ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LOS RESULTADOS DE LAS
ELECCIONES AUTOÓMICAS CATALANAS
Los
españoles de bien seguimos el día 21 con ansiedad el recuento de la votación de
las elecciones autonómicas catalanas y sus resultados nos han dejado un sabor
agridulce. En una reflexión “a bote pronto”, cabe concluir que han sido malos,
aunque no demasiado, y que podrían haber sido peores. Cada ciudadano según su
talante podrá considerar que la botella está medio llena o medio vacía. Los
porcentajes de voto y los escaños obtenidos has sido los siguientes: Ciudadanos
(Cs) con Inés Arrimadas: 25.3% y 37; Juntos por Cataluña (JxC) con Carles
Puigdemont 21.7% y 34; Ezquerra
Republicana de Cataluña (ERC) con Oriol Junqueras 21.4% y 32; Partido
Socialista de Cataluña (PSC) con Miquel Iceta 13.9% y 17; Catalunya en Comú-Podemos (CC-P)
con Xavier Domenech 7.l4% y 8; Candidatura de Unidad Popular (CUP), con Carles Sierra 4.4% y 4, y Partido Popular
(PP), con Javier García Albiol 4.4.2% y 3. Las elecciones han ofrecido luces y
sombras, aspectos positivos y negativos.
Aspectos positivos de
las elecciones
1) Participación: Ha sido masiva: 81.9%,
4.4 puntos más que en las elecciones de 2015, que ya supusieron un récord en su
momento. El aumento del número de votantes ha favorecido de forma transversal tanto
a los partidos constitucionalistas como
a los independentistas, pero ha beneficazo de forma especial a Cs. La “mayoría
silenciada” ha perdido el miedo tras el discurso institucional del Rey Felipe
VI y la manifestación masiva del 8 de Octubre en Barcelona, y ha salido de su
abstención para acudir a las urnas, pese a las dificultades provocadas por
haberse celebrado la votación en un día laborable. Han sido unas elecciones
libres, transparentes y fiables, a diferencia del fraude generalizado que se
produjo en el seudo-referéndum del 1-O.
2) Triunfo de un partido constitucionalista; Por primera vez en la Historia de
Cataluña, una formación constitucionalitas como Cs ha ganado
las elecciones autonómicas, tanto en número de votos como en escaños, sacando
3.6 puntos de diferencia a la segunda fuerza más votada. Paradójicamente, pese
a que el PP fue quien asumió la responsabilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución para
poner término al estado de insumisión del Gobierno de la Generalitat
y del Parlament y restaurar la
legalidad constitucional, los electores han
preferido que fuera Cs quien recogiera los frutos de esta arriesgada
iniciativa. El voto útil de los catalanes que quieren seguir siendo españoles
–incluido más del 50% de los tradicionales votantes del PP- se ha volcado en
Cs. Este partido ha sabido presentar un discurso antiseparatista más articulado
y atractivo que la versión legalista y administrativa del PP.
3) Ligero descenso de los partidos
nacionalistas: A pesar de la polarización de la campaña electoral entre los
bloques constitucionalista e independentista y la explotación obscena del
victimismo -con sus héroes y sus mártires de la represión española-, los
nacionalistas se han quedado por debajo del 50% de los votos expresados. Merced
a las insuficiencias de la Ley
electoral, que prima a las provincias rurales menos pobladas –Lérida y Gerona-
sobre las grandes zonas urbanas –Barcelona y Tarragona-, han obtenido una mayoría de dos diputados en
el Parlament, con menos votos que los
logrados por los constitucionalistas.
4) Fracaso de las políticas equidistantes de
PSC y de CP-P: Los socialistas han
dado continuos bandazos que han puesto en entredicho su credibilidad.
Defendieron el “derecho a decidir” y luego
lo rechazaron, apoyaron la celebración de un referéndum de autodeterminación y
dejaron de apoyarlo, respaldaron la aplicación del artículo 155 y lo redujeron
en el espacio –contenido- y en el tiempo. Iceta ha realizado una campaña ambigua
y oportunista tratando de pescar en los caladeros de la izquierda y de la
derecha, y al final no ha convencido ni a unos ni a otros y sólo ha conseguido
un escaño más pese a que los presagios de los sondeos les eran propicios.
Doménech y sus mentores Ada Colau y Pablo Iglesias, por su parte, han
pretendido mantener una ambigua equidistancia entre la declaración unilateral
de independencia (DUI) de los separatistas y la aplicación del artículo 155 de
los constitucionalistas, si bien, a la hora de la verdad, siempre se han escorado del lado nacionalista,
como ocurrió con la expulsión del PSC del Ayuntamiento de Barcelona o con su
apoyo a un tripartito con ERC y el PSC, este último como “tonto útil”. Estas
indefiniciones y ambigüedades le han supuesto la pérdida de tres escaños.
5) Independencia de la Justicia : En España
existe separación de poderes y, en consecuencia, el poder judicial es
independiente del ejecutivo. Ignorando los principios del Barón de Montesquieu, Puigdemont mantiene que
las urnas han legitimado su conducta y la de sus cuates, y exige que los
Tribunales archiven los distintos procedimientos incoados contra los rebeldes y
sediciosos separatistas. El Magistrado Instructor, Pablo Llerena, no sólo no ha
prestado la menor atención a tan disparatada pretensión, sino que ha ampliado
la investigación a los miembros del Comité Estratégico para la Independencia que no
habían sido hasta entonces imputados –el Presidente del PEdeCAT, Artur Mas, y su
Coordinadora General, Marta Pascal, la Secretaria General
de ERC, Marta Rovira, y la ex-portavoz de la CUP , Anna Gabriel-, y está considerando
extenderla asimismo al antiguo Jefe de los Mossos
d’Esquadra”, Josep Lluis Trapero, y
al número dos de Junqueras, Josep María Jové. La Justicia sigue su acción
lenta pero implacable para enjuiciar los delitos -como en cualquier Estado de
Derecho-, ajena a los avatares de la política.
Aspectos negativos de
las elecciones
1) Fractura política y social: Cataluña
está escindida en dos mitades equivalentes, aunque la constitucional supera
ligeramente a la anticonstitucional. Los nacionalistas han impuesto la fractura
de la sociedad catalana en los ámbitos político, social y –lo que es más grave-
humano. Consideran al no separatista como mal catalán y como enemigo y traidor
a la santa causa de la Independencia. La
otra mitad -hasta ahora silenciada- ha dicho “¡Prou!" y ha mostrado en las urnas –como poco antes había hecho en las
calles- su reachazo a la imposición, al supremacismo y al pensamiento único de
los independentistas. Las elecciones han confirmado este lamentable estado de
cosas.
2) Triunfo de los partidos separatistas en el
Parlamento: Aunque han sido superados en votos por los partidos
constitucionalistas, los separatistas han conseguido una mayoría de dos escaños
en un Parliament –calificado por Raúl
del Pozo de “babélico”-, como
consecuencia de las injustas disposiciones de la Ley Electoral. Resulta difícil
de comprender cómo -después de las tropelías de todo tipo cometidas por el Govern y del completo fracaso de la DUI- más de dos millones de
catalanes les hayan dado –según Arcadi Espada- su “asentimiento al paisaje arrasado que queda después de cinco años de
proceso”. JxC y ERC, sin embargo, no
han conseguido la mayoría absoluta y, para alcanzarla, dependerán de los cuatro
diputados de la CUP ,
que podrá seguir ejerciendo su chantaje, aunque en menor medida. Ha
condicionado su apoyo a un eventual Gobierno nacionalista a que asuma la vía
unilateral, se oponga a negociar con el Estado y consolide la República de Cataluña.
Está por ver si los antisistema mantendrán sus exigencias o si cederán con
espíritu pragmático para continuar manteniéndose en el poder por la puerta
trasera.
3) Victoria personal de Puigdemont: Contra
todo pronóstico, Puigdemont le ha ganado la partida a Junqueras y la huida
cobarde de uno ha salido más rentable que la asunción responsable de la cárcel por
el otro. Su “ego” ha crecido hasta el infinito y más allá y pretende que se le
reconozca como Presidente legítimo de la Generalitat ,
lo que –a un juicio- nunca dejó de ser. A través de una lista hecha a su imagen
y semejanza, ha participado en unas elecciones que consideraba ilegítimas y que
–aunque por los puntos- ha ganado parlamentariamente hablando. Resulta, por
tanto, coherente por su parte exigir que no haya nueva investidura, sino que se
le restaure en su puesto y que el Estado le ofrezca además “una reparación y una restitución”.
Reclama la impunidad judicial y ha pedido celebrar una entrevista con el
Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el extranjero o en España –siempre que
se le garantice que no se le detendrá al acceder a territorio español- para
restablecer las instituciones legítimas de Cataluña. Ha afirmado que “
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