martes, 26 de abril de 2016
Ataques al catolicismo
USTEDES PERDONEN, SOY CATÓLICO
En los últimos años se ha puesto de moda en los sectores menos ilustrados de la izquierda política y sociológica atacar al catolicismo y burlarse de sus creencias, lo que ha llevado a la realización por personas y colectivos de actos gratuitos de menosprecio a la religión mayoritariamente profesada por los españoles. La Constitución garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades, y afirma que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católicas y las demás confesiones (artículo 16). Asimismo reconoce y protege los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones, si bien estas libertades tendrán su límite en el respeto a los derechos reconocidos y en el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen (artículo 20). Para quienes –en incumplimientos de estas normas fundamentales- provocaren la discriminación, el odio o la violencia contra grupos y asociaciones por motivos referentes a la ideología, religión o creencias serán castigados con la pena de de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses (artículo 510). El que en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un años o multa de doce a veinticuatro meses (artículo 524). Asimismo incurrirán en la pena de multa de de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente -de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento- escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen –también públicamente- a quienes los profesan o practican (artículo 525-1).
Son numerosos los actos antirreligiosos de profanación realizados en los últimos tiempos, si bien sólo mencionaré cuatro de ellos: el asalto de la capilla del Campus de la Universidad Complutense de Madrid en Somosaguas en Marzo de 2011, la procesión bufa y sacrílega del “Sagrado Coño Insumiso” en Sevilla en Mayo de 2014, la profanación de la Catedral madrileña de la Almudena por dos mujeres semidesnudas –que se encadenaron a un crucifijo mientras proferían insultos contra la Iglesia y gritos a favor del aborto- en Junio de 20114, y la versión blasfema del padrenuestro recitado en público en Barcelona por Dolors Miquel en Febrero de 2016.
Asalto a la capilla de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense
El 10 de Marzo de 2011, un grupo de mujeres lideradas por la joven estudiante Rita Maestre invadió la capilla de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense -pese a la oposición del Capellán, compañero de clase de la susodicha- “con intención de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y del colectivo católico”, según afirmó la sentencia condenatoria de la joven dirigente de Podemos. Se situaron en torno al alta, Maestre se despojó de su camiseta quedándose en sujetador, otras jóvenes se desnudaron de cintura para arriba, dos de ellas se besaron provocativamente en la boca, y se procedió a la lectura de un manifiesto acusatorio. En él se decía que la Iglesia era una institución basada en códigos antidemocráticos y machistas, intentaba extrapolar su concepción de mujer, sexualidad y familia al resto de la sociedad, había emprendido una “cruzada” contra toda forma de orientación sexual diversa a la oficial, quemaba en la Edad Media a las mujeres en la hoguera, hoy las linchaban en el terreno mediático, y las atacaban “ayer, hoy y siempre”. El manifiesto concluía con este ponderado pronunciamiento sobre el ideal de la mujer:”¡Ni impura ni virgen, libre, transmaricabollo, viciosa, maricón, puta, deseante, autónoma, lesbiana!”. Al mismo tiempo vociferaban pareados con delicadas consignas como “Vamos a quemar, la Conferencia Episcopal”, “Menos rosarios y más bolas chinas”, “Sacad vuestros rosarios, de nuestros ovarios” o “Contra el Vaticano, poder clitoriano”. El Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro denunció a las intrusas en los Tribunales de Madrid, ante los que Rita Maestre –esa esforzada Juana de Arco del “strip-tease”- no pudo negar los hechos porque habían sido filmados y grabados, mantuvo que se había tratado de un ejercicio de la libertad de expresión amparada por la Constitución y alegó que en ningún momento habían querido ofender los sentimientos religiosos. El 18 de Marzo de 2016, el Juzgado de lo Penal nº 6 de Madrid dictó sentencia condenatoria por un delito contra los sentimientos religiosos previsto en el artículo 524, aunque sólo contra Rita Maestre –pues las otras asaltantes no habían sido identificadas-, si bien le aplicó la pena mínima de 12 meses de multa. La izquierda bienpensante se ha solidarizado con la actitud intolerante y sectaria de la actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid ¿Tan bajo han caído los madrileños para verse representados por semejante personaje?. Habría que dirigirle el mismo grito que coreaban sus indignados correligionarios en las plazas públicas antes de acceder a las poltronas del poder municipal:”¡Que no, que no nos representa!”. La Alcaldesa de la Villa y Corte, Manuela Carmena, y su equipo “podemita” se han negado a que abandone su puesto tras la condena e incumplido así las normas éticas del partido.
Procesión del “Sagrado Coño Insumiso” en Sevilla
El Sindicato General de los Trabajadores convocó en la primavera sevillana de 2014 la procesión del “Sagrado Coño Insumiso”, mediante un manifiesto en el que señalaba que lo sacarían a la calle “para declarar nuestra insumisión a la explotación y a la precariedad”. El primero de Mayo salió en procesión una gigantesca vagina de plástico vestida de Virgen, escoltada por mujeres con mantilla y nazarenos, que coreaban consignas como “La Virgen María también abortaría” o “Vamos a quemar la Conferencia Episcopal”. La Asociación Española de Abogados Cristianos presentó una demanda contra cinco participantes por el delito de provocación a la discriminación, el odio y la violencia por motivos referentes a la religión, que ha sido admitida a trámite por la titular del Juzgado de Instrucción nº 10. Una de las investigadas, la mejicana Antonia Avalos, directiva de la Asociación de Mujeres Supervivientes, ha afirmado que sacar la vagina a la calle era ”una forma de apropiarnos de nuestro coño, del placer y del erotismo”, una “representación simbólica de nuestro derecho a decidir”. “Respetamos las creencias religiosas (¿?) –añadió- y tal vez estemos inventando formas que no son estéticamente positivas para ellos, pero nos duelen los asesinatos, las violaciones, la explotación sexual, la prostitución y la precariedad”. Carecían de ánimo ofensivo contra la Semana Santa o el clero, no se produjeron insultos a los feligreses católicos y la acción no iba dirigida contra la Iglesia. Se habían limitado a imitar una procesión para exaltar la vagina como símbolo de la mujer, en un ambiente lúdico, para reivindicar políticamente el derecho a decidir ¡Unas explicaciones muy lógicas y coherentes!. Lo peor del caso es que el Ayuntamiento de Sevilla adoptó el pasado 26 de Febrero una moción de apoyo a las investigadas, en la que pedía al Fiscal y la Juez instructora el archivo de la causa. Como declaró la Presidenta de la Asociación de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, “el poder político no puede ni debe presionar al poder judicial violentando la separación de poderes. La Juez Pilar Ordóñez ha pedido amparo ante esta grosera intromisión del Ayuntamiento hispalense en un procedimiento judicial en proceso de instrucción , porque la remisión del acuerdo municipal “inquieta y perturba la independencia judicial, ya que el procedimiento penal se encuentra en fase de instrucción y pendiente de resolución”, y el Consejo General del Poder Judicial ha admitido a trámite la petición.
Poema blasfemo de Dolors Miquel
El 15 de Febrero del presente año, en la ceremonia de entrega de los premios “Ciudad de Barcelona” de 2015 en el “Salou de Cent” del Ayuntamiento, en presencia de la Alcaldesa, Ada Colau y de las fuerzas vivas de la ciudad, la versificadora Dolors Miquel recitó la exquisita versión del Padre nuestro incluida en su poemario “Missa pagesa”:
“Madre nuestra que estáis en el cielo,
santificado sea vuestro coño, la epidural, la comadrona,
Venga a nosotros vuestro grito, vuestro amor y vuestra fuerza.
Hágase vuestra voluntad en nuestro útero sobre la tierra.
Nuestro día de cada día dádnoslo hoy.
No permitáis que los hijos de puta aborten el amor y hagan la guerra.
Liberadnos por los siglos de los siglos.
¡Vagina!. Amén
Colau elogió la alta calidad literaria del panfleto y expresó agradecimiento a su autora, a la que situó entre las valientes que se habían atrevido a romper el hielo en un marco tan solemne. No compartió esta opinión el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, que abandonó el salón y declaró que no era un tema de creencias religiosas, sino de respeto a dichas creencias, y que con los católicos se atrevían a todo, pero era seguro que no ejercían su libertad para mofarse del Islam. Los izquierdistas intolerantes no se atreven, en efecto, porque temen la reacción violenta de los musulmanes –como en el caso de “Charlie-Hebdo”-, que no esperan de los desmotivados católicos. Igual cabe decir de los judíos. Cuando se sacó a la luz el denigratorio “twitter”de 2011 del concejal “podemita” del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata, -“¿Cómo meterían a cinco millones de judíos en un 600?: en el cenicero”-, hubo una reacción generalizada de rechazo por parte de la opinión pública y de los medios de comunicación, que le costaron perder la concejalía de Cultura, aunque Carmena lo mantuviera en el cargo y le concediera la presidencia del distrito de Fuencarral/El Pardo. Cuando se insulta y menosprecia a los católicos, apenas surgen voces condenatorias, antes al contrario se producen pronunciamientos solidarios. Un Juzgado de Barcelona no ha admitido a trámite la querella presentada contra Dolors Miquel y Ada Colau.
Falta de reacción de los católicos y de la sociedad española en general
Seamos serios y tengamos un mínimo de rigor y de objetividad. Es cierto que durante el régimen franquista la Iglesia oficial tuvo una situación privilegiada y cometió –o permitió que se cometieran- algunos abusos, como asimismo se hizo en la época de Constantino, el Medievo, el Renacimiento o la Contrarreforma. Es asimismo cierto que existieron las Cruzadas, la Inquisición –que por cierto se creó en Francia y no en España, como erróneamente se cree- y que Galileo fue injustamente condenado por los Tribunales eclesiásticos, pero todo ello es agua pasada, es Historia,felizmente superada por el “aggiornamento” de la Iglesia católica tras el Concilio Vaticano II y por la petición de perdón de los Papas. Ahora, los librepensantes de la “gauche divine” se arrogan el monopolio de la verdad y de la lucha por la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Muchos católicos sufren un complejo de culpabilidad, soportan con mansedumbre los abusos de los sectarios y no se defienden ante los injustificados ataques a sus creencias y a sus convicciones. Siguiendo el mandato evangélico, el católico debe poner la otra mejilla ante una ofensa personal, pero tiene que reaccionar con coraje y determinación cuando la ofensa se produce contra el conjunto de la Iglesia. No se lleva ahora ser católico practicante, no es “cool”, y hay poco menos que presentar excusas por serlo. Los derechos fundamentales de todos –incluidos los de las antiguallas de los católicos- deben ser garantizados y protegidos de la discriminación por la ley, las instituciones y la sociedad.
Increíble moción del Ayuntamiento Hispalense
Me ha sorprendido la escasa reacción de la sociedad de Sevilla, de sus cofradías y de sus fuerzas sociales ante el grave agravio gratuitamente infligido a las creencias religiosas de la ciudad y a las tradiciones de la Semana Santa andaluza. Y no digamos de las fuerzas políticas, que han reaccionado más bien en sentido contrario. Resulta increíble el acuerdo adoptado por el Ayuntamiento hispalense con los votos del PSOE, Izquierda Unida y Podemos, y la abstención vergonzante de Ciudadanos. De Podemos e IU no cabía esperar otra cosa, pues al menos son coherentes en su sectarismo anticatólico, pero el PSOE andaluz se ha quitado la careta pese a la pasión cofradiera de Susana Díaz y muchos de sus dirigentes. Ciudadanos de Andalucía ha puesto una vez más de manifiesto su meliflua equidistancia y su apoyo de facto al PSOE, personificado en su líder, Juan Marín, esforzado y convencido “cirineo” de la Sultana andaluza. El Concejo sevillano se ha despachado diciendo que el procedimiento incoado contra los responsables de la farsa “coñera” “no tiene cabida en un Estado democrático de Derecho y pone de manifiesto la total falta de garantías y la privación de derechos fundamentales como la igualdad, la libertad ideológica o la intimidad reconocida en la Constitución Española”. Como sus autores no tuvieron en ningún momento intención de realizar ofensa o incitación al odio hacia ninguna creencia religiosa, ha expresado su apoyo y solidaridad hacia las personas investigadas y al movimiento feminista en general, “denunciando el ataque a la libertad de expresión que este procedimiento representa”. En consecuencia, ha solicitado que la acusación particular retire la denuncia y la Fiscalía la acusación, y que la Juez archive la causa. ¡Toma ya!. Han dejado en mantillas al Ayuntamiento gaditano del “Kichi” González y a su vehemente compañera Teresa Rodríguez. No me extraña que la Juez Pilar Ordóñez –de la casta de las jueces andaluzas como Mercedes Alaya- haya solicitado amparo ante el GGPJ para que repruebe la increíble intervención del Ayuntamiento sevillano.
Ahora, ¡caretas fuera y que cada palo aguante su vela!. Los sevillanos deben ser conscientes de los personajes que mandan en su Ayuntamiento, los andaluces de los que monopolizan la Junta desde que se estableció la democracia y lo españoles del doble lenguaje del PSOE y de la calculada ambigüedad de Ciudadanos. Los católicos no deben alardear de su fe, pero tampoco pedir excusas por practicarla.
Madrid, 25 de Abril de 2016
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