lunes, 21 de noviembre de 2016

LA AMBICIÓN DESMEDIDA DE PODER DE PEDRO SÁNCHEZ LLEVA A LA IMPLOSIÓN DEL PSOE.

Las consecuencias de la política empecinada y autista de Pedro Sánchez (PS) se veían venir y se han producido tras la dimisión de 17 miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE con el fin de forzar la salida de aquél de la Secretaría General, lo que ha sembrado el caos y el guerracivilismo en el histórico Partido. Los próximos días se presentan llenos de “suspense” e incertidumbre y serán decisivos para el futuro de esta institución y de España. Consecuencias de las elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco Por una vez, las predicciones de los sondeos sobre las elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco han sido acertadas en líneas generales, y se ha producido el anunciado fracaso del PSOE, que ha obtenido los peores resultados en su Historia en las dos Comunidades, habiendo sido superado por Podemos (Ps). En Galicia, el PP se ha consolidado como la primera fuerza política, ganando incluso votos, y Alberto Núñez Feijóo ha conseguido por tercera vez la mayoría absoluta con 41escaños. Aunque igualado a 14 diputados con Ps , el PSOE ha perdido 4 escaños y ha sido superado en número de votos por las variopintas Mareas, más o menos pilotadas por Ps. El Bloque Nacional Galego ha luchado contra los pronósticos desfavorables y sólo ha perdido un diputado, quedándose en 6. Ciudadanos (Cs) no ha logrado entrar en el Parlamento gallego y Albert Rivera (AR) se cubrió de gloria al presentar al PP 30 exigencias para apoyar a Feijóo, antes de haber cazado la piel del oso galaico o al menos una mínima parte de ella. Los comicios han supuesto un balón de oxígeno para el debilitado Mariano Rajoy (MR), aunque no le ofrezcan impulso suficiente para conseguir formar Gobierno. En el País Vasco, la versión moderada del PNV y el pragmatismo de Iñigo Urkullu –que, pese a mantener las reivindicaciones nacionalistas, ha evitado un enfrentamiento abierto con el Gobierno Central, como han hecho Artur Mas y Carles Puigdemont- han llevado al triunfo del Partido, que ha ganado un diputado y consolidado su posición hegemónica, aunque sin lograr la mayoría absoluta -29 escaños-. Le siguen a apreciable distancia EH Bildu y Ps –con 17 y 11 diputados, respectivamente- y, a mayor distancia aún, PSOE y PP -9 escaños-. Cs no ha logrado retener el escaño que detentaba UPyD. Aunque haya perdido 4 diputados, Bildu ha frenado su tendencia regresiva y se ha consagrado como la segunda fuerza política vasca. Ps ha irrumpido con fuerza en el Parlamento, aunque muy por debajo de los resultados espectaculares que obtuvo en las elecciones generales. El PSOE ha quedado seriamente malparado al perder 86.670 votos y 7 diputados –casi la mitad de sus efectivos- y quedar relegado a la cuarta posición. El PP también ha descendido, aunque menos, pues sólo ha perdido un escaño, pese al desgaste causado por el ejercicio del Gobierno en Madrid y la generalizada campaña de todos contra él. Siempre ha sido una fuerza marginal en el País Vasco, a diferencia del PSOE que fue el partido mayoritario y llegó a ostentar la “Lendakaritza” con Pachi López. Como el que no se consuela es porque no quiere, en la directiva del PSOE se ha estimado que sus 9 escuálidos votos permitirán la investidura de Urkullu y que incluso podrían participar en el Gobierno vasco. Estos mismos votos del PP también podrían asegurar dicha investidura y producirse un “do ut des” de apoyo del PP a Urkullu en Vitoria y del PNV a MR en Madrid. Sería lo lógico si los partidos se atuvieran a sus afinidades ideológicas, pero tal no es el caso y el PNV prefiere la amante socialista, más manejable que la popular y sin necesidad de contrapartidas. Ps ha logrado un triunfo agridulce, pues en el País Vasco quedó a 6 escaños de Bildu, pese a haberle ganado en las elecciones generales, y en Galicia no ha conseguido superar al PSOE en diputados –aunque sí ligeramente en votos-, a pesar de los pronósticos favorables de los sondeos. El proceso para la formación sigue estancado por el empecinamiento de Sánchez PS sigue a su bola atrincherado en su “NO es NO”, su principal seña de identidad. Ha vuelto a repetir que las opciones posibles son abstención del PSOE que permita la formación de un Gobierno del PP, “Gobierno de progreso” con el apoyo de Ps y Cs, o nuevas elecciones. Descartadas la primera alternativa por principio y la tercera al afirmar que no habrá unos terceros comicios, se ha dejado llevar por la vana ilusión de formar un tripartito progresista, pese a ser consciente de que no es viable. Cs y Coalición Canaria ya le han dado calabazas y Ps ha subido las apuestas. Pablo Iglesias (PI) ha señalado que hay tres formas de apoyar al PSOE: sin contrapartidas, a cambio de un programa social o formando parte de un Gobierno de coalición. Iglesias ha descartado las dos primeras opciones –parafraseando al Gustavo Adolfo Bécquer de “las palabras son viento y van al viento”- y exigido una coalición con el apoyo de los partidos nacionalistas separatistas, lo que ha prohibido expresamente el Comité Federal del PSOE. Para aumentar la presión, ha retirado su apoyo al Gobierno de Emiliano García Page en Castilla/La Mancha y amenazado con hacer lo propio en Valencia, Aragón y Extremadura. Pero PS sigue impertérrito, al igual que “Felipito Tacatún”. Según Emilio Duró, “no hay nada peor que un tonto motivado” y a PS le motiva cantidad ser Presidente de Gobierno por encima de cualquier consideración. Como ha observado Berta González de Vega, parece haber hecho suyo el lema de LeBron James aplicado al baloncesto:”Tienes que perseguir lo que parece imposible, una otra vez, y otra vez. Abandonar no es una opción”. Estima PS que para llegar a ser Presidente sólo es cuestión de empeñarse y, ¡Vive Dios!, que lo está haciendo con entusiasmo y dedicación, aunque en su empeño de “kamikaze” pueda provocar el suicidio colectivo de su Partido. Ha declarado a Pepa Bueno que prefiere unas terceras elecciones a que gobierne MR, lo que ha llevado a Raúl del Pozo a comentar que –antes de apoyar a Rajoy- preferiría “ser perro y ladrar a la luna”. Santiago González ha comentado, en cambio, que peor que unas terceras elecciones sería la formación de un “Gobierno Frankenstein” en coalición con Ps y los partidos separatistas, teóricamente liderado por PS pero controlado por Ps.. Por otra parte, unas nuevas elecciones –en último término deseadas tanto por él como por MR- producirían “+ PP y – PSOE”. PS ha hecho un llamamiento a Ps para la formación de un Gobierno que impida la continuación del PP en el poder y la repetición de las elecciones. Dentro de Ps ha surgido diferencias de opinión entre PI e Íñigo Errejón sobre la forma de colaborar con los socialistas. Ante las exigencias de PI de un Gobierno de coalición, PS se encuentra ante un serio dilema: si cede, el PSOE será merendado por Ps y, si no cede, se celebrarían unas nuevas elecciones en las que previsiblemente se produciría el temido “sorpasso”. Desde el punto de vista de los intereses del PSOE –no de los de PS-, la formación de un Gobierno en minoría del PP sería el mal menor. Interferencia de los problemas internos del PSOE en la formación de Gobierno Según AR, PS ha preferido empantanarse en un debate sobre su liderazgo interno en el partido, en lugar de abordar el problema de la falta de Gobierno que afecta a todos los españoles. Los socialistas críticos han caído en esa trampa y permitido que se coloque en segundo término la cuestión fundamental de la formación de tal Gobierno, pese a que el Presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, haya dicho que la prioridad del PSOE debería ser la gobernabilidad de España y no sus procesos internos. Para hacer frente a las críticas a su política, PS lanzó un órdago a sus autores, exigiéndoles que –si tenían otras mejor que la suya- las presentaran. Tras anunciar la convocatoria a primeros de Octubre de una primarias para elegir al candidato a futuro Secretario General y a principios de Diciembre –en vísperas de una previsible campaña electoral- de un Comité Federal para su designación, los retó a que dieran la cara y presentaran alternativas a su candidatura. El enfado de la mayoría de los Presidentes autonómicos -6 de 7- y de destacados dirigentes socialistas ha ido creciendo, sobre todo a raíz del descalabro en las elecciones en Galicia y en el País Vasco. La cuestión que se planteaba era si –ante tanto estropicio “sanchiano”-, se atreverían a pasar de las palabras a los hechos. La ofensiva se inicio en Andalucia, granero del PSOE que acoge a un tercio de su militancia. La Secretaria General del Partido en Sevilla, Virginia Pérez –la “voz de su ama”, Susana Díaz- , declaró que “cuando todas las alternativas son malas, alguna responsabilidad deberá tener la dirección del partido”. Señaló que estaba harta de “resultados históricos” –Cesar Luena “ dixit”- y de volver a pulverizar los peores resultados –PS ha encadenado seis derrotas consecutivas en poco más de dos años y batido en cada una de ellas el récord negativo de la anterior-, y se planteó la pregunta del millón:”¿Y ahora, qué?”. Fue la señal para que Susana Diaz abandonara su cautelosa ambigüedad, condenara públicamente los fracasos electorales y exigiera responsabilidades a los culpables. Cogió el guante que PS le había lanzado y afirmó que estaba dispuesta a presentar su candidatura a la Secretaría General en un Congreso Federal. Se ha mostrado renuente a presentarse a las primarias –en las que PS tendría muchas posibilidades de salir victorioso por el mayor apoyo de las bases - y condenado su apresurada convocatoria, antes de que se hubiera formado un Gobierno en España, y está haciendo cuanto está en su mano para que no se celebren. La declaración del patrón Felipe González a la SER de que se sentía frustrado por haber sido engañado por PS, que le había dicho que el PSOE se abstendría en la segunda votación para permitir la formación de u Gobierno del PP, fue interpretada como el cañonazo de la fragata “Aurora” o la transmisión de la canción “Grandola villa morena,” que incitaron al asalto del Palacio de Invierno en la Rusia zarista o al inicio de la “revolución de los claveles” en Portugal. Un comando especial de 17 miembros de la Comisión Ejecutiva Federal –entre los que se encontraban la Presidenta nacional del PSOE, Micaela Navarro, y los Presidentes de de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y de Castilla/La Mancha, Emiliano García Page- asaltó la sede de Ferraz para presentar su renuncia y provocar la inoperatividad del órgano y la consiguiente destitución de PS, que se ha quedado agarrado a la brocha tras habérsele retirado la escalera. El dúo dinámico Sánchez-Luena no se ha arredrado ante el golpe de mano de los críticos -calificado dramáticamente de “golpe de Estado” por la diputada Susana Sumelzo- y ha replicado que aquí no ha pasado nada y las cosas siguen como estaban, pues PS fue democráticamente elegido por los militantes socialista y sólo ellos podían sacarlo de su silla. Han invocado el artículo 36 del Estatuto del PSOE, conforme al cual, cuando las vacantes en la Comisión Ejecutiva afecten a la mitad más uno de sus miembros –cual es el caso-, el Comité Federal –previsto para el 1 de Octubre- debería convocar un Congreso extraordinario para la elección de una nueva Comisión. El portavoz de los críticos –Antonio Pradas, Secretario de Política Federal- mantuvo, por su parte, que la Comisión había quedado disuelta y el Secretario General descalificado, por lo que se debería constituir una Gestora que se hiciera cargo del Partido, como ocurrió tras la dimisión de una mayoría de los miembros de la Comisión Ejecutiva Regional de Castilla/León. Con independencia de las discrepancias sobre la interpretación del Estatuto, que podrían ser resueltas por la Comisión de Garantías –a cuya convocatoria se opone el sector “sanchista”, por estar ésta compuesta por una mayoría de miembros favorable a las tesis críticas-, el hecho innegable es que el Secretario General ha quedado políticamente desautorizado y, si tuviera un mínimo de dignidad, debería haber presentado su dimisión, pero PS carece de la “vergüenza torera” de Joaquín Almunia. Como ha comentado Raúl del Pozo, nadie espera que se marche a su casa, después de haber inmovilizado con su despotismo a toda una nación. La palabra “dimisión” no figura en su vocabulario y ya declaró con anterioridad a producirse los últimos acontecimientos que no dimitiría aunque su política y su proceder fueran condenados en el Comité Federal. PS ha ignorado las decisiones de los órganos representativos del PSOE -a los que cortocircuita- y se ha apoyado directamente en la militancia, con un talante populista impropio de una democracia parlamentaria. Pespectivas a la vista Madrid, 29 e Septiembre de 2016

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