LOS PARTIDOS POLITICOS ESPAÑOLES CARECEN DE SENTIDO DE
ESTADO
La opinión
pública ha asistido estupefacta estos últimos días el espectáculo bochornoso y
descorazonador de la cacería realizada
sin escrúpulos por los distintos partidos del arco parlamentario español contra
el partido hasta hoy en el Gobierno y su Presidente, Mariano Rajoy, que ha
puesto de manifiesto cómo supeditan el interés general de España a sus
intereses partidistas.
Sentencia de la Audiencia Nacional
El pretexto
ha sido una discutible sentencia de la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional
(AN) del pasado 24 de Mayo -que no es firme al haber sido recurrida ante el Tribunal Supremo (TS)-,
en la que dos de sus Magistrados –José Ricardo de Prada y Julio de Diego-, con
el voto en contra del Presidente de la sala y ponente, Ángel Hurtado –que ha
formulado un voto disidente-, han condenado a varios antiguos dirigentes del
Partido Popular –incluidos el ex–Tesorero del partido, Luis Bárcenas, y los
antiguos Alcaldes de Pozuelo de Alarcón
y de Majadahonda, Jesús Sepúlveda y Guillermo
Ortega- a descomunales penas de cárcel.
El PP ha sido asimismo condenado como “partícipe a título lucrativo” –a saber, quien se beneficia del
fruto de un delito sin ser consciente de su origen ilícito-, a reintegrar la
suma de €245.492,80 ilegalmente gastadas
por ambos ediles durante la campaña de las elecciones municipales.
Entrando en
un tema que le era ajeno al estar encomendado a otra causa judicial –la de los
“Papeles de Bárcenas”-, y que tiene poco que ver con el fallo, la Sala ha dado por buena la
existencia desde 1989 de una Caja B en
el PP y de una “estructura financiera y
contable paralela a la oficial”, sin aportar prueba alguna al efecto, y se
ha basado en esta presunción para argumentar su sentencia. Ha afirmado que se
estableció un “auténtico y eficaz sistema
de corrupción institucional a través de mecanismos de manipulación de la
contratación pública central, autonómica y municipal”, basado en la “estrecha y continua relación” del cabecilla de la trama, Francisco
Correa, con influyentes militantes del PP, que podían influir en los
procedimientos de toma de decisión en la contratación pública. Es posible que
esto sea cierto, pero hay que probarlo, y no caben elucubraciones predeterminadas.
Por delitos -principalmente de índole fiscal y económica- cometidos entre 1999
y 2005 – contra la
Hacienda Pública , exacciones ilegales, fraude fiscal, blanqueo de dinero, malversación, apropiación
indebida…- , la AN
ha impuesto penas de prisión de 51 años
y 11 meses a Francisco Correa, 38 años y 3 meses a Guillermo Ortega, 37
años y 6 meses a Pablo Crespo, 33 años y
4 meses a Luis Bárcenas, 31 años y 9
meses al ex-Consejero de la
Comunuidad de Madrid Alberto López Viejo, 15 años y 1 mes a
la esposa de Bárcenas Rosalía Iglesias,
14 años a Jesús Sepúlveda…Son unas penas a todas luces desproporcionadas, pues
son incluso superiores a las impuestas a
algunos etarras por asesinato y a las aplicadas por delitos similares a
banqueros, empresarios y deportistas. Es lo que ha sido calificado de “demagogia punitiva”.
La mayoría
de la Sala , en
una consideración meramente subjetiva y
sin aportar hechos constatados y probados, ha descalificado las declaraciones
como testigo de Rajoy el pasado 26 de Julio, que ha considerado no creíbles. Es
ésta una frivolidad impropia de un Tribunal, pues si los Magistrados tuvieran indicios suficientes para estimar que el
entonces Presidente del Gobierno incurrió en perjurio y falso testimonio,
deberían haberlo denunciado a los tribunales. Como ha señalado “Tadeu” en “El
Mundo”, utilizando términos
futbolísticos, es grotesco que caiga el Gobierno por dos goles a uno, a falta
del partido de vuelta en el estadio del TS.
Moción de censura
destructiva
El
principal artífice de la caída de Rajoy
y de su Gobierno, y del acceso a la Moncloa por la puerta trasera del Secretario
General del PSOE, Pedro Sánchez, ha sido el Magistrado de Prada, auto-declarado
exponente del progresismo judicial, que ha mostrado una inquina inexplicable
hacia Rajoy. Él y su colega de Diego, obligaron
al Presidente del Gobierno a comparecer físicamente como testigo ante la AN en vez de declarar por videoconferencia
como era habitual en estos casos - para
humillarlo y desprestigiarlo al hacerle sufrir la “pena de telediario”. Aunque
desde Abril está destinado en La
Haya en servicios especiales, de Prada solicitó y obtuvo del
Consejo General del Poder Judicial autorización para regresar temporalmente a
Madrid a fin de redactar la sentencia de un juicio en el que había participado
, al arrebatarle la ponencia al Presidente Hurtado por disponer de mayoría en la Sala. De Parada incluyó
la frase incriminadora del PP a la que Hurtado se oponía por considerarla
desorientadora, por presentar al partido bajo un prisma peor al que le correspondería
a su situación procesal secundaria. Curiosamente, el PP y Rajoy fueron
condenados sin haber sido juzgados. Como una muestra más de su ensañamiento con
Rajoy y el PP, de Prada solicitó una comisión de servicio para participar en la
vistilla que debería decidir sobre el posible ingreso en prisión de los condenados
–que en esta ocasión el Consejo le negó-, para tratar de que aquéllos fueran a la cárcel sin esperar a que el TS decida sobre
el recurso planteado contra la sentencia de la AN.
Esas
lumbreras jurídica que son Pedro Sánchez y el defensor de la moción de censura,
José Luis Ábalos , se inspiraron en la
sentencia redactada por de Prada para, dando un salto en el vacío sin red de seguridad , afirmar sin pudor que Rajoy
y el PP habían sido condenados por la
AN por corruptos, pasando por alto que tan sólo habían sido
condenados civilmente -como “partícipes a
título lucrativo”- a devolver una
pequeña suma de dinero ilegalmente utilizada por dos Alcaldes miembros del
partido. Se les llenó el espíritu y la boca de santa indignación dado que su
sensibilidad democrática no podía tolerar tales actos de corrupción, soslayando
que sobre sus cabezas pendía la sentencia del caso del fraude de los ERE y
otras muchas causas por corrupción
institucional del PSOE. Olvidaron el auto de procesamiento dictado por la Juez Mercedes Alaya contra dos ex-Presidentes de la Junta de Andalucía y 26 antiguos
Consejeros y altos cargos, a los que acusó de ”institucionalizar la arbitrariedad y la discrecionalidad en la concesión de ayudas públicas, permitir
un uso extraordinariamente abusivo en el manejo de los fondos públicos y poder
regalar fraudulentamente ayudas a un extensísimo grupo de personas físicas y
jurídicas, cuyos privilegios procedían de ser personas o entidades próximas a
los cargos de la Junta
de Andalucía y del PSOE andaluz”. El Partido –que es al fin y al cabo
laicista y ligeramente anticatólico- no ha parado mientes en la advertencia de
Jesús a los acusadores de la adúltera: ”El que esté libre de pecado que tire la
primera piedra”. Los socialistas, empecatados hasta el corvejón, se han
apresurado a lanzar cuanto proyectiles encontraron a mano contra el adúltero
político de Rajoy, sin percatarse de que tenían el techo de vidrio y que las
piedras retornaban a su morada como un bumerang. Albert Rivera no dudó en espetarles :”Que el partido de los ERE quiera pactar con
el del 3% para quitar a los de la
Gürtel no parece una gran idea”. Sánchez mostró una vez más sus contradicciones e
incoherencias cuando –a pesar de lo expuesto por él y por su escudero Ábalos durante
el debate y del tenor de la propia
moción de censura- pidió que constara en acta que el PP no era un partido
corrupto, sino únicamente su jefe. Debió de sufrir un ataque súbito de mala conciencia.
Siguiendo
el modelo alemán, la
Constitución de 1978 incluyó en su artículo 113 la moción de
censura constructiva, con el objeto de que en su formulación se incluya el
nombre del candidato a acceder a la Presidencia del Gobierno, quien –de resultar
aceptada la moción por el Congreso de
los Diputados- se considerará investido por la Cámara como Presidente del
Gobierno. En el presente caso, sin embargo, no sea tratado de una moción de desconfianza hacia
Rajoy y de confianza hacía Sánchez, sino de una moción de desconfianza hacia
los dos. La desconfianza demostrada hacía el primero no suponía necesariamente
la confianza hacia el segundo, como declararos sin ambages los representantes
de ERC, PDeCAT o Bildu.. Se ha respetado la letra de la Constitución , pero se
ha violentado su espíritu. La moción de censura constructiva se ha trastocado
en una moción destructiva..
Aunque la Constitución no lo indique explícitamente, resulta evidente
que el candidato a sustituir al Presidente censurado debería haber expuesto
en la Cámara su programa de
Gobierno. Sánchez no lo hizo y se limitó a formular unas ideas genéricas y
vagas sobre consenso, diálogo,
estabilidad y regeneración , para no malquistarse con ningún grupo
parlamentario y verse privado de su imprescindible voto. El líder socialista
estaba determinado a llegar a la
Presidencia por el
medio que fuera y de ahí su apresuramiento a presentar con las del alba una
chapucera moción de censura, para evitar –iluso él- que Rajoy pudiera dimitir
en un ataque de patriotismo y generosidad. Lo hizo pensando en debilitar
aún más
la ya débil posición del Gobierno
del PP, pero sin abrigar excesivas esperanzas de lograr la presidencia, pero los resultados han superado las
expectativas de la propia empresa. Sánchez fue el héroe del día a su pesar. Sin
embargo, cuando inesperadamente vio que tenía a mano la materialización de su
sueño, le entró pánico escénico –“Señor,
aparta de mi este cáliz”- y hasta en siete ocasiones pidió a Rajoy que
dimitiera y con ello poner término a la tramitación de la moción. Cuando se vio
a la vera del poder, fue consciente del berenjenal en que se metía para
gobernar con sólo 84 diputados y quedar supeditado a las contradictorias
exigencias de sus aliados coyunturales Como ha observado Francisco Pascual, “presidir un Gobierno con 84 diputados tras
recibir el apoyo de los populistas noqueados y de los independentistas rebeldes
es un dislate de dimensiones estratoféricas”.
Rajoy no ha salido vencido y Sánchez vencedor del debate, sino que ambos han sido
derrotados por el nacionalismo. Aparecieron como unos boxeadores zumbados que
se abrazaban para sostenerse antes de
caer víctimas del ocaso del bipartidismo, pero- como eran coriáceos y resistentes y-siguieron aguantando a pesar de
los golpes recibidos.
Actitud del PP
Lejos de mi
ánimo hacer leña del árbol caído, pero Rajoy se ha ganado a pulso su exclusión
del poder y su eventual jubilación de la política activa, lo que aún
está por ver, pues tiene el don de aferrarse a la roca del poder como
los percebes de su Galicia natal. La corrupción no ha acarreado hasta ahora consecuencias electorales desfavorables para
los partidos que la han practicado –que son
todos sin excepción-, como se ha puesto de manifiesto en dos de los
feudos donde más se ha institucionalizado
esta corruptela: el cortijo socialista de Andalucía y el oasis catalán del
Patriarca Jordi Pujol, con su 3% y su cantinela de que “España nos roba”.
Según Rafa Latorre, “el PP es una formación inmunodeficiente
contagiada del desprecio a la política de su líder” y “hundirse con él es el destino que les espera a las formaciones que atan
lazos providenciales con un líder cuyo único horizonte moral es prevalecer”.
Para David Gistau, “la corrupción quedó incrustada en el PP como una esquirla inoperable,
que al final mató al Gobierno de Rajoy de septicemia”. Sin ampararnos en el socorrido adagio de “mal de muchos, consuelo de tontos”, es
un hecho indubitado que, cuando los partidos consiguen parcelas de poder -sea
central, autonómico o municipal- suelen cometer actos de corrupción más o menos
graves, y que todos ellos se han financiado en algún momento de forma ilegal.
El PP –al igual que los demás partidos- ha pecado de soberbia y se ha negado a
aceptar la evidencia. Si lo hubiera hecho cuando estas prácticas aún no eran consideradas
delictivas y pedido perdón a la sociedad por sus malas prácticas, la cuestión
habría quedado zanjada con una multa a lo sumo. No lo hizo y ahora le ha explotado
la carga de profundidad que llevaba adherida a su piel política.
Sería injusto
no reconocer los éxitos obtenido por Rajoy en beneficio de la Nación , especialmente en el
ámbito económico, pero no cabe decir lo mismo en lo relativo al ámbito político,
sobre el que ha pasado de puntillas. peroy Rajoy ha ignorado el
sabio consejo de que “no sólo de
pan vive el hombre” y descuidado los temas políticos. Ha dado notables
muestras de vanidad, egoísmo y “dontancredismo”.
A nivel de Estado, ha permitido que se envenene el conflicto de Cataluña con su
inacción y su condescendencia con el continuado incumplimientos de las leyes y
sentencias por parte de la
Generalitat.. En el
ámbito del partido, ha ido excluyendo a
los discrepantes o a los que pudieran hacerle sombra –como Alejo Vidal-Quadras,
María San Gil, Alberto Gallardón, Jaime Mayor o Josep Piqué- y se ha rodeado de
un grupo de “Yes-Men/Women”, que le
han servido con lealtad, pero con servilismo, diciéndole tan sólo lo que quería
oír. Ello ha impedido la indispensable regeneración del partido. Ahora, los que
creen en el “aggiornamiento” del PP temen que Rajoy se mantenga al frente del
partido e impida su regeneración.
Rajoy ha
puesto su supervivencia en el Gobierno
por encima de cualquier otra consideración, incluidos los intereses de España.
Para conseguir el apoyo de los cinco diputados del PNV a la aprobación de los
presupuestos –con lo que erróneamente creía tener asegurada su permanencia
hasta el final de la legislatura- no dudo en cambiar su política en materia de
déficit y de pensiones, y en derogar las
reformas que había introducido a instancias de la Comisión Europea.
Ahora, cuando vio que el PP iba a perder el gobierno, podía haber tenido un
gesto de generosidad y patriotismo cívico con el fin de eludir la presentación
de la moción de censura, que iba dirigida -justa o injustamente- contra su
persona. Dio como excusa para no dimitir que debía seguir en el poder mientras el Congreso y los
ciudadanos le mantuvieran su confianza, pero aquélla se la ha negado y es
probable que éstos hagan lo mismo si el PP no cambia su política y su imagen.
Podría haber salido del atolladero con gallardía, sacrificándose por la Nación y por su partido, y
presentado su dimisión como hicieron en ocasiones similares Adolfo Suárez o
Charles De Gaulle, pero se ha mantenido en sus trece y preferido, como Sansón,
que se hundiera el templo y murieran
todos sus ocupantes. Ha tenido que hacer mutis por el foro en la
ignominia, dando la sensación de que su lema era “después de mi, el diluvio”. Tuvo asimismo un gesto poco elegante de mal
perdedor al ausentarse del hemiciclo durante toda la tarde, dando así muestras de desconsideración hacia el Congreso y los diputados que estaban
debatiendo la moción de censura contra él.
Actitud del PSOE
Hay que reconocer la determinación, constancia e
inesaquibilidad al desaliento de Sánchez que, a pesar de haber sido enterrado
en vida por sus correligionarios en un par de ocasiones, ha conseguido su
ambición de acceder a la
Moncloa , aunque haya sido de manera poco ortodoxa. Ha sabido
aprovechar la turbulencia emocional causada por las sentencia de la AN sobre el “caso Gürtel” para
vestirse con los paños ajenos de la dignidad ofendida y exigir la dimisión de
Rajoy por las corrupción institucional de su partido. Producía vergüenza ajena escuchar
la mediocre y oportunista argumentación
expuesta por él y por Ábalos y
por él mismo para justificar la presentación de la moción, que fue fácilmente
desarbolada por la hábil dialéctica parlamentaria de Rajoy. Ha pasado de ser un
Alcoyano para convertirse en un Gerona, recurriendo a realidades futbolísticas.
Cabe felicitarle por haber superado todos los “records” del Guinness político español, al ser el primero en
acceder a la presidencia del Gobierno tras haber sacado adelante una moción de
censura, sin haber ganado unas elecciones y no ser ni siquiera diputado.”¡Audacia fotuna iuvet!”.
Sánchez
es una persona de convicciones poco firmes e ideología líquida, lo que le hace
cambiar con facilidad de opinión. Ello presenta inconvenientes, pero también
ventajas, por su capacidad de adaptación. Muestra de ello ha sido su giro
copernicano de 180º al afirmar que respetaría los Presupuestos Generales
adoptados por Rajoy –que había considerado totalmente inaceptables por su
carácter antisocial-, para complacer al PNV y conseguir el voto de sus cinco diputados.
No presentó un programa de Gobierno y se limitó a exponer unas ideas generales
centradas en la estabilidad: institucional y de regeneración democrática,
macroeconómica y presupuestaria, territorial y social, laboral y
medioambiental. Se trata de un mero esbozo cuya precisión y concreción brillan
por su ausencia. Esta grave omisión supone que el programa se lo facilitarán
sus coyunturales aliados. Podemos ya le ha hecho los deberes y exigido una
serie de medidas de mejora económica y social, cuya costosa financiación no se
ha molestado en precisar.
También
se comprometió a sentar las bases para solucionar el problema del encaje de
Cataluña en España, que es-a su juicio- un problema político que requiere
soluciones políticas. Ha considerado la posibilidad de recuperar algunas de las
disposiciones del proyecto de Estatuto de Cataluña declaradas
inconstitucionales por el Tribunal Constitucional en su sentencia de 2010 y reconociendo
a Cataluña como nación de conformidad con la confusa idea socialista del
plurinacionalismo. Se ha propuesto a normalizar las relaciones e iniciar el
diálogo de su Gobierno con el nuevo Govern y a “tender puentes”, y el Presidente de la Generalitat ,
Quim Torra –portavoz de Carles Puigdemont al que considera el único Presidente
legítimo- ya le ha planteado sus
desorbitadas exigencias.
Sánchez
se ha comprometido asimismo a cumplir y hacer cumplir la Constitución , pero se
ha aliado con quienes la violan continuamente. Se verá obligado a formar un
“Gobierno Frankestein” –aunque sea en la sombra- compuesto de nacionalistas,
populistas y filoetarras, sumamente difícil de coordinar por lo contradictorio
de sus exigencias. Según Luis Miguel Fuentes, la moción de censura ha sido la
danza macabra de Camille Saint-Saens en la que bailan los muertos, “el PSOE más pelado de la Historia , los podemitas
en crisis de valores y de encuestas, los separatistas acosados por la ley, la izquierda peleada por sus barbas e incluso los posetarras vestidos de sus
propios muertos”. No, no lo va a tener fácil Pedro Sánchez para lidiar el
morlaco de la crisis política creada por los partidos independentistas en
Cataluña y de los problemas socio-económicos de España con una cuadrilla de
sólo 84 peones y el auxilio interesado de independentistas radicales y
populistas antisistema. Como ha comentado Albert Rivera, “no se puede gobernar España con quienes la quieren liquidar”.
Sánchez
puede hacerse la pregunta del millón: ¿Por qué todos los que aborrecen la Constitución lo han
preferido a Rajoy? Como ha observado Rafa Latorre, por primera vez en la Historia de España, un Gobierno ha sido apoyado por
más partidarios del derecho de autodeterminación que por defensores de la Constitución.
Actitud del PNV
El PNV ha sin duda sido la fuerza política más
favorecida del esperpento de la moción de censura destructiva, pues ha sido el
partido determinante para derribar el Gobierno de Rajoy y de colocar a Sánchez
en la Moncloa. El
debate que tenía lugar en el Congreso era irrelevante porque la cuestión planteada
no se estaba decidiendo en Madrid, sino en una oficina de Vitoria/Gaztelu.
Resulta increíble que el futuro político de un país de 44 millones de
habitantes sea decidido por el 0.7% de los votantes del PNV en España. No es el
perro de España el que mueve el rabo del País Vasco, sino el rabo del PNV el
que mueve al perro de España, lo que resulta inaceptable. Esta incongruencia
debería hacernos reflexionar sobre las insuficiencias de los sistemas electorales
vigentes en nuestro país y la necesidad de modificarlos.
El PNV practica desde hace tiempo un doble juego. Como el
dios romano Jano, tiene dos caras: la amable, colaboradora y autonomista
encarnada por el Lehendakari Íñigo UIrkullu, y la desagradable, insolidaria e
independentista encarnada por el Presidente del “Euskadi Buru Batzar”, Andoni
Ortúzar, que es el que pacta con Bildu y asiste a los festejos organizados por ETA en el País Vasco francés. Es el
mismo dios, que muestra caras bien diferentes según las conveniencias del
partido. Mientras la faz buena permitía la aprobación de los Presupuestos
Generales del Estado en Madrid, la faz mala acordaba con los filoetarras de
Bildu un proyecto de nuevo Estatuto de Autonomía para Euskadi, que reconocía la
soberanía de la Nación
Vasca y abría la vía para su independencia. Una de las caras
del Jano peneuvista –ya no sé si la buena o la mala- se rasgaba las vestiduras
tras la sentencia de la AN
sobre el caso “Gürtel” y, alegando razones de ética, decidía apoyar la caída
del Gobierno del PP y el acceso a la
Moncloa del PSOE. Las profundas convicciones morales del
partido le habían llevado a reprobar al corrupto PP, aunque esta terrible
corrupción no había sido óbice para que, unos días antes, hubiera apoyado a la
aprobación de los Presupuestos –no precisamente por motivos filantrópicos-
presentados por un partido que entonces no era tan corrupto.
Hay que reconocer la habilidad del PNV -y de su portavoz en
la capital, Aitor Esteban- para saber comer a dos carrillos. Tras haber
ordeñado la vaca pepera hasta dejarla seca en detrimento de otros mamoncetes, ha
pasado ahora a ordeñar la cabra sociata con las expectativas de su sustanciosa
leche. ¡Chapeau!. El propio
Esteban lo ha reconocido con franqueza:
”¡Vaya con la nación española, que no es
capaz de buscar acuerdos para no quedar en manos del PNV!” El iluso Rajoy
se fio del partido vasco, pero –como ha señalado Jorge Bustos- hemos podido ver
“la traición del viejo muñidor de pactos
imposibles que confiaba en la lealtad comprada con dinero público, sin
sospechar que siempre hay alguien dispuesto a elevar la suma destinada al
bolsillo de su efímero aliado”. La súbita caída paulina de Sánchez del
caballo de los Presupuestos Generales tiene un cierto aire de subasta. Con sus
cinco insignificantes diputados, el PNV ha conseguido convertirse en el socio
preferente del Gobierno Sánchez, del que espera concesiones adicionales, como
la transferencia de las competencias en materia de prisiones y la gestión de la
seguridad social o el acercamiento de presos etarras. Esteban es consciente de
que el nuevo Gobierno no va a tener una singladura fácil y ha reconocido y va a
sufrir un “pin-pam-pum” continuo.
El
doble juego del PNV resulta obsceno y, encima nos lo quieren presentar como una
consecuencia obligada de la ética peneuvista. Desde el genial Nicolás Maquiavelo
hasta nuestros días, la política es el arte posible y resulta normal que los
partidos arrimen el ascua a su sardina “frescué”,
pero, por favor, no nos el tomen el pelo con justificaciones de Ética.
Actitud de Ciudadanos
Ciudadanos (Cs) también cree haber salido favorecido del
delirante debate de la moción de censura destructiva. Prueba de ello es que ha
sido la fuerza política más criticada por tirios y troyanos en el hemiciclo –“¡Ladran, luego cabalgamos!”-. Rajoy ha caído por la corrupción y Sánchez
tendrá que gobernar con la ayuda de Podemos (Ps) y de los independentistas, lo
que le dará una buena base para sus críticas. Cs ha dado muestra una vez más de
su tacticismo oportunista. Ha sido el
desencadenante de la crisis al denunciar–tras conocerse la sentencia de la AN- el pacto de legislatura concertado con el Gobierno y
considerar que había que darla por concluida. Durante el debate, Rivera ha
nadado entre dos aguas. De un lado, estaba la conveniencia de censurar al
Gobierno por la corrupción, si bien la marcha de Rajoy le cercenaba una de sus
bazas promocionales sobre la regeneración
democrática; de otro, su disconformidad con que la solución de la crisis se
lograra con la ayuda de B ildu, ERC, Puigdemont y Torra. No quería ni un
Gobierno zombi por la corrupción del PP, ni un Gobierno Frankestein de Sánchez.
De ahí que tuviera que revisar su estrategia: lanzada al moro muerto del PP
para evitar que se recuperara, y alfilerazos continuos al PSOE por la factura
pendiente de la corrupción de los ERE y otros casos similares.
Pese
a sus pretensiones regeneracionistas, Cs presenta unos rasgos poco claros de
tacticismo. Ha supeditado la explotación de su posición de fuerza política más
votada en Cataluña a la promoción de sus posibilidades electorales en el resto
de España, aprovechando el viento de cola que le han proporcionado los sondeos
electorales. Ha reducido el protagonismo de Inés Arrimadas en Cataluña y dejado la iniciativa política a movimientos sociales como Sociedad Civil
Catalana. Está pleno de ambigüedades y dobles estándares, y aplica distintos
baremos en la lucha contra la corrupción según las Comunidades en que se
produzca. Así, mientras ha sido extremadamente riguroso en la Comunidad de Madrid al
exigir la dimisión de su Presidenta, Cristina Cifuentes, a pesar de que ni
siquiera había sido imputada, ha mantenido su respaldo al Gobierno de Susana
Díaz pese a, no ya la imputación, sino al procesamiento de algunos de sus colaboradores,
y ha dado su apoyo incondicional a los presupuestos de la Junta de Andalucía, notoria
por su grado de corrupción institucional. De ahí la desconfianza que suscita en
ciertos sectores del centro-derecha, que le acusan de ambigüedad, de
variabilidad y de falta de un programa político.
Actitud
de Podemos y de los nacionalistas catalanes
Ps ha reconocido su error de no apoyar a Sánchez en su primera
tentativa de acceder a la presidencia del Gobierno y, en esta ocasión, rebajó sus ínfulas y anunció, en principio,
su apoyo incondicional a su candidatura, aunque luego haya matizado su respaldo
con exigencias más razonables. Pablo Ibáñez ha ofrecido a Sánchez la colaboración de su
partido y la conveniencia de incluir en su Gobierno a a miembros de su partido,
dado que 115 diputados aportan obviamente mayor estabilidad al Gobierno que 84. Ha dicho que ha
aprendido de sus errores y propuesto una alianza de la izquierda para desalojar
a la derecha del mapa político. ”Tenemos
que ganar juntos las próximas elecciones”, ha dicho. Ante la escasa
receptibilidad de Sánchez a sus arrumacos, Iglesias ha endurecido el tono y
afirmado que, ”si no somos socios,
seremos oposición”, y ha actuado en consecuencia al presentar en el Senado
una enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales que han sido
aceptados por Sánchez.
Los
partidos catalanes independentistas dejaron bien claro que su apoyo a Sánchez
era instrumental y coyuntural. Así, ERC afirmó que su voto favorable a la moción no suponía un apoyo a Sánchez,
sino un rechazo a Rajoy, y PDdCAT que, desde la discrepancia, iba a apoyar la
moción para poner fin a la etapa de Rajoy. Así pues, aviso a navegantes. Los
separatistas van a vender caro su apoyo al Gobierno de Sánchez y lo
condicionarán a recibir contraprestaciones.
Torra
ya ha sacado la cartera de pedidos. Ha solicitado a Sánchez que abra unas negociaciones bilaterales “de Gobierno a Gobierno” y mantenido sus
exigencias de nombramiento de los consejeros excluidos, liberación de los
“presos políticos”, revocación total de la aplicación del artículo 155 de la Constitución
–incluida la supresión del control de las finanzas de la Generalitat-
y el reconocimiento de la
República de Cataluña. Los actuales dirigentes catalanes,-a
los que bien recientemente Sánchez había calificado de golpistas, racistas y supremacistas, se han transformado de la
noche a la mañana en interlocutores respetables. Torra ha tenido la desfachatez de afirmar que “ha llegado el momento de que independentistas
y no independentistas trabajemos juntos,
porque juntos somos más fuertes”, y añadido que necesita saber el proyecto
que tiene el Estado sobre Cataluña.
Celebración de elecciones generales
.
Según Jorge Bustos, Sánchez –que es aficionado al baloncesto-
salió a la cancha para “jugar los minutos de la basura”. En su declaración ante el Congreso, señaló
-entre los cuatro puntos de su plan de acción- la pronta celebración de
elecciones generales, aunque no dio indicios sobre cuándo se celebrarían. Con
posterioridad no volvió a hablar del tema, consciente de que una consulta
inminente no sería conveniente para el PSOE. Tras haber conseguido su anhelo de
llegar a la Moncloa ,
Sánchez quiere aprovechar la ocasión y gobernar todo el tiempo que pueda para,
desde el poder, redorar su imagen y potenciar la posibilidades electorales del
PSOE..
Al
PP –aún sumido en el estupor de la inesperada debacle y pendiente de lo que
Rajoy decida sobre su continuidad en el liderazgo del partido- tampoco le
interesa enfrentarse a unas elecciones a corto plazo, aunque su opinión no
parece que preocupe sobremanera a Sánchez. Rivera es partidario de que se
convoquen cuanto antes, para que Cs coseche los frutos que las consultas
demoscópicas le vaticinan. El PNV -que teme a Cs por su oposición a los privilegios fiscales y
a los derechos históricos del País Vasco- prefiere, por el contrario, que se
agote la legislatura, para ver si, durante el tiempo que queda, se desinfla el
“souflé” de Cs.Ps y PDdCAT tampoco
propugnan un adelanto de las elecciones, que sólo a ERC podría favorecer.
Dada
la fragilidad del “Gobierno Frankestein”, convendría que Sánchez convocara cuanto antes elecciones
generales para que el pueblo español pueda expresar su opinión sobre las
fuerzas políticas que deban gobernar nuestra nación en momentos especialmente
delicados por la continuidad de la rebelión de Cataluña. Es probable que no se altere sensiblemente la
distribución de escaños entre la derecha y la izquierda, aunque –según los
sondeos- es posible que se produzca una realineación de fuerzas dentro de cada
bloque, con una importante bajada del PP, un ligero descenso de Ps y una
notable subida de Cs.
El
problema de los ciudadanos es decidir sobre a qué fuerza política confiar su
voto, pues todos los partido presentes en las Cortes han dado reiteradas muestras de falta de sentido de
Estado. La triste conclusión a la que cabe llegar tras el desarrollo de los
acontecimientos en la tragicomedia de la moción de censura destructiva es que
estos partidos están dispuestos a sacrificar el interés general de la Nación por sus mezquinos
intereses partidistas.
Madrid, 2 de Junio de 2018