha mostrado dispuesto a formar un Gobierno con el PSOE, sin excluir del todo a Cs, que podría apoyarlo desde fuera. Como ha declarado PI, “Ps y Cs no pueden gobernar juntos, pero sí  pediríamos el apoyo de Cs a un Gobierno nuestro con el PSOE“. La sección andaluza del PSOE ha mandado sendos recados a PS. Así, el Secretario de Organización, Juan Cornejo, ha declarado que considera inviable un pacto PSOE-Ps-Cs y le ha pedido “que no engañe a los ciudadanos”. A su vez, el portavoz Mario Jiménez, ha señalado que no es posible una alternativa a un Gobierno del PP por el veto mutuo que existe entre Ps y Cs, y que, con 85 diputados, no puede nadie aspirar a una investidura. PS ha criticado a Ps y a Cs por presentarse como “nuevos partidos que hacen bandera de la regeneración”, pero hacen lo posible para impedirla, y afirmado que son inútiles “los que, diciendo defenderla, se enrocan en sus vetos cruzados, provocando precisamente lo contrario”. El Secretario de Organización de Ps, Pablo Echenique, ha contraatacado señalando que al PSOE le falta un ingrediente esencial, “la voluntad  de formar un Gobierno  de progreso”. Las fuerzas de izquierda han planteado la formación de un Gobierno de este tipo junto con los partidos nacionalistas, si bien –como ha comentado Teodoro León- identificar nacionalistas con progresistas es una estafa conceptual. PI ha apostado por una “alianza de regeneración” con los nacionalistas como alternativa a la corrupción del PP. Se requiere un exquisito cinismo para olvidar el “pujolismo” y los escándalos en la ciénaga del 3%, e incluir a los nacionalistas en una supuesta alianza de regeneración. La suma de PP + Cs es superior a la de PSOE + Ps, por lo que sería indispensable el concurso de los nacionalistas independentistas, que ha sido vetado por el Comité Federal socialista. PI ha exigido como requisito “sine qua non” para integrar a Ps en una coalición el reconocimiento del “derecho a decidir”, y los separatistas catalanes han condicionado su apoyo a una coalición liderada por el PSOE a la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Así pues, el “Gobierno Frankestein” –expresión acuñada por Alfredo Pérez Rubalcaba- es una quimera inviable.

Perspectivas tras la elecciones autonómicas del 25-S

            Se ha abierto un paréntesis hasta la celebración de las elecciones autonómicas, pues sus resultados podrían incidir en el desbloqueo de la situación. El PP espera y desea que, después del 25-S, los cuadros del PSOE se rebelen contra PS y le fuercen a la abstención. Según los sondeos del CIS, en Galicia ganaría el PP por mayoría absoluta (40/41 escaños) y le seguirían a distancia En Marea (15/17), PSOE (16) y BNG (2). En el País Vasco triunfaría PNV (27/28), Bildu y Ps obtendrían 16  escaños y PSOE y PP 8. De confirmarse estas predicciones, el PP saldría reforzado en Galicia y podría facilitar un Gobierno en minoría de Iñigo Urkullu en el País Vasco. En contrapartida, el PNV podría apoyar la investidura de MR o abstenerse y el PSOE optar por la abstención. Según Javier Redondo, la estrategia de PS consiste en ganar tiempo a la espera de que el PP sume al PNV o que unas terceras elecciones proporcionaran a MR la ventaja suficiente para librarse de tener que respaldarlo mediante la abstención del PSOE. La situación está cogida con alfileres. “Spain is different”. Aunque ningún partido dice querer que se celebren nuevas elecciones, todos hacen lo posible para impulsarlas, y el sufrido pueblo español contempla atónito e impotente como la “casta” política conduce al país, sin prisas pero sin pausas, hacia la celebración de las mismas. Esperemos que el hámster PS recapacite y salga de su jaula por la puerta de la abstención.

Madrid, 12 de Septiembre de 2016
prensibles y a todas luces injustificadas terceras elecciones no variarían sensiblemente de los producidos con anterioridad, por lo que seguiría requiriéndose el acuerdo entre varios partidos para poder formar Gobierno. Como ha comentado con sorna Arcadi Espada, lo peor de las terceras elecciones serían las cuartas.



Playa de Amposta, 29 de Agosto de 2016 

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