CARTA ABIERTA AL SEÑOR EMBAJADOR DE BÉLGICA EN ESPAÑA
Madrid, 21 de
Mayo de 2018
Excmo Sr. D.
Marc Calcoen
Embajador de Bélgica en España
Paseo de la Castellana, 18
MADRID-28046
Estimado y respetado Señor Embajador:
Nos
dirigimos a Vd. como colegas, aunque ya estemos jubilados, para expresarle
nuestra sorpresa, preocupación e indignación por el comportamiento que están
teniendo con España el Gobierno y las
autoridades judiciales de Bélgica. Desde que culminó el proceso de insurrección
de la Generalitat de Cataluña contra el
Estado español y la huida a Bélgica de su Presidente, Carles Puigdemont y
varios ex-Consejeros de su Govern
–reclamados por la justicia española por graves delitos-, el Gobierno belga y
sus autoridades no han cumplido con sus obligaciones de conformidad con la
Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE).
El Vicepresidente del Gobierno y
Ministro del Interior, Jan Jambon, ha criticado a la justicia española por enjuiciar
a las destituidas autoridades catalanas, dado que éstas se habían limitado a
seguir el mandato de sus electores. Se mostró dispuesto a conceder el estatuto
de refugiados políticos a los prófugos y pidió a la comunidad internacional que estuviera
vigilante para asegurar que Puigdemont recibiera un trato justo.
La Audiencia Nacional solicitó una
OEDE contra los huidos de la Justicia por los delitos de sedición,
prevaricación, malversación y desobediencia. El Fiscal del Rey. Jean-Marc
Meilleur, manifestó que daría una importancia particular a la cuestión de “saber si la extradición no podría constituir
una infracción de sus derechos fundamentales”. Puso en duda el respeto de
los derechos humanos en España y formuló una serie de intolerables preguntas en
las que solicitaba información sobre las condiciones de detención, las
garantías de un juicio justo, las condiciones de las cárceles y la “posible exposición a episodios de violencia”.
El Fiscal dinamitó la aplicación de la OEDE, que se basa en la confianza en los
sistemas judiciales de los miembros.
La autoridad judicial belga ha dado
largas a la repuesta –a pesar del carácter urgente de la OEDE- y decidido conceder
la libertad provisional a los prófugos, a los que el Gobierno belga ha
consentido que actúen con plena libertad para realizar actividades políticas en
contra de la Constitución y de las leyes españolas. Ante el temor de que el
tribunal belga decidiera la entrega de los encausados sólo por malversación, el Instructor del Tribunal
Supremo retiró la OEDE y la rehízo incluyendo únicamente cargos de rebelión y de
malversación.
El fiscal del Tribunal de Primera
Instancia de Bruselas, Dirk Merck, preguntó al Instructor si la nueva OEDE se
fundaba en las órdenes de arresto decretadas por la Audiencia Nacional y éste contestó que en su auto había ratificado
expresamente las órdenes de detención dictadas por dicha Audiencia y que no era
necesario dictar una nueva orden de detención, porque la ley española permitía acordar
la prisión en el auto de procesamiento. El Tribunal belga ha dictaminado que no
existen órdenes de arresto nacional subyacentes válidas que se correspondan con
el contenido de las OEDEs, por lo que, basándose
en un supuesto error formal, se ha negado a su ejecución, poniendo de
manifiesto su escasa disposición a colaborar con la Justicia española. No es de
extrañar esta actitud, dado que, ya en ocasiones anteriores, los tribunales
belgas han negado la extradición de criminales de ETA so pretexto de que no
serían objeto de un juicio justo en España.
De todo
ello se deduce que el Gobierno y las autoridades judiciales belgas desconfían
de la Justicia española y no consideran que España sea un Estado de Derecho.
Esta actitud difícilmente se compadece con el hecho de que España es un miembro
de la UE, parte en todos los Convenios sobre Derechos Humanos y fiel cumplidor
de sus disposiciones. Confiamos en que haga llegar a su Gobierno nuestras
inquietudes –compartidas por la mayor parte de la opinión pública española-, en
la confianza de que reconsidere su inamistosa actitud hacia España, un Estado
socio en el seno de la Unión y aliado en el marco de la OTAN.
Reciba, Sr.
Embajador, nuestro más respetuoso saludo
En nombre
del Grupo informal de Embajadores jubilados
José
Antonio de Yturriaga
Embajador
de España
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