Según ha afirmado "El País" en un reciente editorial, muchos creían que la retórica electoral de Donald Trump (DT) pasaría a un segundo plano una vez conquistada la Casa Blanca y se iniciaría un proceso de ajuste entre las promesas de campaña las limitaciones impuestas por la realidad de la acción del Gobierno. Ignoraron las abundante señas de que Trump no era un candidato normal y prefirieron optar por una visión benigna y apaciguadora. No ha hecho falta ni una semana tras su toma de posesión para que se confirme su voluntad de poner en marcha, de forma inmediata y en su más pasmosa literalidad, el núcleo duro de sus promesas.
Razone del éxito de la candidatura de Trump
DT ha conseguido dividir a Estados Unidos (USA) en dos mitades visceralmente enfrentadas como no se había visto desde la Guerra Civil. Pese a haber obtenido casi tres millones de votos menos que su contrincante Hillary Clinton, ganó las elecciones al conseguir el suficiente número de compromisarios para ser elegido, lo que prueba que hay algo que no funciona del todo bien en el sistema electoral estadounidense. Logró el apoyo de las "WASP" -"white, Anglo-Saxon, protestant"-, la minoría mayoritaria de la población blanca afectada por la crisis económica y la pérdida de "status", del Sur, el Medio Oeste y el Centro de USA, de amplios sectores cristianos y de desencantados de diversa laya que aspiraban a un cambio en la política del país. La elección de DT ha sido puesta en entredicho, como se ha mostrado en las "manifestaciones de las mujeres" que se celebraron a lo largo y a lo ancho de la nación y en la que participaron el cuádruple de personas que asistieron a la ceremonia de su toma de posesión. El portavoz del Gobierno, Sean Spicer, acusó a la prensa de mentir sobre el número de asistentes y afirmó que había constituido "la maor audiencia que jamás ha habido en una inauguración y punto". DT se ha enfrentado abiertamente a les medios de comunicación -salvo a los pocos incondicionales como la Cadena Fox- y ha denostado a los periodistas al afirmar que estaba embarcado en una guerra con ellos, porque son "los seres humanos más deshonestos de la tierra". Y no parece que vaya a hacer nada para recomponer la escisión del país. Goza de una popularidad de sólo el 36%, lo que es inhabitual para un Presidente recién elegido.
Evaluación de la conducta de Trump
La Elección de DT y sus controvertidas declaraciones han sido mal acogidas en general. Entre las excepciones cabe mencionar a ese "zoon politikon" que es Henry Kissinger, que ha dicho que era el Presidente más genuino que había visto, pues no tenía equipaje ni obligación ante grupo alguno y había sido elegido conforme a su propia estrategia. Aunque haya recurrido de forma sistemática a la mentira com9 medio de actuación política durante la campaña electoral, no ha engañado a nadie. Como ha observado Arcadi Espada, el aprendiz, el ignorante, el incapaz, el inepto, el incompetente, el indocumentado, el novato, la nulidad ha llegado al poder a pesar de ello y ningún ciudadano de USA puede llamarse a engaño sobre su flamante Presidente. Según Felipe Fernández-Armesto, los ciudadanos norteamericanos han votado conscientemente, no ya un inexistente programa coherente, sino una retórica ruidosa y vacía. La izquierda europea criticará al Presidente diga lo que diga y haga lo que haga, porque con DT vive mejor. Reunida en Koblenz, la extrema derecha populista -UKIP, Frente Nacional, Partido de la Libertad, Alternativa para Alemania, Liga Norte- y la derecha conservadora, en cambio, han acogido con regocijo el triunfo de Trump. Matteo Salvini -Presidente de la Liga- exclamó;"Bienvenido, Mr. Trump. Le deseamos éxito porque sus objetivos son los nuestros" y Geert Wilder habló de de una "primavera patriótica". "Ayer una nueva América, hoy Koblenz y mañana una nueva Europa". Trump ha mostrado su sintonía con esta extrema derecha al dar la primicia de su primwr encuentro con un político extranjero al líder eurófobo Nigel Farage y hacer grandes elogios de Marine Le Pen. Mas -como ha advertido Cayetana Álvarez de Toledo- lka derecha no radical cometería un grave error si asumiera como uno de los suyos a DT, que ha hecho gala de un discurso ofensivo, divisivo, nacionalista, populista y degradador de la política. Es un "anti.político" carente de ideología, que ha cambiado cinco vez de partido y que corroe con su política los fundamentos de la modernidad: la nación cívica, la apertura económica, la alianza atlántica la Europa unida.
Los bienpensantes han concedido a Trump el beneficio de la duda y confían en que los contrapesos existentes en el sistema norteamericano le impedirán actuar a su antojo y en que su función de Presidente le llevará a cambiar su conducta como candidato. Así, Rafael Navarro-Valls ha estimado que irá trasmutando sus excesos verbales en acciones ejecutivas moderadas. Según Teodoro León, la presidencia de DT no va a desencadenar plagas catastròficas y la veneración por Obama ayer es tan infundada como el fatalismo con respecto a Trump hoy. Para Inocencio Arias, DT hace méritos para que lo despellejen por sus manifestaciones machistas e injustas, pero, como es de derachas y americano, aquí se le demoniza. Nunca lo hubiera votado, pero demonizarlo y pensar que es idiota, no. "Es inquietante, pero no apocalíptico". Elo psiquiatra Nassir Ghaemi considera que Trump padece de hipertimia, un sentimiento de optimismo y satisfacción comsigo mismo y con su entorno.
Es obvio que, antes de dar una opinión definitiva sobre el personaje, hay que darle una oportunidad para que matice sus afirmaciones y corrija muchas de sus declaraciones, para que pase en definitiva de las palabras -que "son viento y van al viento"- a los hechos. Uno de los argumentos alegados de sus seguidores para tratar de defenderlo por sus controvertidas declaraciones como candidato era que la prensa las tomaba literalmente pero no seriamente, mientras que el pueblo las tomaba seriamente pero no literalmente. Le ofrecían así una salida de emergencia que le permitiría escapar al rigor de sus intempestivas intervenciones y llevar a cabo una retirada honrosa a su debido tiempo. DT lleva aún muy poco tiempo en el cargo para hacer un juicio definitivo de su conducta, pero contamos ya con datos suficientes para hacer un juicio provisional, como su discurso en su toma de posesión y las primeras medidas adoptadas como Presidente.
Discurso de toma de posesión
Los signos no son demasiado alentadores pues no parece que DT muestre atisbos de rectificación, ni tenga intención de cambiar su vestimenta de "enfant terrible" por la de estadista. Su discurso -que debería haber sido la clave de bóveda de la futura política norteamericana- ha sido demagógico y vulgar, y ha recibido una pésima acogida. Ha sido calificado de populista,archinacionalista, divisivo, aislacionista, proteccoonista patriotero y amenazador. Examinésmoslo con el mayor grado de objetividad posible.
Partió de que había un antes y un después a su elección. DT encarna el alfa y el omega de la futura política estadoundense. Transportado por cierto mesianismo afirmó que "el 17 de Enero de 2017 ser´ña recordado como el día en que el pueblo volvió a gobernar el país". No parece que Trump sea la persona máa adecuada para restar poder a un "establishment" del que forma parte integrante. Lo máximo que cabe esperar es que sustituya al "establishment" político por el económico. Señalo que, aunque USA había florecido, el pueblo no compartió su riqueza, por lo que ese día estaba transfiriendo el poder de Washington al pueblo. Pese a que la economía estadounidense ha superado la recesión, está creciendo razonablemente y ha logrado prácticamente el pleno empleo, mantuvo la falacia de que USA se encontraba en una situación catastrófica a causa del despilfarro económico, la inmigración, la globalización y el terrorismo. Afirmó, de manera poco verosímil, que durante muchas décadas el Gobierno norteamericano había enriquecido las industrias extranjeras a costa de las propias, subvencionado ejércitos de otros países mientras permitía que el suyo quedara mermado, defendido fronteras ajenas a la par que se negaba a defender las suyas y hecho ricos a otros países mientras la riqueza, la fuerza y la seguridad de USA se esfumaba en el horizonte. Como ha observado Ghaemi, la economía de USA está yendo b, no hay guerras y hay estabilidad política, pero esto es todo lo contrario a lo que necesita un Presidente como DT. Por fortuna llegó a tiempo el super-héroe para salvar a la nación gracias al proteccionismo. "La sangría estadounidense termina aquí mismo y ahora mismo" -afirmó- y "USA será lo primero". La protección brindará al país fuerza y prosperidad, pues "cada decisión sobre el comercio, los impuestos, la inmigración o los asuntos exteriores se tomará en beneficio de los trabajadores y de las industrias estadounidenses...Seguiremos dos reglas muy simples: comprar lo nuestro y contratar a los nuestros".
La política exterior, muy brevemente tratada, se colocó bajo el sagrado manto del aislacionismo. "Fortaleceremos viejas alianzas y formaremos otras nuevas, uniremos al mundo civilizado contra el terrorismo islámico, que será completamente erradicado de la faz de la tierra". La referencia al reforzamiento de las viejas alianzas parece más bien una cláusula de estilo, pues DT no ha cesado de denostar a la OTAN -a la que ha calificado de obsoleta-, poner en tela de juicio el compromiso de asistencia del artículo 5 del Tratado de Washington en el caso de agresión de Rusia a algunos de sus miembros, anunciar su gradual retirada de Europa y exigir una mayor contribución militar y económica a los miembros de la Alianza. A ello hay que añadir su animadversión hacia la UE, su apoyo al Brexit y a las fuerzas populistas de extrema derecha de Europa y su pronuncimiento a favor de la desintegración de la Unión. Incluso la propia "hermana separada", Theresa May, ha tenido que mediar ante Trump para que siga apoyando a la OTAN y no contribuya al fracaso de la UE. La Premier britànica ha afirmado e4n la rueda de prensa posterior a su encuentro que USA estaba al 100% con la OTAN (¿?). Más relevancia parece tener la promesa de formar nuevas alianzas cuyo objetivo obvio no es otro que Rusia.
A Pedro G. Cuartango, e4ldiscurso de DT le ha recordado, a justo título, varios pasaje de la película de Hal Ashby "Bienvenido Mr. Chance". El protagonista -un jardinero autista encarnado por Peter Sellers- aplicaba a los grandes problemas de Estado las recetas que utilizaba para cuidar a sus plantas. La ambigüedad de su respuestas y la interpretación interesada de su entorno hacían que acertara en sus pronósticos y llegó así a la presidencia de USA. Trump ha asumido el papel de Mr.Chance en un discurso plagado de tópicos y simplismos, trufado de populismo y alejado de las realidades sociales y económicas de nuestro tiempo. Un país derrado al exterior y replegado sobre sí mismo no es más que una ensoñación en un mundo gloibalizado cada vez más interdependiente. DT está condenado a chocar con una realidad que no tiene nada que ve con la fantasía que describió desde la tribuna del Congreso. Ha sido un empresario de éxito que ha hecho una considerable fortuna por medios no siempre ortodoxos, como el de no pagar impuestos. Es un personaje turbio que ha estado implicado en 4.095 causas judiciales, de las que 75 siguen su curso, y resulta difícil creer que sacrificar´`a sus intereses cuando entren en conflicto con los de la nación. En la época de la "post-verdad", ha creado una realidad virtual basada en una "verdad alternativa" hecha a su imagen y semejanza
jueves, 2 de febrero de 2017
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